Un 2 de marzo de 2008, Palermo le metió un gol (justo) a Gimnasia y se convirtió en el mayor artillero del profesionalismo de Boca, igualando a Pancho Varallo.
Ya tenía varios capítulos a cuestas. El gol a River tras su lesión, los gritos contra el Real Madrid, la pared que se le vino encima en Villarreal... Pero Palermo entró a la historia grande de Boca un 2 de marzo de 2008. Y, como no podía ser de otra manera, lo hizo con un gol: marcó el 1-0 contra Gimnasia y así alcanzó a Pancho Varallo como máximo artillero en la historia profesional del club.
En un partido complicado, donde Boca tuvo que meter y aguantar el partido tras la roja al hoy riverplatense Maidana, Palermo convirtió de penal cerca del cierre del primer tiempo y le dio la victoria a un equipo dirigido por Ischia que arrancaba derecho: con diez puntos en cuatro fechas, era líder del Clausura.
Hubo una controversia en torno a los goles de Varallo. Con el paulatino acercamiento de Palermo a sus 180 goles (históricamente así contabilizados), desde organismos de estadística se le sumaron a Pancho 14 tantos más, anotados en Copas oficiales. Sin embargo, se agregaban esos goles de Varallo a la estadística pero no se incorporaban triunfos y títulos conseguidos. Olé decidió seguir con los 180 tantos, y el Titán los alcanzó esa tarde en La Plata.
Faltaban más capítulos de la película de Palermo. Otra rotura de ligamentos, alcanzar los récords de Cherro para ser el mayor goleador en la historia global de Boca, los goles en la Selección, su despedida. Pero el del gol a Gimnasia, el día que Martín se subió al pedestal profesional, fue una historia aparte.