En el verano del 90 yo tenía 12 años y una considerable afición pirómana. Recuerdo con cariño la tarde de verano en que me disponía a armar una bomba con una bolsa de 150 gramos de pólvora y apareció, bajando la calle, el gordo Martín en su skate. Dicen que los amigos más entrañables son los que se conocen en la adolescencia.
Con Martín armamos bombas de todo tipo; arrancábamos los cachos de bloques del muro de la placita del barrio. Hacíamos temblar el Cerrito. Las viejas a los gritos y nosotros cagados de risa. Éramos amigos de pólvora.
Luego arrancó la época de los cumpleaños de 15. Para hacerme el galán nunca llevaba la tarjeta y le hacía buscar al portero mi nombre en la lista con mi cédula. Berretín adolescente. Era sábado y yo estaba convencido, no sé por qué, que el cumpleaños de Viviana Bello era en el club Fraternidad, una cuadra y media cruzando General Flores.
Se me ocurrió llevar de colado a Martín, con el viejo verso de que era mi primo que había venido de Argentina y se estaba quedando en casa. Con toda la confianza del mundo, le entrego mi cédula al portero, que me busca por atrás y por adelante de la lista y me dice:
_ No estás en la lista, pibe.
_ ¿¡Como que no estoy en la lista!? Debe haber un error.
_ Esperá que busco de nuevo? No, no estás, el que sigue...
Le pido al portero que llame al padre de la chica y listo. Luego de un rato, viene el susodicho, que estaba bastante nervioso, apurado y confundido con semejante producción quinceañera.
_ Hola, mire, yo soy el amigo de...
_ Sí, sí, dale, ¡pasá, pasá!
_ Pero es que vine con mi primo, que...
_ Dale, pasen los dos
Facilísimo el fraude, pero cuando entré y no vi a ningún conocido del liceo, ni una ---- cara conocida, sentí que estaba pasando algo raro. La que estaba de espaldas en la mesa de la torta era Viviana, la del cumpleaños. Fui hacia ella a saludar, con colado y todo, le toco el hombro para que se dé vuelta y no era Viviana? en eso viene el padre hacia nosotros, y ella es la que pregunta ?Y estos dos, ¿quiénes son??.
_ Disculpe, jefe, nos equivocamos de cumpleaños? ya nos vamos.
_ No, señor, de acá no se va nadie, y ahora mismo les pongo una mesa y se me quedan.
Muy gentil y efusivo el hombre, pero yo me quería ir donde estaban mis amigos. Fue Martín el que me convenció de quedarnos.
El hospitalario padre nos puso la mesa, un platito de sánguches y un litro de Mac Pay. Pasamos de colados a ser la envidia de todos los pibes del cumpleaños.
Arrancó la cumbia y todo el mundo a bailar chunga cachunga? Mi amigo y yo hicimos mesa, mirando para la pista y tomando, sin molestar a nadie. Pero del borbollón sale un tipo con la mano enyesada, onda le pegué una piña a alguien y me rompí la mano, y comienza a relajar todo a Martín, a las puteadas limpias. Martín asombrado, tirado para atrás, y el plancha con el índice le picoteaba la nariz. Yo del otro lado de la mesa no escuchaba nada por el volumen de la música. En eso el plancha termina su discurso y se va a su mesa, donde lo esperaba su séquito patotero. Atino a seguirlo para preguntarle cuál es el problema:
_ Mi compañero y yo estamos en una tranqui, sin molestar a nadie ?le digo.
_ Tu amigo está de vivo desde hoy y lo voy picar como un queso? tengo la mano enyesada, pero tengo esto?
Y en ese momento se levanta la remera y deja ver el mango de un calibre 38, el primer que vi en mi vida. El tipo estaba borracho, enojado con nosotros, era locatario y tenía un 38...
Volví a mi mesa, con indisimulado apuro.
_ Martín, tenemos que irnos ya de acá
_ Yo no me voy a ningún lado? A este planchita lo hago de goma.
_ ¡¡Tiene un 38!!
Rajamos. La salida estaba justo atrás del grupo enemigo. No nos alejamos ni treinta metros del salón que sentimos salir a todos los pibes, comandados por el que tenía el 38 en la mano y comenzó a disparar.
Corrimos como nunca, los talones en la nuca, picaban las balas en la vereda, el viento a favor traía el intenso olor a pólvora. Martín se caía al piso del pedo, yo lo levantaba, todo en repecho, subiendo el Cerrito, corriendo hasta llegar a la iglesia donde caímos muertos del cansancio pero ilesos. Nos quedamos callados la boca por un buen rato y lo primero que dijo mi amigo fue Yo no hice nada.
Unos años después, Martín cayó en las garras de la pasta base, droga que le fue generando una esquizofrenia inducida por consumo de estupefacientes (eso me dijo el médico cuando lo llevé a que lo atendieran). Al final, escuchaba voces, estaba convencido de que la CIA le había puesto un chip en el cerebro.
Muy mal, ya no era Martín.
Una de las peores mañanas de mi vida mi madre me despertó llorando, diciendo que Martín no sé qué cosa, al principio no le entendía bien pero después sí, que Martín con una Magnum 357 había matado a su madre y luego se había suicidado.
Salté de la cama y corrí hasta su casa, el mismo repecho del Cerrito que nos salvó ahora me separaba de él. Cuando llegué estaba su padre, muy confundido, recién había pasado todo y en esa casa todavía se olía ese dulce OLOR A POLVORA.
Impresionante relato Ellucci, pero al final no supieron que le paso al plancha?...jajaja
Tus derechos terminan donde comienzan los mios
Luis GLOCK
20-08-2011 02:48
Cosas tontas que uno piensa, con esa situacion de chico uno podria pensar que no le gustarian nunca mas las armas, despues del suicidio de un amigo y de la madre con armas, lo ratificaria. Pero no todos somos iguales, lo que uno lleva en la sangre no hay como pelear. La polvora asi fuera de una bomba que mato a 16 personas nos sigue pareciendo dulce y eso no lo cambia nada. Se entiende.
Lo que a uno le gusta le gusta y listo. pase lo que pase.
lucci, lo veo el sabado por el IPDC? lleve el de 100 tiros
ELLUCCI
20-08-2011 08:42
Este sabado imposible.
Me espera la butaca en el Gran Parque Central.
Estos colores son un sentimiento.
Ellucci, muy fuerte el relato, solo una cosa no me cierra. Dice que en el verano del 90 usted tenia 12 años? jaja. Anda por los 33 entonces segun mis calculos!
Lamento lo de su amigo. Y despues cuente que hizo con esos pichis que le tiraron, si pudo averiguar quienes eran.
Y al que no le guste le aplicamos el "rifle sanitario"...
ELLUCCI
22-08-2011 08:31
No, no....el relato no es de mi vida personal.
Fue extraido de la web.