A lo mohó me he pasao con los deberes. Empecé como un simple entrenamiento; apareció Ofelia, sin que nadie la llamase y...

OFELIA

Extendida en el silencio, esperando
cierta floral llamada, sublimando
la tarde como un fuego arrollador,
como un cielo consumido en su fulgor,

desde el azul de sus ojos convocando
a angélicas legiones, concitando
estrellas, llanto del hondo foscor,
roca te haces o cáliz de dulce amor.

Lánguida Ofelia, entre juncos flotando,
tus dorados cabellos derramando,
en pavorosa ofrenda; como temblor
de aguas y de sedas, ondina o flor.

De tu carnal envoltura escapando,
alma sólo, hacia la luz navegando,
carne que renuncia a un mundo de horror,
holocausto magnífico, esplendor.

Dejaste de ser palabra
o herida que ya no sangra,
Ya tu vuelo ha terminado:
ya tus dioses te han llamado.

Ocasos cárdenos se abran,
celando estancias macabras,
en un cielo despiadado
de cuerdos sólo ocupado.

Te espero, Ofelia, tejiendo palabras
de fuego sobre alas que un ángel labra,
sobre tu imagen, en parque olvidado,
con lágrimas de tu llanto callado.

Y si en algo yo he fallado
es por no haberme callado,
siempre que meto la pata
para colmo piso a la gata.

Buena suerte yo he encontrado
mas la he despilfarrado
quien a gusto a hierro mata
la venganza a él remata.

El poema ha rematado
antes del tiempo dado
ahora invento,doy la lata
hasta que me llamen plasta.

Yo algo sé que he contado
la vida de un despistado
que confundió buena horchata
con una nariz chata.

Mas por perdido no he dado
el poema que he cantado
siempre adelante,pos data:
no dar nunca tanta lata.

Y si bien me he reiterado
de buena yo me he librado
al fin el deber me ata
y cumplo comprando plata.

Al error va dedicado
este verso desdichado
prometo cazar la rata
y siempre tengo una errata.

VERANO.

¡Vaya calor! ¿Qué ha pasado?
Que el verano ya ha llegado.

¡Cuanto tiempo lo esperé!
Mientras tanto, tremolé.

Ahora que ha regresado,
me quejaré sofocado.

De vacaciones me iré.
¿Adonde? Pues, no lo sé.

A un lugar muy soleado
para ponerme torrado.

Y en el mar bucearé.
¡Qué bien me lo pasaré!

Volveré muy bronceado
y del viaje muy cansado.

Una ducha tomaré,
como un tronco dormiré

Y mañana descansado,
al trabajo ¡condenado!

Un largo año esperaré
y al verano llegaré.

¿Estaré desesperado,
si del piso me han echado?

En la calle viviré;
y muy pronto moriré...

Pues te digo con respeto,
ya que no lo entiendo
y por eso te lo espeto,
para ver si comprendo

En día de mayo primero
que es día de guardar,
entiendo que el rimero
no debiera comenzar

por respeto a aquellas
mártires de Boston y Chicago.
Tú pasas de ellas,
y yo, en tanto ¿qué hago?

Sólo quejarme y retarte.
Por no ser solidaria
y de eso olvidarte,
mereces condena diaria.

Inauguro la nueva tanda de poesías, con ésta tan sosa que se me ha ocurrido...

BUSCANDO RIMAS

Poniendo mi corazón
y de alegría revestida
me apresto muy complacida
a echarle imaginación.

Busco de la rima el son
y como soy atrevida
nunca me doy por vencida
y escribo con convicción.

Os confieso mi afición
pues es cosa divertida
modelar la idea surgida
con cariño y con tesón.

Y así nace mi canción
a la propuesta ceñida,
luego será corregida
si para ello hay razón.

Tras escasa reflexión
la poesía concebida
ha quedado concluída
con cierto tono burlón.

No sé si pedir perdón
porque está poco pulida,
un poquito relamida
y algo pobre de expresión.

EL TESORO DEL ARCOIRIS

En la comba celeste; fino tul,
tras la lluvia fugaz, un meteoro
aparece adornando el cielo azul.

Es un arco magnífico y coloro,
con hechizos de espléndida quimera,
cuyo encanto resguarda un gran tesoro.

Pues se dice que en donde concluyera,
hay un cúmulo enorme de joyeles
para aquel que llegara hasta su vera.

Hay quien lleva dispuestos sus cinceles,
impulsado por pérfida ambición,
con alforjas asidas a corceles.

Mas se lleva un gran chasco a la sazón,
porque nadie ha podido todavía,
encontrar la verdad de esa ilusión
que ha forjado la ingenua fantasía.

Musa, señora y dueña
Eratalia, amiga mía:
feliz me hace que abras
el Concurso de Poesía.

No es que aspire a sus laureles
ni que adquiera compromiso;
ya sabes que yo en poesía
libre yo me lo como y libre yo me lo guiso.

Pero me hace dichoso
que no tires la toalla
y menos en este foro
(menos aún en la playa)

Pues servidor que es tan libre
en materia de poemas
de grado acepta un ronzal
que le lleve a las rimas buenas.

Y sin otro particular,
esperando convocatoria
voyme, que en la mesa espera
mi gallina en pepitoria.

A ver si es algo así...

REGALO

Sobre la huerta hoy ha amanecido
y ahora lucen los brotes de las plantas.
Las hojas brillan, hasta un ave canta,
el sol sale otra vez, agradecido.

La tierra, anoche seca, hoy resplandece,
de un oscuro color se ha barnizado
y es que el cielo un regalo ha derramado
sobre el césped, que ahora reverdece.

¡Sal de mí!
sin miedo sal de mí
como aguja sal de mí,
salada,estás salada
¡sal por ahí!.
Sin miedo sal...en el menú hipodermico
sal martirio
sal,sal,sal
demasiada sal
casi sin remedio salada
no sale
la aguja
la letra
de mi cabeza.
Sal salada de mi...cocina hipodérmica
no sale,se queda
sal salada
sal sin salida sal
sal...
¡en el salero!.

SE HACE SABER...OÍDO, COCINA.
Como el 50% de mi parroquia se decanta por que me mantenga en la brecha talleril y el otro 50% parece ser que respira aliviado ante el anuncio de demolición de este rinconcito, pues el fiel se queda de nuevo en 0. Luego yo decido, si no hay desempate...
De momento, la propuesta actual se mantiene, para dar lugar a algún amable compañero-a a que lea las tres poesías presentadas y deje su comentario y su opinión sobre cuál es el tema al que están referidas. Y si a alguno se le ha pegado el arroz y llega con retraso, pues bendito sea.
Efectivamente, para ser un foro de escaso entusiasmo poético, con el contrapunto, la conexión, y el foro de poesía libérrima, vamos que nos estrellamos para satisfacer nuestros deseos de lirismo. Así que, de momento, queda en suspenso (en insuficiente, que se dice ahora)el tallercito de marras.
De todos modos una servidora sigue al pie del cañón y abierta (no en canal)a cualquier tipo de propuesta que la concurrencia quiera hacer.
A su disposición de ustedes-vosotros, suya afectísima, ésta ERA, que lo es.