Es muy importante guardar la calma y no sobre reaccionar o desesperarse, ya que la reacción del adulto es un factor de gran importancia para la reparación del niño/a. Si está muy perturbado, deténgase un momento a organizar sus ideas antes de hablar con el niño/a. Explíquele que usted está perturbado por lo sucedido y comprende que él también lo esté. Siempre debe creer lo que el niño/a relata y nunca debe dudar de él. No lo presione a hablar, pero dispóngase a escuchar cuidadosamente lo que quiera confiarle. Haga énfasis en que el abusador es el responsable y no él. Felicítelo por haber confiado en usted y asegúrele protección.