A lo largo de nuestra Vida, siempre, en algún momento, vamos a conocer lamentablemente lo que es una decepción, ese episodio dónde te das cuenta que alguien no es tal como tu lo pensabas, lo cual lo lleva a crearte una decepción ya sea por sus actitudes o por alguna traición también hacia ti mismo. Lógicamente es un momento complicado, muy feo, que todos, como dije al principio, lo conocemos en algún momento de nuestra Vida, pero tenemos que saber muy bien que esas decepciones, no son más ni menos que grandes lecciones que a lo largo de nuestra trayectoria como personas las vamos a ir aprendiendo. Seguro les habrá pasado, como me ha pasado a mí también, que luego de una decepción, solemos volvernos más vulnerables, más fuertes, quizás un poco más duros en el sentido de estar a la dicha de todo, de que podemos decir quizás que ya contamos con experiencia y que podemos darnos cuenta cuándo es el momento de confiar a ciegas y cuál el de comenzar a sospechar porque las cosas no están siendo como nosotros las creemos. En síntesis Chicos, todos sabemos que sufrir una decepción es muy feo, pero a la vez debemos tener muy en cuenta que es un paso a madurar aún más nosotros mismos y aprender grandes lecciones que a lo largo de nuestro camino por la Vida, nos recompensa con buenos resultados.