Desde mi experiencia como estudiante y como docente puedo decir que la literatura es vida, que alimenta el espíritu y la imaginación y nos enseña la libertad de pensar y crear. No se le puede negar a una obra literaria sus valores estéticos, razón por la cual considero que su lectura no debe quedar reducida a un resumen o a resolver un cuestionario como acostumbran muchos maestros, lamentablemente, se debe dejar que cada lector viva la obra y tome de ella lo que le parezca más importante de acuerdo a su propia vida. La literatura nos enseña a ser mejores seres humanos y a ponernos en los zapatos del otro a través de los personajes y gozar con las historias que nos hacen despertar muchas emociones y sentimientos que nos enriquece como personas.