• Falta de autodisciplina por parte del alumno, que al no tener apenas delimitaciones para realizar la formación, tiende a relajarse y no completarla.
• El efecto curva de aprendizaje, que se produce al no estar familiarizado el alumno con el entorno online, o incluso con el manejo de un ordenador. Aunque las plataformas virtuales donde se desarrolla la formación son cada vez más intuitivas y fáciles de usar, a veces los usuarios tienen que familiarizarse previamente con el entorno de trabajo antes de confiar en esta modalidad.
• Problemas técnicos que puedan surgir, tanto problemas en la navegación como problemas dentro del mismo aula virtual.
• Sensación de soledad a la hora de formarse. Desde pequeños nos han acostumbrado a la formación en sociedad, dentro de un aula y con unos compañeros. Es por esto que la formación online puede suponer una falta de motivación, aunque normalmente esto puede suplirse con foros, chats o webinars.