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ensayo Benjamin
Maico
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14-12-2011 16:36
Ensayo Walter Benjamin. El tiempo histórico como constelación (crítica a las ideas de tiempo lineal y progreso )
Walter Benjamin :
Nació el 15 de julio de 1892 en Berlín, donde comenzó sus estudios de filosofía, que prosiguió en Friburgo, Munich y Berna. Su vocación académica quedó truncada al no ser aprobada su tesis doctoral -'El origen de la tragedia alemana' (1928)- en la Universidad de Fráncfort. Próximo a los postulados del pensamiento marxista de György Lukacs, mantuvo una estrecha relación con el dramaturgo germano Bertolt Brecht. De origen judío, tras la subida del nazismo al poder huyó a Francia, donde prosiguió su obra teórica. Ante el avance nazi sobre Francia, en 1940 huye con su hermana a Londres y consigue un visado para viajar a Estados Unidos, facilitado por Max Horkheimer. Al atravesar la frontera franco-española, es detenido por la policía y pone fin a su vida. (http://www.infoamerica.org/teoria/benjamin1.htm)
Desarrolló su actividad intelectual en un momento complejo de Europa Moderna, entre la primera y la segunda guerra mundial. En esta época de intensa búsqueda intelectual Benjamin se convirtió en un provocador hasta la actualidad, en la Tesis de la filosofía de la Historia, presentadas por Adorno en 1940, encontramos un claro ejemplo de su acercamiento al surrealismo efectuado a finales de los años 20. En este momento intelectual Benjamin ataca la concepción positivista de la historia, dejando ver que la repetición de la historia es la repetición del sufrimiento humano.
Sus escritos dejan al lector con un mágico enamoramiento a su forma literaria pero a la vez un sinfín de interrogantes.
Para Walter Benjamin la concepción del tiempo lineal era un absurdo; el tiempo histórico como constelación es la respuesta que este da a la concepción eurocentrista donde los diversos tiempos se comunican de forma continúa como en un devenir histórico; la historia vista como una constelación de diferentes momentos que podrían conectarse , vinculando hechos pasados, entre si y a su vez conectando estos con el presente, en un intento de quebrar la temporalidad lineal y abrir el tiempo en todas direcciones donde el pasado, presente y futuro confluyen en un espiral.
Nos encontramos en casi todas sus obras con un eje de tiempo espacio, así sea en “El Narrador”, donde Benjamin nos muestra, las formas en las que las historias son narradas , y este encuentro del pasado con sus interlocutores, en esta noción de historia que actúa constantemente en el presente:
“Narrar historias siempre ha sido el arte de seguir contándolas, y este arte se pierde si ya no hay capacidad de retenerlas. Y se pierde porque ya no se teje ni se hila mientras se le presta oído. Cuanto más olvidado de si mismo está el escucha, tanto más profundamente se impregna su memoria del oído. Cuando está poseído por el ritmo de su trabajo. Registra las historias de tal manera, que sin más agraciado con el don de narrarlas. Así se constituye por tanto la red que sostiene al don de narrar. Y así también se deshace hoy por todos sus cabos, después de que durante milenios se anudara en el entrono de las formas más antiguas de artesanías”
También en su tesis de la filosofía de la historia encontramos este vínculo irrompible, que Benjamin poetiza, entre el pasado y sus presentes, entre la visión de la historia mostrando en espejo la actualidad y tapando, en la mayoría de las ocasiones, las muchas otras historias, como asó tambien la toma del discurso histórico como herramienta ideológico- política de coerción.
Escritas en 1940, están cargadas de reflexiones sobre el tiempo histórico y las tareas del materialismo histórico, el autor critica el concepto de tiempo lineal y el progreso sostén del historicismo de los vencedores. Es considerado su legado intelectual debido a que este es su último texto. Aquí aparece también la figura clave en la que se plasma la idea de Benjamin de historia y memoria: el Ángel de la Historia que Benjamin ve en el “Angelus Novus” de Paul Klee:
Aquí dos de los 15 apartados:
8 La tradición de los oprimidos nos enseña que la regla es el «estado de excepción» en el que vivimos. Hemos de llegar a un concepto de la historia que le corresponda. Tendremos entonces en mientes como cometido nuestro provocar el verdadero estado de excepción; con lo cual mejorará nuestra posición en la lucha contra el fascismo. No en último término consiste la fortuna de éste en que sus enemigos salen a su encuentro, en nombre del progreso, como al de una norma histórica. No es en absoluto filosófico el asombro acerca de que las cosas que estamos viviendo sean «todavía» posibles en el siglo veinte. No está al comienzo de ningún conocimiento, a no ser de éste: que la representación de historia de la que procede no se mantiene.

