Estas impresionantes cascadas ubicadas en México, se han quedado petrificadas en el tiempo, desde hace miles de años, debido a la caída de agua carbonatada desde una altura de más de 50 metros.
El área de manantial que da origen a ésta formación, fue aprovechada para crear una gran piscina que actualmente se ha convertido en balneario natural, de agua templada.

El lugar se llama “Hierve el Agua” este ha reconocido como un lugar sagrado de los antiguos zapotecos.
Este curioso lugar han sido visitado por numerosos arqueólogos, biólogos y geólogos, por tratarse de un sitio que se formó hace más de 2,500 años por un complejo sistema de riego del cual aún existen importantes vestigios.

Hierve El Agua se localiza a 70 kilómetros de la ciudad de Oaxaca. Las singulares cascadas petrificadas se ha formado debido al escurrimiento de agua carbonatada que brotan desde los manantiales situados en la parte superior de las peñas. De estos manantiales se proyecta el agua por sobre las formaciones, originando nuevas capas pétreas que se proyectan hacia una barranca de más de 200 metros de profundidad.

En el sitio se halla una serie de pequeñas pozas naturales excavadas en una explanada llamada “El Anfiteatro”, desde donde pueden admirarse perfectamente las cascadas petrificadas.