Ayer por la mañana me dirigí a la tienda de discos de turno para hacerme con cierto Material defectuoso (Warner Music, 2011). Es una manía que tengo desde más jovencito: me gustan los discos de Extremoduro. Puedo ser un pequeño fanboy de éstos, pero siempre me han gustado tanto que decido tenerlos en formato físico (y originales) incluso antes de escucharlos enteros. No me suele importar, sé que no me van a defraudar. Y de momento no me he equivocado.
Con La Ley Innata lo demostraron. Que si tantos años después de Yo, Minoría Absoluta, que si ya están mayores, que Robe ya no es lo que era… Pues nada, toma obra maestra. Y dos años después vuelven a dar en toda la boca. Sé que a muchos les sonará flojo, de hecho ya he visto por ahí cosas como Extremoblando. Puede que sea un disco más lento, pero no por ello será peor. Los más puristas deberán cambiar la oreja para poder asimilarlo mejor, mientras los más abiertos de oído disfrutarán y se deleitarán. O no.
Y mientras, en algún telediario ya han anunciado el disco, eso sí, con imágenes pretéritas. Porque esta vez Extremoduro no quieren entrevistas, ni presentaciones. Ni fotos, ni vídeos. Por no querer, no quieren ni gira. Así lo han dicho y habrá que respetarlo, aunque no nos guste.
Ya conocíamos de antemano Tango suicida, pero empezaremos por donde tiene que ser: por el principio.
Con una intro que firmarían los mismísimos Jarabe de Palo empieza Desarraigo. Pero tranquilidad, pronto un pequeño punteo estilo Quemando tus recuerdos nos quita el susto del cuerpo y da paso a una voz tan reconocible como insustituible e imperturbable. Robe sigue enamorado, sigue prendido, aunque aquí sea un poquito a esa drogaína que nunca debe faltarle (sobre todo a la hora de componer). Se le notan a esta canción pequeñitos retazos de La Ley Innata, pero se quedan en eso. Es lo nuevo. Estoy emocionado. Sigo escuchando, el resto me da igual.
Mi espíritu imperecedero comienza con un pequeño punteo. Como empezaban las grandes. Standby, Salir… incluso te da un aire a Golfa. Tiene un pequeño interludio en el que piensas que Robe se va a poner a recitar: “Para algunos, la vida es galopar un camino empedrado de horas, minutos y segundos…“. Incluso el solo de después es peculiarmente parecido al de después de esa parte de Salir. Pero es una fórmula que no le falla a Extremoduro. Aunque no llegue a hito (quizás un día me arrepienta de estas palabras) es una buena canción que gana poquito a poco a medida que pasa el marcador del tiempo. Mención aparte a la guapísima María Martín a los coros. Se notan.
En Otra inútil canción para la paz percibo unas cuantas cosas que me agradan: escuchar el órgano de manos de Javier Mora, que es un tío con carretera y que sabe lo que hace (ya había trabajado con Robe anteriormente), el saxo de Mikel Piris y los detalles de Iñaki con la guitarra. Que sí, que es un poco más lenta. Eso no le quita fuerza. Aunque quizás sí que se alargue un poco innecesariamente.
Si te vas… es preciosa. Es bonita. Es esa que no falta en cada disco de Extremo. Te mece, es la de cerrar los ojos y dejarte llevar. Es la que marcas como favorita según la vas escuchando. En algún momento te sopla un poco y dice: Dulce introducción al caos. Con la salvedad de que esta no llega a romper en ningún momento, aunque sí llegue a coger más fuerza hacia el final.
Tango suicida fue el adelanto del disco que ya escuchamos aquí. Y cada vez que la vuelvo a escuchar, me gusta un poco más. Como el disco entero. Esta sí rompe, esta es más dura. Recuerdos a Pedrá por los cambios de ritmo y la forma de cantar de Robe. Destaco, como elemento inusual, las voces de Miguel y Cantera dándole diálogo al extremeño.
Y de última, Calle esperanza s/n. Llámale balada y escupe sobre tu cami de Iros todos a tomar por culo. Pero párate a escuchar a Robe. ¿Lo habías escuchado alguna vez así? Te lo digo yo: no. Quizás sea un punto y seguido que a muchos disgustará. Quizás se pregunten: ¿Por qué tanta cuerda, Golfa? Imagino, qué sé yo, que le han querido poner más sentimiento a la canción. Que se han querido reinventar otra vez, haciendo lo que les da la gana, porque no le deben nada a nadie. Porque son libres de hacer lo que quieran.
En definitiva en lo musical: tal como dicen en la página oficial, es un disco para degustar despacito. De hecho es probable que pase el tiempo, vuelva a leer esto y diga: pues me gusta aún más. Que Cantera y Miguel Colino están formidables; que la mano de Uoho es mágica; que Robe es imperecedero. Que en la casa de Iñaki hacen maravillas. Que las colaboraciones de Gino Pavone, Javier Mora, Mikel Piris y el cuarteto de cuerda de Ara Malikian son más que acertadas. Que vuelven a cantarle al mundo del amor y esas cosillas, y que vuelven a gustar a pijos y no tan pijos. Que le han cogido el gusto a la canción larga, pero no parece ser un problema. No es material defectuoso, es del bueno, del que se vuelve valioso con el tiempo. Se disfruta en los oídos y en las manos con cada foto que Iñaki y Robe han puesto en el libreto para acompañar las letras de las canciones. Me prometí no sacarle parecidos con anteriores pero no lo he conseguido, de hecho es probable que me haya pasado sacando parecidos. Pero tiene detalles que recuerdan a otros trabajos, es un defecto inevitable. Aunque la palabra defecto sea contraproducente en esa frase. Es un disco que me hizo feliz la primera vez que lo escuché, y estoy seguro de que no será la última vez que lo hará. Quizás no sea tan mágico como La Ley Innata, pero solo lo sabremos con el tiempo. Lo que no debemos hacer es caer en la fácil de decir “bah, es que se han vendido, ya no son lo que eran“. Claro que no lo son. La magia está en reinventarse y seguir siendo geniales. Y Extremoduro, a día de hoy lo siguen siendo.
me gusta tu "autopsia" del cd, es un análisis objetivo y no podía estar más de acuerdo contigo... cierto es que a muchos este paso a los temas de hasta 8 minutos y tal vez esa llegada al "románticismo " les ha dejado un poco de añoranza por la fuerza del principio, pero creo que lo compensan con frescura, buenos musicos, buenas letras y mucho trabajo... yo creo que este disco entrará en la lista de los imprescindibles para muchos... tiempo al tiempo..saludos reniblanca, como siempre de 10!!
Por volver como eres,
por volver como somos,
por la inmensa sonrisa de tus cansados ojos,
por volver donde alguien te quiere sin que vuelvas,
por poner a los mios con un poco más de luz.