9 “Tengo las alas prontas para alzarme, Con gusto vuelvo atrás, Porque de seguir siendo tiempo vivo, Tendría poca suerte”. Gerhard Scholem: Gruss vom Angelus.
Hay un cuadro de Klee que se llama Angelus Novus. En él se representa a un ángel que parece como si estuviese a punto de alejarse de algo que le tiene pasmado. Sus ojos están desmesuradamente abiertos, la boca abierta y extendidas las alas. Y este deberá ser el aspecto del ángel de la historia. Ha vuelto el rostro hacia el pasado. Donde a nosotros se nos manifiesta una cadena de datos, él ve una catástrofe única que amontona incansablemente ruina sobre ruina, arrojándolas a sus pies. Bien quisiera él detenerse, despertar a los muertos y recomponer lo despedazado. Pero desde el paraíso sopla un huracán que se ha enredado en sus alas y que es tan fuerte que el ángel ya no puede cerrarlas. Este huracán le empuja irreteniblemente hacia el futuro, al cual da la espalda, mientras que los montones de ruinas crecen ante él hasta el cielo. Ese huracán es lo que nosotros llamamos progreso.
Con esta metáfora, Walter Benjamin intenta explicar el marco de la modernidad sobre la cual la sociedad ha construido una ilusión de progreso donde los viejos esquemas quedan atrás y la promesa de un futuro pleno se abre en el horizonte. Entre las ruinas queda la religión como algo superado y sobre el cual el ser mítico quisiera regresar. El Ángelus Novus no es otra cosa que la imagen que la sociedad moderna se ha construido de sí misma. Por un lado parece imponerse el esquema de la razón ascendente sobre cualquier otra mirada del mundo. Por otro, y de manera simultánea, es el ángel quien voltea sobre las ruinas, no para regresar, sino para tener un sentido del rumbo de su vuelo.
En estas dos frases de su “tesis” nos encontramos con los relatos de lo tortuoso de la Historia, una muestra del ánimo, la decisión coyuntural de derrota e indignación que prevalecía entre todos los antifascistas y su proyección, alentando a formar un estado de excepción donde ya nadie sea exento, donde el fascismo desaparezca, para que el progreso no esté ya mas fundado sobre la sangre derramada del proletariado , Benjamín adopta claramente una perspectiva desde los oprimidos, pero sin subordinar este pensamiento a algún partido político en particular.
Benjamin parte del doloroso reconocimiento de que todo el movimiento histórico conocido desde mediados del siglo XIX como “revolución comunista” o “revolucionario socialista”, ha terminado por ser un intento fracasado. La mención específica de una clase obrera alemana que terminó siendo presa del fascismo, por querer adaptarse es bastante clara en la tesis. El autor encara contra la narrativa lineal progresista propia del historicismo.
Los principales ingredientes de la concepción de Benjamin sobre la práctica histórica son la memoria, la repetición y la necesidad de la intervención política: su propósito primario era el de liberar a la historia de su representación, la nostalgia y el efecto efímero de reafirmar la identidad del pasado continuamente con el presente. (Horrotunian, 1996, 67)
Benjamin se opuso a creer en el progreso del historicismo y a la socialdemocracia que lo sustenta en sus tiempos. Tiende a postular el tiempo presente como transición, no se trata de ampliar el historicismo existente para que abarque a las clases dominadas, pasando de un historicismo de derecha a un historicismo de izquierda, sino de entender los momentos claves de la historia como LA RUPTURA.
Su contacto con el Marxismo lo llevo a creer en la necesaria intervención política sobre la vida diaria de los seres humanos.
En el breve texto “El Pañuelo” nos muestra las nociones claves de espacio-temporal que el autor propone para una memoria que se encuentra vinculada con la narración. Así podríamos encontrar en casi todos sus textos este vinculo imaginario que nos llevaría a su noción de historia como constelación donde los acontecimientos van y vienen en el tiempo y donde el tiempo va y viene dentro de la historia haciendo de esta.
El Libro de los Pasajes que es donde encontramos, específicamente, la noción de El tiempo Histórico como constelación (ocupo a Benjamin durante 13 años desde el 1927 hasta su muerte en 1940 ) .El propósito de esta obra fue, para el editor de la misma, unir el material y la teoría, la cita y la interpretación, en una nueva constelación mas allá de toda forma corriente de exposición.
