Al igual que no todas las actividades son susceptibles de realizarse mediante teletrabajo, tampoco todos los trabajadores son idóneos para esta forma de trabajar.
A la hora de designar posibles teletrabajadores, la empresa debe investigar a través de entrevistas si las personas poseen las siguientes competencias:
- Ser capaces de automotivarse y específicamente de motivarse por la tarea en sí. Las personas que necesitan mucho contacto social como fuente de estímulo no son las más adecuadas para el teletrabajo.
. Saber planificarse, ser organizados y saber administrar bien el tiempo, pues no son supervisados continuamente y es la única forma de que puedan cumplir los objetivos en sus plazos.
- Tener una fuerte autodisciplina, capacidad de concentración y capacidad de compromiso, ya que el trabajador en casa puede distraerse con facilidad.
- Tener un buen grado de autosuficiencia, pues aunque el teletrabajador puede recibir ayuda de otros compañeros por medios telemáticos, esta ayuda no será tan cercana como cuando está en la oficina.
- Saber mantener la adecuada separación entre su vida privada y profesional.
- Ser competentes desde el puntos de vista técnico.
- Ser una persona íntegra éticamente. Este aspecto, que siempre es importante, es crítico a la hora de designar teletrabajadores.
Además de las cualidades personales del teletrabajador, el profesional debe disponer de un espacio mínimo imprescindible en el domicilio y que las condiciones familiares le vayan a permitir poder realizar el trabajo de forma productiva.
Cómo introducir el teletrabajador
La introducción debe planificarse cuidadosamente. Se debe preparar un estudio de viabilidad en el que se especifique hasta qué punto es factible el teletrabajo en la empresa.
El equipo que se haga cargo del estudio debe ser interdisciplinar, pues los aspectos que se deben tener en cuenta son diversos: cómo pueden verse afectados los clientes, cómo se pueden minimizar los perjuicios si se producen, cómo se ven afectados los procesos de trabajo de las tareas implicadas. También debe fijarse en los aspectos laborales como: ¿hay frenos en el convenio colectivo para la implantación del plan? ¿cuál es el periodo de prueba necesario?, ¿criterios de éxito?
Es interesante prever una fase de prueba o proyecto piloto que aclarará si se consigue la productividad deseada. En esta fase se incluye la preparación de los participantes. hay que hacer énfasis en el entrenamiento, la concienciación y la formación. En cuanto a este último punto, tenga en cuenta que quizá los teletrabajadores necesiten formación sobre ciertas habilidades de gestión, conocimientos técnicos para el manejo de equipos y, muy importante, procedimientos de seguridad e higiene.