Si me permitís os voy a proponer otro hilo (uno más) un poco "border line". Ya el título amenaza con el rechazo de las gentes bien pensadas. Pretende dar cabida a esos textos que todos escribimos en esos ratos tontos, difíciles en los que tortuosos fantasmas nos acechan. Algo así como hablar sobre la belleza de una pústula, la sensualidad de unos labios leporinos o la hedionda pestilencia de las sentinas del alma. Ya me entendéis.
Si no encaja en el ideario del foro, pues se quita y tan amigos.

Como sigo preso de esa especie de onanismo poético (porque debo ser sólo yo quien disfrute de sus goces) quiero, sin ánimo de contagio, compartir una mis últimas producciones cuasi-surrealistas. Con permiso.

HOY ES PRIMAVERA DESBOCADA

Ausentes ya las rugientes tempestades
se cierran acelerados los ojos del crepúsculo
al tiempo de encenderse las engañosas luces de los semáforos.

Caballos enfermizos, flores recién abortadas junto a muchachas proustianas.
Pasarelas desvaídas con las bellas y perjuras cortesanas.
Qué hermosa es la primavera.

Me encierro en la mismidad del yo mismo.
Quiero pasar este tiempo de sigilo
junto al bronco resonar de las campanas heridas

Pues mañana he de regresar por el camino que avanza
para recoger mis restos antes que se hagan árbol.
Mañana he de regresar, etc., etc...

Zurean las palomas agoreras en el intrincado laberinto
de mis intestinos-entrañas-vísceras-mecánica áurea del vómito.
Zurean las palomas trocando en graznido de córvido sus lamentos.

¡Qué noche se teje entre mis dedos y los altos merlones del castillo!
Sólo una luz emerge del silencio, sólo una luz
y la fila interminable de mujeres traen a la ciudad sus vientres en espera.

La última de ellas con su despertar
recién amanecido del armario de la noche
juega con los gastados algoritmos del canalla.

Agua clara que desfila ante la sangre.
Agua clara hacia su transformación en llanto.
Agua de primaveras antiguas. Luz y agua.

Las nubes con sus formas de vírgenes esteatopigias
que ocultan su pudibundez de cúmulo vulneradas por los cirros
anuncian como neones la primavera que llega.

¡Ah!, los claros clarines del insomnio.
¡Ah! Las hembras de los almendros en flor.
No sigáis engañando a los humanos con vuestro aspecto de oración.

He de volver por el camino que avanza para recuperar mis abrojos
ensangrentados en las playas devoradas por el tiempo
Hay una mujer, yo lo se, que me ha sido guardada.

Lleva un féretro en sus labios
y caléndulas cubren sus senos.
¡Qué hermosa es la primavera...!

Ilust.: “Algún día florecerá como lo ha hecho contigo...” Aykut Aydoğdu

Y yo digo... ¿si es poesía por qué va todo seguido sin fragmentarse en versos...?
¿Ves?, Rodrigo reflexiona sobre unas cosas y yo sobre otras. Él va al fondo insondable y yo me quedo en la efímera forma.

Moraleja:
Tos no somos iguales.

Juan: fascinado me ha tu escrito "Los barrenderos". Una reflexión brillante, aunque pesimista, en la que cuestionas la existencia del alma, la fugacidad del tiempo, la fragilidad de lo permanente y el imperio de lo efímero. Fíjate qué cantidad de temas me has sugerido a la primera lectura. Sencillamente brillante. Y todo eso sin citar siquiera como metáfora que los barrenderos son trabajadores para empresas corruptas, que trabajan en condiciones duras y mal remunerados. En fin, dejo lo prosaico y me quedo con la elevada poesía de tu escrito: de justicia social hablaremos otro día.

Los Barrenderos

Los barrenderos de hojas, los barrenderos de otoño, barren lo que el verano, nos hizo feliz antaño No tienen culpa de nada. Inocente es la lluvia que los moja, cielo gris e impermeables verdes.
Los barrenderos del alma, con cuerpo, me recuerdan que no hay alma.
La lluvia canta su silencio y el poeta se niega a mojar su pluma en el tintero. Los barrenderos de otoño barren las letras. Conviene silencio. Qué más da.