“del mismo modo que en Bloch el individuo que tiene una vivencia no es aún cociente de sí mismo en el instante en que la tiene, así también en Benjamin los fenómenos históricos resultan opacos y oscuros, para el colectivo mismo que sueña; así como en Bloch la experiencia individual es siempre la que acaba de pasar, la interpretación Benjaminiana del presente: la acción en el presente es para él un despertar del sueño de la historia, una explosión de lo pasado, un vuelco revolucionario. Estaba convencido de que “el conjunto de las situaciones objeto de este trabajo “se clarificarían en “el proceso autoconciente del proletariado”; no dudo en entender los Pasajes como parte en la preparación en la revolución proletaria. “La penetración dialéctica en contextos pasados y la capacitación dialéctica para hacerlos presentes es la prueba de la verdad de toda acción contemporánea. Esto determina la tarea del historiador como rescate del pasado – o como Benjamin lo formula, apoyándose en otro concepto de Bloch, como “despertar de un saber aún no consiente, a cerca de lo que ha sido”, mediante la aplicación de, “la doctrina del saber no conciente, al colectivo de sus diversas épocas”. (El libro de los pasajes – introducción del editor-)
La imagen constelar marca la transición desde la mitología o ilusión hacia una auténtica comprensión de la historia. La tarea del historiador crítico es, según argumenta Benjamin, posicionarse contra la ideología del “progreso”, desarraigar cualquier vestigio de desarrollo de la imagen de la historia y representar el devenir… como una constelación existente”. El signo no solo entraña un presente y una historia sino que, además, es condición de posibilidad para abrir la noción de futuro. El signo, en cuanto presente y pasado, es un punto que abre el tiempo como advenir, como presciencia. El signo inaugura un espacio de lo concebible que se avizora, una suerte de cono temporal cuyo vértice es el presente. En este sentido, el signo es tiempo que se precipita en flujo sobre sí mismo. Si bien por razones analíticas se ha pretendido ratificar el signo como pura exterioridad, verdadera prótesis, esto ha ocultado su papel fundamental de la constitución misma del ser y del tiempo” (Cuadra, Alvaro. Walter Benjamin: Opticas de la modernidad. Chile. Elap. 2009)
“De hecho Walter Benjamin era adverso a una concepción lineal del tiempo, más bien concebía el tiempo histórico como una “contelacion” en que diversos momentos de la historia podían conectarse” (Cuadra, Alvaro. Walter Benjamin: Opticas de la modernidad. Chile. Elap. 2009).
En el pensamiento benjamineano hay lugar para la esperanza, la cual se nutría tanto del materialismo histórico como de sus creencias. Concibió la historia como una catástrofe permanente, una incesante recaída en la naturaleza que habrá de perdurar inexorablemente en tanto no llegue la salvación Divina. Una de estas formas fue el proletariado, más exactamente el proletariado emancipado, el proletario en acción revolucionaria. Si para algunos el tiempo es vacío y progresivo "La consciencia de estar haciendo saltar el continuum de la historia es peculiar de las clases revolucionarias en el momento de su acción." (Benjamín). "El materialista histórico no puede renunciar al concepto de un presente que no es transición, sino que ha llegado a detenerse en el tiempo. Puesto que dicho concepto define el presente en el que escribe la historia por cuenta propia." (Benjamín). Así encontramos, que el materialismo histórico reconstruye el tiempo, la historia y los acontecimientos de una coyuntura revolucionaria en la lucha en favor del pasado oprimido. Fundamenta un concepto de presente como «tiempo - ahora» en el que se han metido “esparciéndose astillas del mesiánico." (Benjamin). En cuanto a los judíos Benjamin nos dice: "Se sabe que a los judíos les estaba prohibido escrutar el futuro. En cambio la Thora y la plegaria les instruyen en la conmemoración. Esto desencantaba el futuro, al cual sucumben los que buscan información en los adivinos. Pero no por eso se convertía el futuro para los judíos en un tiempo homogéneo y vacío. Ya que cada segundo era en él la pequeña puerta por la que podía entrar el Mesías." (Benjamin). El pensamiento de Benjamin esta aquí porque hace parte del tiempo-ahora, "y del mismo modo hace saltar a una obra determinada de la obra de una vida. El alcance de su procedimiento consiste en que la obra de una vida está conservada y suspendida en la obra, en la obra de una vida la época y en la época el decurso completo de la historia."( Benjamin).
Benjamin nos propone un desplazamiento importante, invertir el sentido histórico: El pensamiento histórico no consiste en ir del presente a un pasado, sino actualizar el pasado desde el presente. El el encuentro presente- pasado que ilumina la constelación resucitando los hechos históricos.






Bibliografía utilizada:
• Benjamin Walter- 1940-Tesis de la filosofía de la historia- traducción Jesús Aguirre. Taurus,Marid 1973
• Cuatro textos sobre filosofía- Una imagen de Proust- 1929- Benjamin Walter.
• Benjamin Walter- Libro de los pasajes- Edición de Rolf Tiedemann- Editorial Akal- 2005
• Benjamin Walter- el Narrador- Librodot.com
• Cuadra Alvaro – Benjamin Walter: ópticas de la modernidad- Versión resumida. Chile Elap. 2009
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