La diferencia más importante entre un sistema distribuido y un sistema de un único procesador es la comunicación entre procesos [25, Tanenbaum].
En un sistema de un solo procesador la comunicación supone implícitamente la existencia de la memoria compartida:
Ej.: problema de los productores y los consumidores, donde un proceso escribe en un buffer compartido y otro proceso lee de él.
En un sistema distribuido no existe la memoria compartida y por ello toda la naturaleza de la comunicación entre procesos debe replantearse.
Los procesos, para comunicarse, deben apegarse a reglas conocidas como protocolos.
Para los sistemas distribuidos en un área amplia, estos protocolos toman frecuentemente la forma de varias capas y cada capa tiene sus propias metas y reglas.
Los mensajes se intercambian de diversas formas, existiendo muchas opciones de diseño al respecto; una importante opción es la “llamada a un procedimiento remoto”.
También es importante considerar las posibilidades de comunicación entre grupos de procesos, no solo entre dos procesos.