Las gallinas no tienen un control eficiente de su temperatura, cuando nacen, hasta los 15 -20 días de vida, en que se comportan como un animal homeotermo.
En temperaturas ambientales entre 20 y 28 ºC, el pollito no pude mantener su temperatura corporal, que irá disminuyendo rápidamente, llegando al límite letal inferior de 28 ºC.
Por el contrario a 38 ºC, la temperatura del pollito sube hasta alcanzar el límite letal superior que es aproximadamente 47-48 ºC.
Por eso es tan importante que los pollitos recién nacidos reciban la temperatura que necesitan.