Por la noche mientras el alma
se abre a la esperanzay el corazón
risueño entre sueño danza, el amor
se asoma. Y así como la crizálida
hermosura del alba resplandece
la glorieta. El amor, con alegría
y sin pena, a mí corazón deslumbra
con la presencia de ella...
Y al despertar sólo la almohada
es testigo del espejismo
que tanto excita mi fataigada
esperanza.