Las botellas de buceo permiten que los buceadores se mantengan bajo el agua hasta por una hora o más, dependiendo de factores como el tamaño de la botella, velocidad de respiración y profundidad.
Todas las botellas de buceo tienen válvulas, mecanismos de activado/desactivado que hacen juego con la botella y el regulador de buceo y que pueden realizar otras funciones como advertir a los buceadores que se están quedando sin aire.
MATERIALES
La gran mayoría de las botellas de buceo se fabrican de acero o aluminio.
Acero: las primeras botellas para el buceo recreativo fueron de este material, son duras (resistentes ante los daños exteriores) tienen buena flotabilidad.
El principal inconveniente es que sin el cuidado adecuado, pueden oxidarse.
Aluminio: el aluminio es un material más suave que el acero, es más susceptible a los daños por impacto o al manejo inapropiado. Como no es tan fuerte como el acero, las paredes de una botella de aluminio deben ser más gruesas, las botellas son más grandes, más pesadas y con mayor flotabilidad positiva que las de acero.
Como el acero, el aluminio se corroe; sin embargo, una capa delgada de esta corrosión (óxido de aluminio) en el interior o exterior de una botella, a diferencia del óxido de hierro, en realidad inhibirá la corrosión adicional.
Acero inoxidable: es un material altamente deseable, pero los fabricantes no han ofrecido botellas de buceo de acero inoxidable en gran parte por el alto costo de los materiales y la producción.
Reforzados con fibras: diseño mixto (cilindro de metal envuelto en fibra de vidrio, grafito u otras fibras) las botellas reforzadas con fibras actualmente se usan para aplicaciones que no son de buceo.
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