jaja! Acabo de ver que han puesto en la lista la palabra Curry; parece que estamos culinarios hoy.
Hace tanto que los tengo abandonados que no logro recordar mi contraseña para entrar
Estela
03-05-2014 04:59
CHAMPIÑON
Hace tanto que los tengo abandonados que no logro recordar mi contraseña para entrar
Rodrigodeacevedo
02-05-2014 19:21
J.J: estoy totalmente de acuerdo contigo que los sabores, los aromas, las texturas, son complementos indispensables para redondear sensaciones. Y que cada estado de ánimo requiere de alguno de ellos específicamente. Yo hubiese elegido "ají", "cúrcuma", chimichurri..., pero es que soy algo anglofóbo. Y concretamente "curry" me recuerda a la durísima ocupación inglesa de La India. Nada más que eso. Por lo demás es un término que hasta figura en el DRAE. Ya he empezado "La increíble y triste historia.." Me parece que va a ser una experiencia fascinante. Lo recomendaremos en "Qué libro leés"
Jose Jesus Morales
02-05-2014 18:04
Mi querido Rodrigo estoy de acuerdo en lo rico, profundo y musical que es nuestro idioma, incluso no le hace falta ningun condimento. Algunas propuestas tienen que ver con la intención de romper algunas fronteras de edad, geografías y circunstancias, lo que me empuja a proponer estas barbaras palabras. Acabo de releer el texto que te propuse y eso me dio la idea del condimento. Porque la lectura me produjo un enorme desaliento, un dolor profundo, una gran desesperanza que intento combatir con la intensidad del curry.
Gracias por la comprensión y flexibilidad.
Rodrigodeacevedo
02-05-2014 13:50
Estimado J.J.: Tenemos uno de los idiomas más ricos del mundo y se te ocurre proponer un barbarismo. Vale. Pero originalidades las mínimas. Este es un foro en español.
Mi palabra, castiza:
GOZO.
(Del lat. gaudĭum).
1. m. Sentimiento de complacencia en la posesión, recuerdo o esperanza de bienes o cosas apetecibles.
2. m. Alegría del ánimo.
3. m. Llamarada que levanta la leña menuda y seca cuando se quema.
4. m. pl. Composición poética en loor de la Virgen o de los santos, que se divide en coplas, después de cada una de las cuales se repite un mismo estribillo. el, mi, tu, etc., ~ en un pozo.
1. exprs. coloqs. U. para dar a entender haberse malogrado algo con que se contaba.
no caber alguien en sí de ~.
1. loc. verb. coloq. no caber de contento.
saltar alguien de ~.
1. loc. verb. coloq. Estar sumamente gozoso.
No confundir con GOCE, que es otra cosa.
P.S. Esperamos que la recientes reincorporaciones de las valiosas participantes femeninas le de a este hilillo algún caudal más. Ánimo a tod@s.
caizán
02-05-2014 12:52
TERRITORIO
Jose Jesus Morales
02-05-2014 04:35
Palabra propuesta
Curry
Condimento originario de la India compuesto por diversos ingredientes (Puede ser muy picante)
Rodrigodeacevedo
30-04-2014 21:37
MEDITACIÓN METAFÍSICA ANTE EL CAMBIO DE LOS TIEMPOS
Antes había sido la plaza principal de la ciudad; pero eso fue en tiempos anteriores al abatimiento de las formas clásicas. Ahora imperan las figuras abundantes en agudos, estridentes diedros que alejan la intimidad y los susurros. Los ocasos verdiglaucos no pueden recordar, ni siquiera a los más jóvenes y menos habituados a los conceptos abstrusos, aquellos esplendorosos brocados cárdenos de la ciudad renacentista. Sus pocos habitantes, unidos por las sombras, parecen conminar con su acuático aislamiento, el avance imparable del jinete, momentáneamente detenido por el vívido homenaje del basamento; el que trae las noticias inquietantes, las que definitivamente alejaran a los pájaros y a las nubes. Antes fueron los árboles los que sucumbieron a los venenosos suspiros de la fábrica.
