Ubicado en la ciudad de Johor Bahru, cerca de la frontera meridional de Malasia con Singapur, se encuentra esta joyas arquitectónica: el Templo de Arulmigu Sri Rajakaliamman, también conocido como “el Templo de Vidrio”, una visita obligada para todo aquel que viaje a Malasia.
El templo de vidrio fue construido en 1922, su aspecto original era mucho más modesto que el que ahora podemos apreciar, luego en 1991, se expandió gracias el sumo sacerdote Sri Sinnathamby Sivasamy, decidió transformarlo para convertirlo en este hermoso lugar de culto.
Para su trasformación decidió utilizar el vidrio como material para hacerlo brillar a la luz del sol.
Coloridas piezas de vidrio, adornan su interior y exterior, ya que al menos unas 300.000 piezas de vidrio de colores: rojo, azul, amarillo, verde, morado y blanco, con inclusión de sus suelos, pilares y muros, da vida a esta belleza frágil y arrebatadora.
En el interior, del techo del templo cuelgan grandes lámparas de araña de vidrio que reflejan la luz brindando una visión fabulosa. El santuario de vidrio posee una capacidad para 1.500 devotos.