Ha quedado muy bien. Y sin chiva-duras.
Buena experiencia.
Me gusta soñar despierto... dormido tengo pesadillas.
Eratalia
03-06-2013 21:07
Bueno, pues toda la primera parte, hasta llegar al clochard parece que lo haya escrito la misma persona... tiene hilación y coherencia. ¿No sus habréis chivao los unos a los otros?
Con rimas y a lo loco
Rodrigodeacevedo
03-06-2013 20:56
Eh voilà: voici le cadavre!
Recién peinadito, planchadito y perfumado, que ya empezaba a oler con estas calores...
Mi agradecimiento a todos los "sintetizadores" por vuestra colaboración y rapidez en las respuestas.
En cuanto queráis nos montamos otro.
CADÁVER EXQUISITO Nº 2.
Hace tiempo que un grupo de amigos y amigas, que colaboramos en Rayuela, teníamos intención de hacer unas vacaciones juntos, y ahora por fin lo hemos conseguido. Estamos en 1925 y hemos elegido París. Nuestro ilustre compañero Don Rodrigo de Acevedo, gran conocedor de esta Gran Metrópolis, se ha ofrecido para hacer de cicerone por los lugares más típicos de la ciudad. En estos momentos nos encontramos en Deux Magots: Place Saint-Germain-des-Prés 6. Uno de los restaurantes más famosos de París, en la zona de Saint Germain des Près. Después de disfrutar de la Suprême de volaille au curry, pasaremos por Louis Vuitton y la tienda de libros Assouline.
Decidimos tomar un "pastis" en la terraza del Flore, que siempre ofrecía la posibilidad de ver algún personaje “a la page” y efectivamente, sentados a una mesa estaban Gertrude Stein, Hemingway, locuaz como siempre y con una pata de conejo y una castaña de Indias en el bolsillo derecho, (decía que le daban suerte al escribir) y acababan de hacerlo,Scott Fitzgerald y James Joyce completamente borracho.
Discutían si eran o no una generación perdida,como les llamaban y como llamaban ellos asimismo al camarero.
El camarero, un español de Betanzos, se les acercó. Hemingway le espetó:
-Emilio,¿tú crees que somos una generación perdida?
-Pues,no sé que decirle Sr.Hemingway. (Supo sin embargo contarles su vida y su exilio de Primo de Rivera... y les cayó simpático.)
-Ven con nosotros esta noche, Emilio.
Noche que Emilio pudo contar a sus nietos. Pero hay más historias..., las cuales solíamos contarnos en el café La Coupole, en Saint Germain , donde un grupo de amigos nos reuníamos para platicar de los tópicos del momento y a darle rienda suelta a nuestro espíritu bohemio. A aquel lugar acostumbraba ir el escritor Ernest Hemingway, quien se sentaba solitario frente a una mesa pergeñando unas líneas, que seguramente eran apuntes de ideas para su próximo, libro. El hombre tenía fama de llevar una vida disipada en la que el alcohol y las mujeres acaparaban su atención, podría decirse que era intenso en todo lo que hacía, incluyendo su pasión por la lectura y escritura.
Después, finalmente, decidimos ir todos a contemplar el gran prodigio surrealista: la noche en Les Buttes Chaumont. Desde allí, desde el templete griego que remata la cumbre, veríamos llover las lágrimas de los poetas que ya no podrían celebrar la invención del semáforo. Esa fuente tricolor desde la cual se prodigan los ámbares, los rubíes y las pálidas esmeraldas. Ellos, desde luego, nunca podrían emular a Aragon, a Breton, a Tzara, aunque los admiran. Antes del lujurioso amanecer, con París a nuestros pies, en ese campo nimbado por las vísceras que se extienden desde los mataderos de Les Halles, Paul Eluard y yo danzaremos, bajando las turbulentas escaleras que nos llevaban bajo aquel puente que cruzaba La Seine.
Permanecimos toda la noche guarecidos en el húmedo rincón, amparados en nuestros secretos y en la espesa bruma que emanaba del rio.
