El tenis y el golf son deportes en cierta manera relacionados. Podría pensarse que porque han sido tradicionalmente disciplinas para clases acomodadas (aunque el tenis se haya popularizado mucho), pero aquí no vamos a hacer un análisis profundo de este tema. Lo que nos interesa es otra cosa.
Hace unas semanas salió en las noticias del tenis una curiosa imagen en la que se veía al jugador de golf Sergio García en una pista de tenis con Daniela Hantuchova. Resulta que el español y la eslovaca son amigos desde hace tiempo, y cuando coinciden en Estados Unidos suelen reunirse para cosas como esta, meterse en una pista de tenis y hale, a pelotear.
Cuenta Sergio García que había hecho un pacto psicológico con Hantuchova después de disputar el PGA. Dicho pacto consistía en que ambos deberían mantener la cabeza bien alta a pesar de las derrotas. Una forma de apoyarse mutuamente en sus respectivas carreras deportivas.
Y si Sergio García juega al tenis en sus ratos libres, ¿recibe clases privadas de golf Daniela Hantuchova? Ahí dejamos la duda, para quien quiera investigar.
Y hablando de golfistas, tanto en el tenis ATP como en la WTA se dan esos vínculos deportivos que antes insinuábamos. Por ejemplo, es bien conocido el romance entre el golfista Rory McIlroy y la tenista danesa Caroline Wozniacki, y en este caso seguro que sí hay clases privadas con el palito y las bolas esas.
Por otra parte, cuando no juega al tenis Nadal no duda en campar por las pistas de golf y demostrar sus habilidades de puntería y estrategia, en un deporte que no le castiga tanto físicamente, y que aprovecha para despejarse de la competición y recuperarse asimismo de sus lesiones de rodilla.
En definitiva, que si bien las chicas no es que jueguen mucho al golf (les va más salir con “golfos”), los tenistas sí que suelen darle a este deporte, aunque hasta el momento no haya ninguno que haya destacado a nivel competitivo, sino más bien como aficionados.
A todo esto, Daniela Hantuchova juega hoy contra Lourdes Domínguez en el torneo de Luxemburgo, y la estadística juega a favor de la eslovaca, con cuatro victorias y ninguna derrota sobre la española.
