Bueno chicas y muchachos, como saben nos privatizamos temporalmente. En realidad se están averiguando algunas cosas raras, ya que se detectaron ciertas anomalías. Intrusos en el Foro?. La verdad es que no lo sè. Lo cierto es que pase lo que pase, calculo que muy probablemente, para cerca de Septiembre volveremos con la apertura. Veremos lo que nos dicen las autoridades, los que saben y algunos conocedores de las “sutilezas” que tenemos como amigos. Mientras tanto seguiremos engrosando la fila de tìtulos
Bien, dejemos a los espectros en la neblina, y vayamos a cosas serias. Se sabe muy bien que respecto a una de las tantas caracterìsticas que se desprenden de la obra de Renè Guènon es que su lectura a cierta gente le hace bastante daño, ya sea por sus limitaciones mentales ignorancia o mala fe. Las interpretaciones malsanas de dicha obra abundan por doquier. Por tomar uno sòlo de los tantísimos ejemplos (en este foro ya hemos mencionado y aludido a varios de estos) mencionemos el famoso caso de “Los Polares” con el cual incluso muchos de los que se dicen “Guenonianos” no han dudado en su audacia mezclarlos con algunas de las ideas tradicionales que RG expuso en Le Roi du Monde y haciendo también una tremenda caricatura de la “ciencia de las letras”. Como vemos que estos relatos fantasiosos y paródicos se replican en blogs y en diversos sitios de Internet traigamos aquí la propia palabra de RG que aclara puntualmente la cosa
“El Teosofismo, historia de una pseudoreligiòn”
Addendum
RESEÑAS DE REVISTAS
Enero de 1930
20.- Tenemos en las manos los primeros números del Bulletin des Polaires, que ha comenzado a aparecer en mayo último; su contenido es perfectamente insignificante, y si tal es el resultado de comunicaciones con “grandes iniciados” del Hi malaya o de otra parte, es más bien lastimoso. No habríamos incluso hablado de ello si no hubiéramos sabido que se tiene, en esta organización, una molesta tendencia a invocar nuestro nombre como recomendación entre personas a las que se quiere atraer, y esto nos obliga aponer las cosas en su punto. De hecho, hemos seguido un poco las manifestaciones del método adivinatorio llamado “oráculo de fuerza astral” en un tiempo en el cual no era cuestión de fundar un grupo basado sobre las “enseñanzas” obtenidas por este medio; como había ahí cosas bastante enigmáticas, hemos procurado aclararlas presentando algunas preguntas de orden doctrinal, pero no hemos recibido más que respuestas vagas y evasivas, hasta el día donde una nueva pregunta trajo al fin, tras un tiempo por lo demás muy largo, a pesar de nuestra insistencia, una absurdidad característica. Desde entonces estamos convencidos sobre el valor iniciático de los hipotéticos inspiradores, único punto interesante para nosotros en toda esta historia.
Precisamente, si nos acordamos bien, es en este intervalo transcurrido entre la última pregunta y la respuesta cuando se habló por vez primera de constituir una sociedad revestida con el barroco nombre de “Polares” (si se puede hablar de “tradición polar” o hiperbórea, no podría aplicarse sin ridículo tal nombre a hombres, que, además, no parecen cono cer esta tradición más que por lo que hemos dicho al respecto en nuestras diversas obras); hemos rechazado formalmente, a pesar de ciertas solicitudes, no solamente el formar parte, sino aprobarla o apoyarla de la manera que fuese, tanto más cuan to que las reglas dictadas por el “método” contenían increíbles puerilidades. Hemos sabido desde entonces que las escasas personas serias que habían primero dado su adhesión no habían tardado en retirarse, y no nos sorprendería si todo ello terminara por zozobrar en el vulgar espiritismo. Lamentamos que algunas de las ideas tradicionales que hemos expuesto en Le Roi du Monde sean mezcladas en este asunto, pero nada podemos hacer al respecto; en cuanto al “método” mismo, si se ha leído lo que hemos escrito antes sobre la “ciencia de las letras”, se podrá fácilmente darse cuenta que no hay ahí otra cosa que un ejemplo de en qué pueden devenir unos fragmentos de un conocimiento real y serio entre las manos de gentes que se los han apropiado sin comprender nada.
Me gusta la chacra dar de comer a los patos rezar el rosario y levantarme temprano