INTERCAMBIABILIDAD DE CARTUCHERÍA EN ARMAS DE FUEGO
REPLANTO
23-04-2011 09:56
Siempre es conveniente disparar únicamente la cartuchería propia del arma que poseemos debido a que la misma fue diseñada para “ese cartucho” y no para otro.
Pero ocurre que debido a la gran cantidad de armas recamarazas para la enorme infinidad de cartuchería existente (obsoletas o no) muchas veces nos encontramos con que podemos incurrir en un grave error simplemente por ignorancia, confusión o negligencia de nuestra parte.
Tenemos también el caso de que en armas más o menos antiguas, si las mismas fueron reempavonadas, con el pulido anterior a esta operación nos encontramos con que se han borrado las marcas y leyendas que poseía y no sepamos a ciencia cierta cuál es el cartucho que dispara.
En estos casos no es conveniente recurrir al uso de ninguna herramienta de medición como por ejemplo un calibre de precisión debido a que muchos calibres son nominalmente iguales para el observador poco entendido, y más, nada tiene que ver un mismo diámetro con una misma potencia de cartucho.
Ejemplo de esto nos lo brindan infinidad de armas que son casos típicos de errores como por ejemplo revólver calibre 44.40 en que en sus alvéolos “se puede” introducir y dispara con margen potencialmente alto “de error”, que según la equivocación puede llegar a ser trágico, un cartucho 44 Mágnum, un 44 Special, un 44 Long Colt o un 44 Ruso por citar un solo ejemplo de un arma, pero hay cientos. Cito el ejemplo de 44.40 porque casi siempre estos errores no se dan en armas modernas o nuevas que difícilmente no posean una clara descripción del calibre que disparan o que por ser una cartuchería más actual conocemos mejor y muy difícilmente nos induzca a cometer errores y además porque conocí un caso verídico con un revólver Smith & Wesson calibre 44-40 en el que con lastimosas consecuencias se disparó por error munición 44 Mágnum.
En cartuchería actual también ocurre el caso típico de armas que no son aptas para disparar cartuchería de pólvoras sin humo y sin embargo por desconocimiento de la significación de las marcas de prueba del arma, disparamos igual con cartuchos de producción actual, como el concurrente caso de muchos revólveres españoles que abundan en nuestro medio y llevan el cuño PN (pólvora negra) en calibres 32 Largo y 38 Largo y disparamos sin ton ni son cartuchos de producción actual.
Solamente dando gracias a una buena manufactura y buenos aceros, es que estas armas no revientan “literalmente” o sí lo hacen luego de algunas decenas de disparos, pero para cuando esto ocurre, ya es tarde para lamentos. Por lo tanto sigo insistiendo que solamente es conveniente disparar con la munición adecuada y para la que fue fabricada el arma. Imaginemos en vez de un cartucho factory “suave” del 38 Special introducir alguna recarga +P+ en uno de estos revólveres por mejor estado que posean. Mejor ni pensar.
Tenemos también el caso de escopetas recamarazas para un mismo calibre pero diferente largo de recámara que también nos presentan otro patrón que proporciona muchas veces graves errores que atentan contra la integridad del arma y lo que es peor, del tirador. Muchas escopetas algo antiguas pero en buen estado de uso y conservación nos tientan a salir de caza con ellas, quizás no observando que estamos disparando cartuchos del 16 con largo de vaina de 70 mm. en una escopeta calibre 16 pero con un largo de recámara de 65 mm. de un solo cierre, error que puede ser infortunado y lo fue en más de un caso.
