La Vaca Estudiosa
La Vaca Estudiosa
Profesorado de Historia - El Bolson
Conéctate o Regístrate
Email:
Contraseña:
Mantener conexión
Registrarse
Últimos comentarios
Norma Crespo
Norma
"Soy nieta de Eusebio Fuentes y sobrina nieta de Do.."
06-07-2021 02:18
Agustin Marcos
Agustin
"Ya volvi gente asi que voy a poner mano a la obra .."
23-09-2012 23:52
Angelica Caceres
Angelica
"sep bajon, se pidio que se hga un face, pero tampo.."
23-06-2012 13:01
Sin foto
elvio
"foro desactualizado o poco motivado..."
05-06-2012 16:31
Alejandra
Alejandra
"Emile Durkheim - "El Suicidio""
20-04-2012 13:41
Estadísticas
Nº Páginas Vistas
Actividad
30 Usuarios registrados
379 Comentarios creados
0 Usuarios conectados
Enlaces recomendados
· Espacio dirigido al estudiante de Bachillerato y Secundaria
· Planeta Sedna, Un Sitio Con Alma
· Libros y material de Historia (MUY BUENO)
Usuarios más activos
Marcos
Marcos
 
87 Comentarios
Agustin Marcos
Agustin
 
63 Comentarios
Angelica Caceres
Angelica
 
62 Comentarios
Maico
Maico
 
36 Comentarios
Andrea Nilles
Andrea
 
29 Comentarios
  
CUBA: el club aristocrático que no acepta a las mujeres como socias
Angelica Caceres
Angelica Caceres
04-09-2011 14:40
CUBA: el club aristocrático que no acepta a las mujeres como socias
Fundado por estudiantes de la UBA hace casi un siglo, se rige con reglas elitistas y conservadoras. Por poco tiempo, Perón logró abrir sus puertas a todos por igual. Sus dirigentes celebraron el golpe del ’55 y varios apoyaron a Videla.
A casi un siglo de su fundación, el Club Universitario de Buenos Aires (CUBA) mantiene las mismas estrictas reglas que en 1918, cuando abría sus puertas. Aunque en ese lapso la Argentina vivió profundas transformaciones sociales, este reducto aristocrático parece haber quedado anclado en la moral conservadora de principios del siglo XX. Sucede que, desde hace más de 93 años, las mujeres no pueden asociarse al CUBA. Apenas se les permite inscribirse como “adherentes”, una figura que, en la práctica, las relega a ser miembros de segunda, ya que no participan en la toma de decisiones, no pueden utilizar la sede social más importante, ni gozan de los beneficios que sí tienen los socios varones.
Los núcleos más duros del club siempre se opusieron a cualquier cambio que propiciara mayor igualdad entre hombres y mujeres. Pero esa posición sexista no tendría explicación si se ignoraran las raíces ideológicas del CUBA, una entidad que se enfrentó al gobierno de Juan Domingo Perón, aplaudió el golpe del ’55 y, a través de sus principales dirigentes, reivindicó el terrorismo de Estado. Esta es la matriz de pensamiento que, por primera vez, Tiempo Argentino deja al desnudo.
El CUBA nació en tiempos de la reforma universitaria, cuando un grupo de estudiantes pugnaba por conformar “una entidad privada en la que los universitarios puedan
reunirse al margen de la turbulencia política”, según se lee en el sitio web de la institución.
La idea fue nuclear a las familias más tradicionales en un “club de caballeros”, al mejor estilo inglés, con fuerte contenido machista y donde la mujer tuviera un rol secundario. La tarea resultó exitosa, ya que en los inicios de su historia las damas no participaron de las actividades, y el rugby –deporte masculino por excelencia– se convirtió en uno de sus pilares. Así se relata en el libro Historia del Club Universitario de Buenos Aires, que abarca los primeros 40 años de la institución, sin mencionar a una sola mujer. Según este documento, los 95 socios que fundaron el CUBA el 11 de mayo de 1918 fueron “hombres hechos y derechos”. Y sus personalidades más reconocidas también pertenecieron al género masculino: el fundador del diario Crítica, Natalio Botana; el historiador Félix Luna; el ex presidente de River Plate, Antonio Dávicce; el ex primer mandatario Fernando de la Rúa, y hasta el dramaturgo Eduardo “Tato” Pavlovsky, con reconocida trayectoria como militante de izquierda. Este último, en diálogo con Tiempo, aseguró: “Ellos sostienen que son un club de hombres, y lo dicen con orgullo.”
