Aspectos teóricos, técnicos y prácticos de la escritura de ficción
caizán
25-09-2014 21:27
Lidia: Te reitero mi felicitación y te deseo suerte. Cosa que ya he hecho en tu foro: "palabras de..."
Lidia Castro Hernando
25-09-2014 21:03
PORQUÉ - PORQUE - POR QUÉ - POR QUE c) porque
Se trata de una conjunción átona, razón por la que se escribe sin tilde. Puede usarse con dos valores:
• Como conjunción causal, para introducir oraciones subordinadas que expresan causa, caso en que puede sustituirse por locuciones de valor asimismo causal como puesto que o ya que:
No fui a la fiesta porque no tenía ganas [= ya que no tenía ganas].
La ocupación no es total, porque quedan todavía plazas libres [= puesto que quedan todavía plazas libres].
También se emplea como encabezamiento de las respuestas a las preguntas introducidas por la secuencia por qué:
—¿Por qué no viniste? —Porque no tenía ganas.
Cuando tiene sentido causal, es incorrecta su escritura en dos palabras.
• Como conjunción final, seguida de un verbo en subjuntivo, con sentido equivalente a para que:
Hice cuanto pude porque no terminara así [= para que no terminara así].
En este caso, se admite también la grafía en dos palabras (pero se prefiere la escritura en una sola):
Hice cuanto pude por que no terminara así.
d) por que
Puede tratarse de una de las siguientes secuencias:
• La preposición por + el pronombre relativo que. En este caso es más corriente usar el relativo con artículo antepuesto (el que, la que, etc.):
Este es el motivo por (el) que te llamé.
Los premios por (los) que competían no resultaban muy atractivos.
No sabemos la verdadera razón por (la) que dijo eso.
• La preposición por + la conjunción subordinante que. Esta secuencia aparece en el caso de verbos, sustantivos o adjetivos que rigen un complemento introducido por la preposición por y llevan además una oración subordinada introducida por la conjunción que:
Al final optaron por que no se presentase.
Están ansiosos por que empecemos a trabajar en el proyecto.
Nos confesó su preocupación por que los niños pudieran enfermar.
(Disculpen el retraso pero estuve la prueba e galera de mi libro de cuentos que esta semana entra en imprenta. Deséenme suerte amigos)
Somos lo que leemos: somos una multiplicidad de personajes
Lidia Castro Hernando
15-09-2014 00:48
JAJA!!! JJ. Yo tampoco tengo problemas con el puerco. Olvidé señalar que esta es la primera parte Falta otra sobre el mismo tema. Un abrazo. Lidia
Somos lo que leemos: somos una multiplicidad de personajes
Jose Jesus Morales
15-09-2014 00:13
Gracias Lidia con los porque tengo muchas confusiones pero ahora estaré atento,con lo que no tengo ningun problema es con el puerco, que no es lo mismo, ni se escribe igual. De nuevo gracias.
Lidia Castro Hernando
14-09-2014 19:02
[b]POR QUÉ - PORQUE - PORQUÉ[/b] Porqué / porque / por qué / por que
a) porqué
Es un sustantivo masculino que equivale a causa, motivo, razón, y se escribe con tilde por ser palabra aguda terminada en vocal. Puesto que se trata de un sustantivo, se usa normalmente precedido de artículo u otro determinante:
No comprendo el porqué de tu actitud [= la razón de tu actitud].
Todo tiene su porqué [= su causa o su motivo].
Como otros sustantivos, tiene plural:
Hay que averiguar los porqués de este cambio de actitud.
b) por qué
Se trata de la secuencia formada por la preposición por y el interrogativo o exclamativo qué (palabra tónica que se escribe con tilde diacrítica para distinguirla del relativo y de la conjunción que). Introduce oraciones interrogativas y exclamativas directas e indirectas:
¿Por qué no viniste ayer a la fiesta?
No comprendo por qué te pones así.
¡Por qué calles más bonitas pasamos!
Obsérvese que, a diferencia del sustantivo porqué, la secuencia por qué no puede sustituirse por términos como razón, causa o motivo.
Somos lo que leemos: somos una multiplicidad de personajes
Lidia Castro Hernando
02-09-2014 01:25
TIPOS DE DESCRIPCIÓN: CONCLUSIÓN
Una descripción no debe nunca parecer imaginada. Éste es el gran principio.
Pongamos en ello nuestro corazón, nuestros alientos, nuestras reflexiones morales, nuestras aspiraciones imaginativas; rehabilitemos el ideal, despreciemos la bajeza y el vicio; pero seamos fieles a ese arte de describir exacta, fotográficamente y en relieve.
Dos escollos deben evitarse en la descripción: la vulgaridad y la fantasía o, mejor dicho, el exceso de fantasía.
La imaginación es loca y hay que guiarla, contenerla, utilizarla como un instrumento, pero no emplearla por sí misma, haciendo de ella el objeto de la inspiración y del arte de escribir. Si no se la dirige se acostumbra uno a no escuchar más que a ella, se queman fuegos artificiales, en una palabra: se fabrica fantasía y, para poder brillar en la descripción, no se llega ni siquiera a señalar lo que se describe.
Evítese a todo trance ese género de descripción, porque tiene todos los defectos de la imaginación y ni una sola de sus cualidades.
La verdad no está ahí; el verdadero camino del arte está en Homero.