Un triste clochard, nos miraba con inquina desde el otro lado del puente, sin ver ya, traspasado de olor a rancio y carcomido por los mil brebajes inmundos engullidos a diario , como única manera de sobrevivir a su entorno.
Y el Sena al alcance de la mano, con su indolente transcurso, y en extraña mezcolanza con nuestras estrepitosas risas empapadas de absenta, un acordeón sonaba a lo lejos, desgranando las tristes notas de La Bohème.
(Aunque Era ya insertó otra versión de este video, creo que es tan adecuado al tema y éste tiene unas vistas excepcionales de París, que me atrevo a repetirlo.)
Rodrigodeacevedo
03-06-2013 20:00
A Madame Eratalia: ya están todos los cachos del cadáver amontonaos. Te toca. en cuanto lo mandes monto el cadáver y... el pollo. Qué cosa, madre. con lo bien que salió el poético...
Rodrigodeacevedo
03-06-2013 16:22
Para Víctor Ríos:
En tu mail tendrás la "frase misteriosa" que te permitirá continuar el jueguito del cadáver.
Cuando hayas alumbrado tu trozo cadavérico (100 palabras y no se debe repetir la frase del anterior)me lo envías a mi mail para seguir construyendo al muertecito.
Saludos,
Rodrigodeacevedo
03-06-2013 11:01
A Juan Fozara:
Mira tu correo ([email protected] o [email protected]) y ponte en contacto conmigo, por favor. La cadena de transmisión cadavérica está parada.
Abrazotes.
Eratalia
02-06-2013 21:58
¡Qué abusón, don Juan, que no es una historia, sólo un trocito de historia... ¡Este hombre va "sobrao" de inspiración.
Precisamente la gracia está en que quede a medias, y el sentido (o el anti sentido) lo dé el que siga... si la rematas tú toda entera, ¿dónde está la gracia?
Con rimas y a lo loco
juan fozara
02-06-2013 21:15
Rodrigo,me voy raudo a tu correo a escribirte mi parte del cadáver que bien pudiera ser un cementerio pues me encuentro que con cien palabras no tengo ni para empezar,me quedo sin historia por exceso,¿tendrá sentido con tan pocas palabras?Saludos.
" La madurez del hombre es haber vuelto a encontrar la seriedad con que jugaba cuando era niño ": Nietzsche.
Eratalia
02-06-2013 21:01
¡Qué interesante! Añado un toque más:
A pesar del nombre, los sombreros son originarios y fabricados en Ecuador, no en Panamá; su nombre viene del hecho de que alcanzaron relevancia durante la construcción del Canal de Panamá cuando millares de sombreros fueron importados de Ecuador para el uso de los trabajadores de la construcción. Cuando Theodore Roosevelt visitó el canal usó dicho sombrero, lo que aumentó su popularidad.
Con rimas y a lo loco
Rodrigodeacevedo
02-06-2013 20:28
Os dejo este pequeño "trabajo de investigación" güikipediero sobre el origen del sobrenombre en argot de "Paname" para referirse a París. Y, efectivamente, tiene razón Caizán o su maestra cuando atribuyen al decir de la Piaf características barriobajeras.
De nada.
« Paris est surnommée familièrement « Paname » surnom donné au début du XXe siècle aux Parisiens qui avaient adopté le chapeau dit "panama", mis en vogue par les ouvriers qui creusaient le canal du même nom au début du XXe siècle. Cette coiffe très pratique s'exportait principalement vers les États-Unis et l'Europe, elle avait fait fureur à Paris où tous les hommes portaient un "panama". »
Paname es el sobrenombre de París en argot. Puede ser derivado del nombre de la ciudad dePanamá que significa enorme (Algunos historiadores atribuyen el nombre al majestuoso árbol llamado localmente panamá, de frondosa sombra y muy común en el área, bajo el cual se reunían familias aborígenes.)
En argot a los parisinos también se los llama Parigots pero está considerado como un poco despectivo, casi un insulto, se recomienda usar con mucho cuidado.
También es llamado este sombrerito "jipijapa", una variante más rígida. Maurice Chevalier usaba el "canotier" y yo, en verano, los uso como los labradores de mi pueblo: de paja de trigo.