Con el paso del tiempo, la incidencia de las mujeres fue creciendo, pero sólo en lo deportivo. Nunca pudieron acercarse a los cargos jerárquicos, ni participar de la toma de decisiones: apenas tienen reservadas tareas de administración. Y, como se ve en las fotografías que el club exhibe, tampoco participan de los aniversarios y las reuniones más importantes.
Paradójicamente, el estatuto del CUBA, redactado en 1921, no prohíbe en ningún párrafo la asociación de mujeres. Son las normas internas –nunca escritas– las que determinaron que, a casi 100 años de su fundación, las mujeres sólo pueden ingresar si son esposas o hijas de socios del club. Además, lo hacen bajo la categoría de “adherentes”, por debajo de los “socios activos”, espacio reservado exclusivamente a los hombres.
Las adherentes, por ejemplo, no pueden hacer uso completo de la sede social más importante, ubicada en Viamonte 1560 e inaugurada en 1923 por un representante de la aristocracia: el por entonces presidente Marcelo T. de Alvear. Allí, las damas sólo pueden usar el restaurante y la biblioteca. Los deportes que se practican en el lugar son exclusivos de los caballeros y no hay vestuarios femeninos.
“Las mujeres son adherentes del padre o del marido, no pueden entrar solas. Necesitan ese intermedio. Si no están casadas, tampoco pueden ingresar al club. En caso de entrar como adherentes, pueden hacer uso de todas las sedes, salvo de la de Viamonte”, explicaron telefónicamente desde la administración del CUBA. Ante las reiteradas preguntas de este medio, la telefonista sentenció: “Señor, este es un club de hombres, y punto.”
Pero, según su propio balance de 1995, el CUBA no es precisamente un “club de hombres”. Por aquella época, sobre 18 mil socios, 3053 mujeres mayores de 18 años integraban la institución. Es decir, casi el 20% de los miembros.
Por otra parte, el propio estatuto señala como “socios honorarios” a los decanos de todas las facultades nacionales, a los ministros del Poder Ejecutivo y al presidente de la Nación. Cabe preguntarse, entonces, si la decana de Derecho en la UBA, Mónica Pinto; la ministra de Desarrollo Social, Alicia Kirchner, o la mismísima presidenta Cristina Fernández podrían ser socias de este club. Evidentemente, quienes redactaron ese documento nunca creyeron que una mujer podría llegar a ocupar estos cargos.
“Las mas de 3000 mujeres mayores de 18 años, en su calidad de simples adherentes, experimentan desvalorización, cuando a más de medio siglo de haber obtenido el reconocimiento de su condición de ciudadanas políticas no pueden participar en el club por no admitírseles su ciudadanía societaria.” La frase pertenece al abogado José Osvaldo Casás, uno de los socios de la institución que luchó para lograr una mayor igualdad entre hombres y mujeres del club. En su libro Razones para la plena inserción de la mujer en el Club Universitario de Buenos Aires, de 1996, Casás realizó una presentación ante la Comisión Directiva del CUBA para cambiar las cosas.
Allí, el abogado citó algunos casos concretos de discriminación de género en el club. Por ejemplo, ante el fallecimiento del socio principal, a las adherentes de dicho miembro (esposa o hija) se las habilita a seguir ingresando sólo si la Comisión Directiva otorga un permiso especial. En caso de un divorcio, esta posibilidad no existe: ya no pueden volver a entrar.