El ominoso jinete arrasará -esa es la orden- las espirales de las que renacerían los infinitos en los capiteles corintios. Hojas de acanto y espirales: las huellas del camino nuevo, ese que se encuentra decapitado, como los pequeños inocentes sacrificados por Herodes, en el amanecer de su traza. Sólo el escritor puede evitar la debacle, el sacrificio feroz de la poesía que imponen los nuevos sátrapas. Pero apenas le queda tiempo. Las cercanías se alejan irremisiblemente y los gallardetes van perdiendo su prestancia. Serán los chismes arrumbados sobre los contrafuertes y los trampantojos falaces los que serán enarbolados para reivindicar la nueva estética. Aunque todavía quedan en pie las bellas arcadas, las que guardan bajo sus bóvedas los ecos de los besos de los amantes y las traidoras conjuras de los generales desposeídos. Escuetas, altivas arcadas para elevar las miradas de los hombres. Allí quedaron también las músicas nobles, escritas con las gotas de lluvia que sembraban con celestes armonías los tupidos pentagramas.
El tiempo devora las clepsidras en las nace. Los hombres siguen su silenciosa plática tratando de distraer al jinete; pero el broncíneo caballo se impacienta, cocea y lentamente, al compás de las danzas ya desconocidas, va demoliendo el pedestal. Poco a poco el mármol purísimo, pero perecedero, va transformándose en leve nieve hambrienta de montañas. Algunos, los todavía no presentes pero ya entusiastas aclamadores del nuevo Tiempo, esperan en las sombras la presencia de los danzantes renovados. Los hierofantes preparan los nuevos cultos; van ensamblando, alejados de toda cínica democracia, el nuevo Panteón que será impuesto al esclavaje y a las cortesanas lúbricas, aquellas en las que han devenido las cariátides y las sacerdotisas de la verga de Elogábalo, allá, en los remotos templos se Siria.
Todo está preparado para la catarsis. La paz aparente pronto se crispará con los bramidos de los indigentes y el rítmico crujir de los huesos rotos. Discretamente se habrán retirado los silenciosos espectadores, dejando la plaza libre para que acampen las hordas que ya llegan, ocultas todavía por los bellos y engañosos horizontes. Todo seguirá como hasta ahora, aunque las ametralladoras sonarán más eficaces, adaptadas para las músicas de los tiempos nuevos que serán, como ya anunció Breton, convulsos, o no serán.
Ilust.:G. de Chirico.- Plaza con monumento al poeta
En las cercanías de ese bar que frecuenta a diario el abstruso intelectual, en donde pasa los días y parte de las noches en compañía de amigos pertenecientes a ese mundo bohemio de moda, compuesto por artistas, fotógrafos, renombrados escritores y periodistas. Bebedores todos de güisque mayor de edad. Un joven, un muchacho de apenas veinte años desde hace unos días deambula por la calle principal con claros signos de estar perdido.
Da pena verlo tan joven y descuidado, exponiendo con crudeza un desamparo indigno, no pide ni acepta limosnas, incansable camina por esa calle desde la mañana hasta la tarde. Era absolutamente imposible que esas dos figuras contrapuestas no se tropezaran, el encuentro era inevitable.
Nuestro cultivado personaje camina con paso firme hasta el bar, encerrado en su mundo de conocimiento busca con afán una palabra, una palabra que ha perdido en su memoria gastada por el alcohol y las noches desperdiciadas en encuentros interminables con sus conocidos, con insistencia rebusca esa palabra que se escurre entre los pliegues de sus recuerdos, de su vasto conocimiento, la palabra debe ser precisa para culminar una estrofa que le parece brillante y hoy esa estrofa será su estandarte en la “Cofradía de Letras Mojadas” como los bautizara un amigo, pero no logra alcanzarla y se le esconde en el humo denso de su cigarrillo, desechó por obvias: trasto, cacharro, utensilio, artefacto, artilugio. Y de pronto a su lado una voz aguda, sin titubear, con firmeza, dijo: Chisme, la palabra que está buscando es chisme.
Asombrado mira al joven que continua su recorrido habitual por la calle sin detenerse. ¡Espera un momento por favor! grita, jadeando le da alcance y pregunta: Cómo supiste que busco esa palabra.
