Desde niño destacó por su habilidad en el arte de la guerra.Era fuerte y astuto y derrotaba a los niños de su misma edad e incluso algo más mayores. A veces su entusiasmo le llevaba a terminar en la casa del maese con algún hueso roto pero en cuanto se recuperaba volvía a luchar y practicar para no cometer el mismo error.
Nunca le gusto estudiar la historia salvo que en ellas hubiese batallas o información sobre estrategias de guerra o las leyendas sobre las islas olvidadas, pero sabia que debía aprender lo máximo posible. Incluso lo que no despertaba ningún interés para él ya que algún día sería Rey. Creció haciendo grandes amigos. Sobretodo con Jillen, hijo de un valiente caballero que acompañaba a su padre, cuidado bajo el manto protector de su madre y el ojo atento y disciplinado de su padre al que apenas veía por sus largos viajes a la guerra contra los clanes, pero cuando regresaba siempre disfrutaba de sus historias y sus consejos sobre como gobernar "sabiamente".
Quería a su hermano mayor, Blazh. De pequeño siempre lo seguía e imitaba en todo lo que hacía pero éste se mostraba distante y prefería la soledad. Cuando Vilnuss creció entendió el motivo. Blazh era bastardo y no podría ser Rey a pesar de ser el mayor, pero jamás quiso hablar del tema y hacía como si no le importase aunque a veces diese a entender lo contrario.
En épocas de paz pudo disfrutar de su juventud. Estudiaba mucho pero siempre sacaba tiempo para visitar los pueblos y conocer a su gente y de su forma de vivir porque su padre siempre le recordaba que no se podía gobernar a ciegas, que debía demostrar que se interesaba por el bien de todo el reino. Se sentía orgulloso del padre que tenía. Veía sus esfuerzos por controlar las situaciones más difíciles y que a pesar de su edad, montaba y hacía largos trayectos para combatir y poder volver con su familia. Por todo eso, el día que el Rey cayó enfermo tomó el control rápidamente. No iba a dejar que todo por lo que su padre había luchado se fuera al traste. Los maeses hicieron todo lo que pudieron pero no fue suficiente. Antes de morir lo miró a los ojos y le dijo que él ya había hecho todo lo que debía hacer y que ahora era su turno. Moriría feliz por haber visto crecer a sus hijos y por poder asistir a sus bodas y con sus últimas palabras susurró su ultima e incansable lección.
Sabía lo que debía hacer y aunque la guerra contra los clanes era ya normal para él, se había convertido en algo personal. Su abuelo había muerto por su culpa y si no fuese por ellos su padre aun seguiría con vida. Su mejor amigo intentó disuadirlo pero decidió cambiar las leyes consciente de que en un principio empeorarían las cosas. Pero ciego de ira y pensando en el futuro del reino sabía que eso sería lo mejor. Tras los nuevos cambios muchas revueltas tuvieron que ser sofocadas por el ejercito del Rey. Ya no solo los clanes eran un problema. Magos y mentalistas intentaron alzarse contra el Rey, pero al cabo de unos años y de numerosas batallas el Reino volvió a tener la paz tan anhelada por todos.
A pesar de la paz, el reino no volvió a ser como antes. La gente vivía con miedo y las fuertes medidas adoptadas por el rey no ayudaban a recuperar la tranquilidad de los pueblos. Tuvo tres hijos: dos niñas, Zhia y Runha y un niño, Voran. A éste ultimo el segundo de los hermanos, pero heredero del trono, a Vilnuss le encantaba entrenarlo como guerrero y apreció que su buen amigo Jillen le enseñara como llevar las finanzas del reino. Vilnuss veía que a Voran le entusiasmaban las lecciones de Jilenn y se sentía muy orgulloso de él. Un día en un viaje para interceder con un lord adinerado que reclamaba los derechos de unas tierras, algo salió mal. No se saben con exactitud las circunstancias, pero el Rey murió, en lo que cuentan, un accidente. Presuntamente el Rey y su caballo cayeron por un terraplén. El golpe fue mortal. Esta era la versión oficial, dada por los caballeros que lo acompañaban y que presenciaron el trágico final pero otros dicen que fue asesinado por ellos. Otros que fueron los magos escondidos en los bosques... y así hasta miles de historias distintas.