Las mujeres tampoco pueden almorzar con invitados en algunas sedes, ni usar canchas de tenis en el horario nocturno, ya que es un privilegio de varones. Y si la adherente comete una falta que mereciera sanción, la pena se impone al caballero.
Estas reglas sexistas llegan incluso a atentar contra los lazos sociales de las mujeres vinculadas al club. El ejemplo más acabado es que, como describe Casás en su libro, si una adherente contrae matrimonio con un hombre que no es socio del CUBA, de inmediato se le veda la entrada.
El mismo abogado solicitó que las damas sean aceptadas plenamente, basándose en legislación antidiscriminatoria y en casos similares al del CUBA.Pero el núcleo más conservador del club se opuso a cualquier cambio. En un comunicado de 1996, la subcomisión de Interpretación y Reglamento del CUBA sentenció: “La Comisión Directiva carece de atribuciones para aceptar como socias plenas a las mujeres.” Casás apeló el fallo y los directivos, una vez más, denegaron la asociación de mujeres. Desde ese momento,
desapareció toda oposición organizada al interior del club.
Pero este carácter tradicionalista no se expresa sólo en el sexismo. A pesar de que uno de sus fundadores, el doctor Julio Dellepiane Rawson, aseguraba que el club debía ser “un segundo hogar para quienes han pasado por las universidades del país”, este medio comprobó lo extremadamente difícil y costoso que es ser parte de la institución.
El principal requisito figura en el artículo 31 del estatuto: “Tener título universitario” o “cursar o haber cursado estudios en alguna facultad de estudios superiores dependientes de la Universidad Nacional o reconocida por el Gobierno Nacional”. Los problemas comienzan al no tener familiares socios. En ese caso, la cuota de ingreso es de $ 10.360 para los menores de 23 años y de $ 11.650 para los mayores. Ese monto debe sumarse a la cuota mensual, que ronda los $ 300, y a los $ 20 que cuesta el carnet. Es decir que, para ser parte de este selecto reducto, cualquier universitario común debería abonar más de $ 10.500.
Pero, además, tendría que presentar la solicitud de afiliación “con las firmas de tres ex presidentes o ex vicepresidentes de la comisión directiva del CUBA” y de dos socios con antigüedad mínima de 15 años, quienes “deberán conocer personalmente al aspirante y se harán responsables de las condiciones morales y personales del mismo”. Por último, hay que sortear una entrevista de admisión.
Esta política exclusivista busca mantener a “la gran familia del CUBA”, según se lee en el libro Veinticinco años en la historia del Club Universitario de Buenos Aires 1968-1993. De hecho, entre 1976 y la actualidad el número de miembros nunca superó los 19 mil.
Este elitismo es propio de otros reductos aristocráticos, como el Círculo de Armas, el Jockey Club o el Club del Progreso, donde se brindó con champagne por los períodos más oscuros de la historia local (ver recuadro). El CUBA no fue la excepción y, aunque el acta fundacional aseguraba que “la institución permanecerá desvinculada de todo sectarismo religioso o bandería política”, se opuso a la “dictadura” del peronismo casi tanto como luego reivindicó a la Junta Militar que “defendió a la Nación en la guerra desatada por la agresión subversiva”.
Los roces con Perón comenzaron en 1948, cuando su gobierno no renovó la concesión de un campo deportivo entregado al CUBA por el dictador Agustín P. Justo en los años ’30. Todo empeoró en 1953, año en que el club fue intervenido políticamente. De acuerdo al Decreto 8552, publicado en el Boletín Oficial de mayo de 1953, Perón tomó esa medida con el fin de “estructurar la asociación de manera que el ingreso a la misma esté abierto a todos los estudiantes y universitarios, sin que sea factor excluyente las posibilidades económicas del mismo”. El CUBA no perdonó semejante herejía y denominó a este tramo de su historia como “los años angustiosos”.
