En las noticias de tenis debería ir escuchándose o leyéndose más el nombre de Richel Hogenkamp, una tenista de Países Bajos que está cosechando muchos triunfos en el circuito ITF, aunque los entendidos en tenis femenino saben lo complicado que puede llegar a ser dar el salto a la WTA.
No es difícil fijarse en ella, rubita, carismática y con un tenis fresco y juvenil a sus veinte años. Es verdad que sobre todo antes algunas tenistas se comían el mundo incluso sin haber cumplido los dieciocho, pero ahora hay una mayor igualdad y como sucede en el circuito masculino todas deben ir más poco a poco.
El primer paso es conseguir puntos en los torneos de ITF y eventualmente victorias, quizá hacerse un nombre, destacar por algo (aunque sea por guapa), ir apareciendo en las noticias del tenis y conseguir algunas invitaciones o wild cards para torneos importantes, lo que ayuda mogollón, porque así te libras de jugar la previa y puedes sumar un montón de puntos si tienes suerte y talento.
Es lo que ha pasado con gente como Garbiñe Muguruza, que destacó en un ITF, cuenta con un buen patrocinador, la invitaron para un torneo WTA Premier y lo hizo realmente bien. Pues algo parecido es lo que ha sucedido con Richel Hogenkamp, aunque al igual que Garbiñe todavía tiene mucho camino que recorrer si quiere establecerse por su cuenta en la WTA y no a base de invitaciones.
Hogenkamp ha protagonizado este año una final de tenis con victoria y tiene ya cinco títulos de torneos ITF en singles y seis en dobles. Es habitual que las tenistas en sus comienzos se dediquen casi por igual a ambos circuitos, porque eso te permite ganar más dinero y coger mayor soltura en diferentes superficies.
Pero sin duda y como decíamos, el mejor tenis en vivo que le hemos visto a Hogenkamp ha sido en el torneo de Bad Gastein hace poco, en donde superó la ronda previa y luego en su primer partido del cuadro principal eliminó a toda una cabeza de serie como Julia Goerges, aunque en la siguiente ronda la eliminó la española Estrella Cabeza.