Cabe acotar que muchas personas utilizan en carabinas calibre 22 LR munición 22 Short, si bien esto no supone ningún problema peligroso a nivel de integridad del tirador lo que sí sucede es que al ser la munición más corta que la recámara para la que fue diseñada, al ser disparado el cartucho éste lo hace desde la recámara misma, originando erosión en la recámara y posibles hinchamientos de vainas y problemas de expulsión al querer disparar después con cartuchos originales. Claro que esto no sucede si disparamos unos cuantos tiros muy de vez en cuando y con la precaución de limpiar muy bien la recámara luego de una sesión de disparos con cartuchos de vaina más corta en relación a la recámara original. El abuso y la falta de limpieza o descuido por parte del tirador en estos casos sí originan estos problemas descriptos que terminan por arruinar la funcionalidad del arma. Si bien más de un lector puede haber leído sobre el cañón o cajón de mecanismos de alguna carabina 22 marcha Winchester o Marlin u otras del tipo “palanqueras” o a cerrojo (casi siempre armas con almacén tubular) la inscripción “..for cartridges 22 Short, Long and Long Rifle”, esto solamente conjetura que “pueden” dispararse esos calibres sin problemas en tanto y cuanto –repito- no se abuse de su usanza. Lo mismo ocurre disparando un 32 S&W desde un 32 S&W Largo; un 38 S&W desde un 38 Special; o un 38 Special desde un 357 Mágnum, etc..-
Es muy importante saber también que un mismo cartucho muchas veces posee varias acepciones y todas correctas, esto depende siempre de la conversión de cartuchería original denominada en sistema métrico o en milímetros (países europeos de origen latino y latinoamericanos) y su conversión a denominación en sistema sajón o en pulgadas (casi siempre Estados Unidos y Gran Bretaña) o viceversa; también ocurre en el caso de que un calibre fue originalmente bautizado por un propósito especial (Ej.: 9 mm. Parabellum = Para la guerra) o con el nombre de su creador (Ej.: 7,65 mm. Browning = Desarrollado por Jhon Moses Browning) y también sea el mismo o una variación de todas estas similitudes, o sea que a varias denominaciones estamos hablando de cartuchos análogos.
En el caso de la cartuchería semimetálica para escopeta también suceden algunos problemas que generan confusión. Generalmente el embrollo se presenta sobre el largo de la vaina del cartucho y el largo de vaina original de la escopeta. En las escopetas más antiguas de fuego central los largos de recámara comunes eran de 65 mm., luego pasaron a 67,5 mm., y la evolución los llevó a 70 mm.(2 ¾”), ahora más comúnmente se pueden observar en 76 mm. (3” o Mágnum) y lo “último” son 89 mm (3 ½ “ o Súper Mágnum), siempre en busca de una mayor cantidad de munición y pólvora para un mismo calibre, ordinariamente los “favoritos yankees” que son el 20 y el 12. Como en el caso de otros calibres de armas con ánima rayada, podremos en las escopetas siempre disparar un cartucho de igual o menor longitud de vaina que la recámara del arma pero nunca al revés. La única confusión que puede presentarse en cuánto a intercambiabilidad de cartuchería sucede en las escopetas importadas recamarazas para el cartucho 410 que poseen un calibre nominal idéntico al 36 (mal llamado 12 mm.) pero con un largo de recámara de 65 mm. en contra de los 53 mm. que posee un cartucho 36 normal, o sea que en las escopetas 410 pueden dispararse sin problemas cartuchos 36 pero no a la inversa.
Espero amigo lector, que estas líneas hayan despejado alguna duda respecto del contenido de la presente nota y que le ayuden al mismo tiempo a concientizarse del real y latente peligro que significa en muchos casos confiarse cuando “no se está totalmente seguro”. Ante todo prudencia y ante la duda no vacile en consultar a su armero de confianza que siempre es mejor que tener que entrevistarse con su médico de cabecera o peor aún, buscar alguno de guardia en el hospital más cercano.-
ACLARACION: Texto extraído de la revista Argentina “Todo Armas”.-
Wildcat
26-05-2011 15:58
Ejemplo de esto nos lo brindan infinidad de armas que son casos típicos de errores como por ejemplo revólver calibre 44.40 en que en sus alvéolos “se puede” introducir y dispara con margen potencialmente alto “de error”, que según la equivocación puede llegar a ser trágico, un cartucho 44 Mágnum, un 44 Special,
Discrepo. En una recámara 44-40 que es cónica, no cabe un .44 magnum. Cuando éste calibre, el .44 magnum logra entrar en la recámara 44-40 es porque el arma está absolutamente fuera de servicio. De lo contrario es porque "alguien" la logró introducir a martillazos, para lo cual no necesitará dispararla.
Asimismo, reconozco que se debe aplicar una de las más importantes leyes de Murphy que dice:
NADA ESTÁ HECHO A PRUEBA DE TONTOS, DEBIDO A QUE LOS TONTOS SON TAN INGENIOSOS QUE TODO LO PUEDEN DESTRUIR.
Aplíquese.
Justo no es tratar a todos por igual, si no distinto a los que son diferentes.