En 1955 todo volvió a la normalidad. El capítulo “Después de la tormenta”, del libro Historia del Club Universitario…, narra: “El retorno del CUBA a su viejo cauce se produce como consecuencia del triunfo de la revolución del 16 de septiembre de 1955, que da por tierra con el régimen imperante.” Más adelante, sostiene que el gobierno de los militares Pedro E. Aramburu y Eduardo Lonardi “reparó el abuso cometido en contra del CUBA”.
Años después, directivos del club festejaron el cincuentenario de la institución con representantes del gobierno dictatorial de Juan Carlos Onganía. Y ya durante el “Proceso Militar” –así denominaron a la dictadura encabezada por Jorge Rafael Videla–, el CUBA adquirió, a través de tratativas con el brigadier intendente de Buenos Aires Osvaldo Cacciatore, una nueva sede e incorporó 160 hectáreas de terreno.
Con estos antecedentes, no sorprende que importantes dirigentes del CUBA hayan reivindicado el terrorismo de Estado. El 20 de junio de 1989, los diarios Clarín y La Nación publicaron una solicitada titulada “En reconocimiento y solidaridad”, que recogió la adhesión de 5400 firmantes. El texto decía: “Expresamos nuestro reconocimiento y solidaridad al Teniente General Don Jorge Rafael Videla, quien como Presidente de la República y Comandante en Jefe del Ejército, junto a la totalidad de la Fuerzas Armadas, de Seguridad y Policiales, defendieron a la Nación en la guerra desatada por la agresión subversiva y derrotaron a las organizaciones terroristas que pretendieron imponernos un régimen marxista.”
La solicitada contó con la rúbrica de Eduardo Yvorra, actual tesorero de la Comisión Directiva del CUBA; Adolfo Méndez Trongé (hijo), vocal titular; Luis G. Camps, vocal suplente; Gonzalo Alonso, presidente del club entre 1989 y 1993; y Cristian H. Miguens, presidente de 2001 a 2005. Por parte de la Fundación CUBA firmaron Juan Carlos Peña, actual protesorero; Domingo J. Segura Olivera, vocal titular; y José María Zorraquin, miembro iniciador de dicho organismo y pariente de Luis María Zorraquin, actual vicepresidente segundo del club.
A pesar de haber sido fundado por estudiantes de medicina, el CUBA es hoy un cónclave para abogados con gran poderío económico, de ahí que muchos también integren el Colegio de Abogados de la Ciudad de Buenos Aires, un círculo de probada simpatía por los regímenes de facto. Allí, junto al socio honorario José Alfredo Martínez de Hoz, se encuentra el actual presidente del CUBA, Adrián Felipe Pérès, un importante empresario del petróleo que entre 1968 y 1977 fue asesor de la Secretaría de Energía de la Nación.
Otro miembro de este Colegio es Juan Martín Odriozola, prosecretario de la Comisión Directiva del CUBA. Cristian Miguens, además de firmar la solicitada a favor de Videla, también integra esta cámara de abogados. Fue subsecretario de Asuntos Contradictorios durante la dictadura en la provincia de Buenos Aires, en 1981. Un año más tarde, pasó a ser subsecretario de Asuntos Legislativos. También trabajó en el Senado como asesor letrado del bloque Movimiento Popular Neuquino, que responde a la derecha peronista. Asiduo lector de La Nación, Miguens es propenso a enviar cartas donde, por caso, comparó el matrimonio igualitario con el incesto, señaló la homosexualidad como una causa de expansión del sida y se opuso ferozmente al aborto legal.
Estos hombres son quienes hoy deciden los rumbos del CUBA. Con estos preceptos ideológicos, parece una utopía que algún día las mujeres del club sean tratadas como iguales.
Fuente: DIARIO TIEMPO ARGENTINO
Mica
Mica
10-09-2011 20:50
Coincido con Angélica en que nadie habló de odio. Creo q siempre es bueno contar con más datos xq enriquecen el conocimiento.
