Antes de que tu campeón comience el entrenamiento propiamente dicho, puedes jugar con él. El juego es importante para su bienestar. El tiempo concedido al potro le beneficiará en su futura carrera. En efecto, familiarizándose con el ser humano, tu potro rechazará los límites de la genética cuando sea adulto.
Cada vez que juegues con él, el potencial genético de éste aumentará un poco más. Jugando con tu potro, contribuyes a su equilibrio y su ánimo.