Se le reprocha a la descripción en relieve el colocarlo todo en primer término, el no tener perspectiva. Es el defecto de Homero (si eso es defecto). Más vale caer en ese inconveniente que describir largamente. La descripción larga ahoga las cosas en vez de hacerlas resaltar.
Alfonso Daudet puede servir de ejemplo en este punto. Sus Cartas desde mi molino, sus Cuentos, y El Evangelista, son modelos de fusión descriptiva.
La descripción continua sólo puede admitirse en los relatos de viajes.
Somos lo que leemos: somos una multiplicidad de personajes
Lidia Castro Hernando
02-09-2014 01:25
TIPOS DE DESCRIPCIÓN: CONCLUSIÓN
Una descripción no debe nunca parecer imaginada. Éste es el gran principio.
Pongamos en ello nuestro corazón, nuestros alientos, nuestras reflexiones morales, nuestras aspiraciones imaginativas; rehabilitemos el ideal, despreciemos la bajeza y el vicio; pero seamos fieles a ese arte de describir exacta, fotográficamente y en relieve.
Dos escollos deben evitarse en la descripción: la vulgaridad y la fantasía o, mejor dicho, el exceso de fantasía.
La imaginación es loca y hay que guiarla, contenerla, utilizarla como un instrumento, pero no emplearla por sí misma, haciendo de ella el objeto de la inspiración y del arte de escribir. Si no se la dirige se acostumbra uno a no escuchar más que a ella, se queman fuegos artificiales, en una palabra: se fabrica fantasía y, para poder brillar en la descripción, no se llega ni siquiera a señalar lo que se describe.
Evítese a todo trance ese género de descripción, porque tiene todos los defectos de la imaginación y ni una sola de sus cualidades.
La verdad no está ahí; el verdadero camino del arte está en Homero.
Se le reprocha a la descripción en relieve el colocarlo todo en primer término, el no tener perspectiva. Es el defecto de Homero (si eso es defecto). Más vale caer en ese inconveniente que describir largamente. La descripción larga ahoga las cosas en vez de hacerlas resaltar.
Alfonso Daudet puede servir de ejemplo en este punto. Sus Cartas desde mi molino, sus Cuentos, y El Evangelista, son modelos de fusión descriptiva.
La descripción continua sólo puede admitirse en los relatos de viajes.
Somos lo que leemos: somos una multiplicidad de personajes
Gregorio Tienda Delgado
21-08-2014 19:10
Antes que nada, agradezco a Lidia, nuevamente, el gran aporte que nos está dejando en Rayuela, que contribuye en buena medida a facilitar nuestra mejora en la que escribimos.
En cuanto a tu comentario, J.J., sobre los localismos, como ya dije en alguna ocasión anterior, intenté leer La Ciudad y lo Perros, de Mario Vargas Llosa, y lo dejé a medias, porque pasaba más tiempo mirando el diccionario que leyendo.
Tu ejemplo, es muy ilustrativo.
Me gusta soñar despierto... dormido tengo pesadillas.
Lidia Castro Hernando
21-08-2014 18:33
Tipos de descripción *II: Descripción por recuerdo*
Hay espíritus rebeldes a la anotación inmediata, que no saben retener ni elegir nada de momento, y sólo después recuerdan el aspecto y los detalles. Todo les vuelve a la imaginación en cuanto las cosas o los paisajes no están ya ante sus ojos.
Sea por necesidad o por gusto, desde el momento en que ya no estamos ante el asunto de nuestra descripción, deberemos evocarlo. No tendremos ya la visión inmediata, pero trataremos de resucitarla por la evocación, y no la pintaremos hasta que la ilusión sea completa, es decir, cuando la tengamos presente en la imaginación y la veamos, por decirlo así, sobre el terreno, con los ojos del espíritu. Los detalles se nos presentarán sorprendentes, claros y destacados, con el relieve de una cosa vista en aquel momento. Ciertas mentes acumulan y guardan las impresiones.
Si no se copia rigurosamente la realidad, sea por evocación o por observación inmediata, corremos el riesgo de caer en lo pedestre, en la composición ficticia y artificiosa.
Como los de la llamada escuela realista han aplicado este método utilizándolo para pintar exclusivamente lo trivial, lo bajo y lo repugnante, se confunde este procedimiento con su escuela y se nos acusará de ser realistas. Pero ¿dónde quedan la imaginación, la fantasía, la moralidad, lo bueno y lo bello?”
Respuesta: lo censurable es la elección del asunto, el propósito de no tratar más que lo malo y lo vulgar. Descríbase también lo que es bueno, lo que es bello, lo que es elevado y noble; pero descríbanse ambos con ese sentido de lo real y de lo verdadero, fuera del cual nada es durable.
Somos lo que leemos: somos una multiplicidad de personajes
Lidia Castro Hernando
21-08-2014 18:21
Muy bueno, JJ. Eso es lo que quería decir. Sé que a muchos les cuesta comprendernos a los argentinos, o les suena mal el "voseo" por eso, como en este caso y que tan bien has traducido, (no sé si del chileno o del mejicano) sugiero utilizar un castellano neutro, minimizando los localismos, o bien apelar a las notas al pie. Hay muchos textos como este que parecen galimatías a la hora de leer. Un abrazo.
Somos lo que leemos: somos una multiplicidad de personajes