Pero así como se respetan las cosas de un lado, hay que respetarlas del otro. No creo que la intención de Angélica haya sido convencer a nadie de lo bien o mal que puede estar esto, sino mas bien difundir. Y, en última instancia, si ella no está de acuerdo con lo que plantea este "Club", está en todo su derecho de manifestarlo (así como lo tiene aquel que pertence, o no, al mismo dentro o fuera de la aristocracia).
Me parece muy interesante el aporte de Santiago ya que es una voz que habla desde adentro. GRACIAS!
Saludos!
Angelica Caceres
Angelica Caceres
08-09-2011 02:27
Me encanto que podamos tener tu opinion, siempre es bueno ver las dos ventanas, pero aca nadie hablo de odio, yo no odio a la gente porque no piensa como yo, es mas la respeto, porque de eso se trata vivir en democracia
Agustin Marcos
Agustin Marcos
07-09-2011 15:16
Hola Santiago. Me parece muy buena tu aclaracion ya que no todo es como se ve. Cada uno tiene derecho a elegir donde uno quiere estar y pertenecer al circulo que mas le guste, no por eso vamos a condenarlo. No todos somos iguales y eso esta bueno aclararlo. Y lo del odio tenes mucha razon. Te mando un saludo grande y gracias por tu aporte desde adentro

Sin foto
Santiago
07-09-2011 02:14
Hola, ¿qué tal? Me llamo Santiago y tengo 24 años. Como socio activo del CUBA, puedo dar fe de lo que dice la nota. Sin embargo, esas ideas retrógradas e inhumanas no se contemplan en la mayoría de los socios y empleados que día a día recorren los pasillos del club. Esta disparidad se da porque, al ser un club de preeminencia deportiva, el grueso de sus socios, en los que me incluyo, dedican su estadía a distenderse y compartir la práctica deportiva con amigos, sin siquiera preocuparse en lo más mínimo por su dirección política. Lo que quiero destacar con esto es que no todos los componentes del club comparten esa filosofía, sino más bien aquellos ligados a su manejo.
¿Y por qué elegir un lugar así? Bueno, en mi caso, fui impulsado desde pequeño, irónicamente, por mi madre, una mujer tradicional que se basó en los lazos sociales que podría afianzar dentro del club en vistas a mi futuro. A pesar de mi indiferencia por ello, no desperdicié la oportunidad de contar con un club que posee 3 sedes en la Capital Federal, 2 en el Gran Buenos Aires, una en Bariloche y otra en Villa La Angostura, todas ellas con excelentes instalaciones y limitada concurrencia.
No soy adinerado y mucho menos perteneciente a la aristocracia contemporánea. Mi madre fue empleada pública toda su vida, así que se podrán imaginar que la plata nunca nos sobró demasiado. Sin embargo, fueron su perseverancia y esfuerzo, más que sus ideas, los que me hicieron criarme en un círculo social elitista, considerando que sería lo mejor para mí.
Ingresar al club no me fue sencillo ya que no tenía familiares que fueran socios. Como mi caso, hay montones. Y otros tantos han pasado a constituir la masa social del club por herencia. Pero afortunadamente las ideas no se transmiten así de fácil.
Me resta aconsejarles que no gasten sus energías en odiar a quien odia, ya que de esa forma sólo se alimenta el odio y éste destruye. En todo caso, compadézcanse de aquellos desafortunados e infelices que creen en cualquier tipo de diferencia radical en la esencia del ser humano, porque el odio los cegó.
Estoy a disposición por cualquier pregunta que tengan.
Saludos y suerte
Angelica Caceres
Angelica Caceres
06-09-2011 01:00
OLIGARCAGADORES ES MUY BUENA... si ojala...
Marcos
Marcos
05-09-2011 00:47
que buen informe... yo habia leido algo de esto y creo que se dio un informe en algún momento en tv... Gracias por compartirlo...
Y bue los OLIGARCAGADORES siempre exixtieron pero estan en proceso de extinción, eso depende de nosotros...

2024 Topforo.com | Aviso legal | Uso de cookies | Hacer foro | Foros Educación