Celebro la ráfaga de buen humor y espero que no sea una sola ráfaga sino una buena andanada la que venga a continuación.

Una ligera recuperación, una ráfaga de buen humor, un recuerdo para el mágico universo de Rayuela: unos versos olvidados y reelaborados (la rima y el metro de un improbable romance) junto a una imagen que trata de recordar los golfos tiempos de juventud del autor. Todo sea como brindis para la sanación definitiva. Os recuerdo, amigos.

Y mientras fumo,
mi tiempo no consumo
(popular)

Y espero, fauno inquieto,
a terminar mi cigarro
e ir tras de tí con el jarro
por si quieres retozar.

Te miré mientras bailabas
con opulentas caderas
que movías, altanera,
desplazando al personal.

Sala de baile nocturna,
paraíso nebuloso
donde se fuma y se espera
a aquella que te hará gozar.

(Ilust.: Orgía. La noche de los ricos. Diego Rivera.)

Muy greguero te hallo, amigo mío. Creía que eran tuyas todas las que ponías... pero al final creo haber entendido que son de la web, corrígeme si me equivoco.

Yo encuentro dificilicicisimo hacer una greguería.

Para redondear esta breve incursión en el foro voy a dejar unas muestras de "greguerías" que como sabéis es un tipo de escritura breve, inteligente, sarcástica o humorística, que puso en marcha Ramón Gómez de la Serna. No quiero provocar, pero sería muy bueno que tratásemos de seguir el hilo "greguerístico", sin ánimo de competencia, sólo por dejar constancia. Que os gusten.

-La O es la I después de beber.
-El agua se suelta el pelo en las cascadas.
-Las latas de conserva vacías quedan con la lengua de hojalata fuera.
-La escritura china es un cementerio de letras.
-Los ceros son los huevos de los que salieron las demás cifras.
-El estanque es una isla de agua.
-El arco iris es la cinta que se pone la naturaleza después de haberse lavado la cabeza.
-La lagartija es el broche de las tapias.
-El vapor es el fantasma del agua.

Más en la web "greguerías" de wikipedia.

Una aportación mía, para romper el hielo:

-Rayuela es un desierto fértil con su oasis sin camellos: lo de Adolfo.

He aquí, hecha carne y sangre, mi amenaza de poema surreal. Sed benévolos con él. Observaréis mi reiterada alusión a los desiertos; este es, en cierto modo, una variante de mi poema anterior. Debe de ser por la traslación subsconsciente a lo escito de un cierto estado de ánimo. Pas problème

DESIERTO, GERMEN DE ESPERANZAS.

Enhebrados con el hilo que se escapa
de un añafil destemplado, como un llorar agareno,
se forjan en la noche, furtivos de la nada,
los sueños en los ojos de ópalo negro.

Rosario de oraciones, río de lágrimas,
contrapunto riguroso de los cálices
colmados con ofrendas que gráciles amazonas
acarrean en sus monturas sin bridas ni jáquimas.

Noche luniblanca del oasis aterido,
tiemblan las jaimas, se doblegan las palmeras
ante el prodigio del alma sin latido
que despierta a la incierta primavera.

Desierto que disuelve entre sus piedras
las palabras que antes fueron
el idioma de los hombres,
y ahora son del viento susurros inefables.

Como hálitos que se niegan a vivir
y se transforman en estertores de muerte
así de la ciudad se escapan, nocturnos asesinos,
libélulas de neón, frágiles alas talladas como aguafuertes.

Llegan a los puertos del desierto
los últimos paquebotes de las líneas regulares.
Damas ensimismadas, caballeros de semblantes bruñidos
alhajan con estrellas moribundas sus rostros yertos.

Llegan aureolados con las frías tinieblas
de la ciudad que perece.
Llegan, siniestros correos del final,
desde el vómito y las ansias postrimeras.

Ya el sol remueve con sus rayos renacidos
las efigies y los huesos abandonados.
Ya las sombras alargadas del crepúsculo lustral
celan con sus crespones de luto los amantes perecidos.

Es el desierto que avanza.
Cauteloso pero impávido,
trocando en muerte su vida,
arrasando las miserias de los hombres.