Por un momento creí que me hablaba, dijo y continuó. Luego me di cuenta que habla solo, o con su otro yo, con duendes, fantasmas, sombras.
Camina al lado del joven que es incapaz de detenerse e insiste en preguntar: ¿Quién eres?
Soy huérfano, me educaron en un convento, en una construcción parecida a esa que está en la esquina, en una calle semejante a esta, con su bar, las puertas de las casas de dos hojas y grandes ventanales con vidrios de colores.
Me convertí en el guardián de la Biblioteca de ese convento y desde que aprendí a leer es lo único que quise hacer.
Descubrí entre los libros notas y códigos cifrados que me llevaron a un grupo de personas que se juntaban en la Biblioteca, los mensajes señalaban el día, la hora y los participantes que debían presentarse a la reunión. Una noche en que se encontraban congregados, hombres encapuchados tomaron por asalto la Biblioteca y le prendieron fuego con todos nosotros adentro, intenté inútilmente apagar el fuego con mis manos, con mi cuerpo y no pude, hasta que me vi encerrado en un círculo de fuego, entonces los libros cayeron de las estanterías y construyeron una especie de pasadizo por el cual pude escapar, corrí y no me detuve hasta que pisé está calle, que es una copia de la calle en donde viví.
Yo perdí mi sombra en un incendio. Como diría Vallejo.
Escapé con vida y me convertí en humo, no supe ser guardián de aquellos libros.
Nuestro intelectual acompaña por la calle al joven con apariencia de vagabundo. Suda, busca el aire que le falta, se ahoga un poco por el esfuerzo y sin pensar le dice:
Tengo una Biblioteca enorme y necesito un guardián, yo me la paso en este bar.
¿Quieres venir conmigo?
Estela
29-04-2014 06:11
ENTREVISTA
Al llegar a la CERCANÍA de la señorial mansión, se sintió algo intimidada. Si bien siempre se jactaba de tener carácter, y haber logrado entrevistar a personas muy difíciles, le habían advertido que todos los que habían intentado llegar a él, no lo habían logrado, ya que no quería tener nintún contacto con periodistas; hacía muchos años que el exitoso ESCRITOR se negaba a ser entrevistado, aunque seguía produciendo obras que de inmediato se convertían en un éxito.
Cuando dobló el recodo del camino y observó la FIGURA de la enorme construcción recortada contra el horizonte, sintió una AGUDA punzada de aprensión en el pecho; pensó que hubiese sido preferible haber venido con alguien mas: sus compañeros se habían ofrecido a hacerlo, adviriténdole que no fuera sola, y que en caso de hacerlo, se los comunicara antes.
Se bajó de su auto y se acercó a la puerta PRINCIPAL avanzando por un sendero flanqueado por extraños CHISMES de bronce; se respiraba un ambiente extraño y opresivo; llamó a la puerta, que se abrió sin que acudiera ninguna persona a su llamado; si bien estaba temerosa, ingresó a un salón adornado con gusto exquisito, enormes artesonados de madera, mosaicos bellísimos en las ventajas ojivales; espero que alguien acudiera para preguntarle lo que deseaba, pero nadie apareció. Se sentó en el único sillón que había en la enorme estancia, y sacó su block de notas, y su lapicera, esperando que apareciera el hombre autor de tantos éxitos.
Comenzó a ponerse nerviosa, y decidió que se iría, pero entonces escuchó una voz que parecía salir desde detrás de un cuadro que le decía: “Señorita, Ud. sabe que yo no trato con periodistas, pero ya que ha decidido venir hasta aquí, le permitiré hacerme una sola pregunta”
Ella dijo:¿no es posible que podamos hablar frente a frente?
Señorita, acaba Ud. de hacer SU única pregunta y esta es mi respuesta: No, no es posible; no quiero hablar con periodistas; en consideración a que es Ud. una joven y hermosa muchacha, permití que llegara hasta aquí, porque tenía curiosidad por saber hasta que punto estaba Ud. decidida a investigar en mi vida.Adiós
Ella intentó seguir preguntando, pero nadie le respondió; se levantó del sillón para retirarse; mientras avanzaba hacia la puerta maciza para salir esta se cerró silenciosamente y sonó una traba de seguridad.
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