| VAMOS A CONTAR HISTORIAS. |
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| Rodrigodeacevedo |
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¡NUEVO RECORDATORIO! Animarse, compañeros; ya han vuelto las lluvias y las nieves; este país ya ha salido oficialmente de la crisis (sigue habiendo más de 6.000.000 de parados, pero eso es "pecata minuta")
Pero a nuestro hilo le falta una sola palabra para acabar la serie de esta semana. Venga, resalaos, que no se diga... |
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| Gregorio Tienda Delgado |
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abreviar. (Del lat. s. IV abbreviāre).
1. tr. Hacer breve, acortar, reducir a menos tiempo o espacio.
2. tr. Acelerar, apresurar. U. t. c. intr.
3. intr. El Salv. Ir por el camino más corto.
4. prnl. Hond. y Nic. Darse prisa. En Costa Rica, u. c. rur. |
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Me gusta soñar despierto... dormido tengo pesadillas. |
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| Eratalia |
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Otra semana que se me ha colado sin sentir... ¡No hay manera!
Bueno, al menos dejo mi palabreja para los demás: DISCULPA Petición de perdón por haber cometido una falta. Excusa que se alega para no cumplir con alguna obligación. |
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| | Con rimas y a lo loco |
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| Rodrigodeacevedo |
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RECORDATORIO Está abierta la recepción de palabros semanales. Faltan TRES todavía.
También se reciben (¡y con qué ganas!) nuevos relatos con las palabras de esta semana.
Dadme trabajo, porfa, para comentar vuestros trabajos. Os prometo no ser demasiado "hueso". |
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| Tigana |
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Palabra: CANÍCULA Periodo del año en que el calor es más fuerte: |
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| | Fuera de los límites de la raza canina, el libro es el mejor amigo del hombre; dentro de los límites del perro no hay suficiente luz para leer. Groucho Marx |
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| Rodrigodeacevedo |
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Gracias, J.J., Caizán por ser tan madrugadores. Aquí vengo yo con mi palabra. Es un placer que este jueguito tan de amigos, tan desinteresado, tan participativo siga semana tras semana convocando al personal. Naturalmente que se echan de menos más firmas, de las excelentes que tenemos, ahora calladas. Pero algunas de las virtudes que nos distinguen es el respeto y la prudencia. Lo importante es que esta mesa-camilla, tan familiar, siga abierta y siga siendo atractiva.
Bueno, que me enrollo. Mi palabra: PUPILA.
(Del lat. pupilla).
1. f. prostituta.
2. f. Perspicacia, sagacidad. Ese hombre tiene mucha pupila.
3. f. Anat. Abertura circular o en forma de rendija de color negro, que el iris del ojo tiene en su parte media y que da paso a la luz. En su acepción más amplia: PUPILO, LA.
(Del lat. pupillus, dim. de pupus, niño).
1. m. y f. Huérfano menor de edad, respecto de su tutor.
2. m. y f. Persona que se hospeda en casa particular por precio ajustado.
medio, dia ~.
1. m. y f. Persona que solamente come al mediodía en una casa de huéspedes.
2. m. y f. Alumno que permanece en el colegio hasta la noche, haciendo en él la comida del mediodía. Un saludo y feliz finde. |
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| caizán |
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| Jose Jesus Morales |
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Palabra propuesta Machaca En todos sus variados significados. Incluso al nombre dado a un insecto que su picadura produce un insensato deseo sexual. |
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| Jose Jesus Morales |
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Ausencia, Sacrificio, Propósito, Vino, Cocina, Ábrego, Plástico. Intuición Entro a la cocina decidido, es absoluta mi ausencia total de sacrificio, me mueve la satisfacción de saber que mis manos pueden producir la magia de evocaciones superiores y lograr un instante de placer con el trabajo de horas y conseguir la combinación perfecta para sorprender la imaginación y romper con detalles elaborados y sencillos la rutina siempre al acecho. El mayor de los propósitos me mueve, hoy como todos los días debo complacerla y tengo que adivinar los deseos de esa boca que necesita intensas sensaciones por encima de proteínas y alimentos, antes de marcharse, sin que ella logre adivinar mis intenciones la beso profunda, intensamente, con deseo, con empeño, definitivamente con amor y con el objetivo final, con la clara intención de saber sus íntimas emociones y conocer en el calor de un beso lo que las palabras ocultan o esconden incapaces de lograr el tono real de un deseo, no porque les falte fuerza a las palabras que lo contienen todo, por el contrario, son nuestras mejores aliadas en todos los momentos de nuestra vida si supiéramos usarlas, pero juegan en contra de las palabras los sentimientos y sobre todo la ignorancia del otro. Descubro en ese beso su renovado deseo de conocer Marruecos, asombrarse con lo intenso de sus colores, con los aromas de su comida y decido hacer un couscous de cordero. Reviso los productos que me hacen falta, tomo la bolsa de plástico para la compra y salgo en busca de los ingredientes. Doy gracias a no vivir en Putrezuela, en donde un huracán de ambiciones en la cabeza de un Teniente Coronel arremetió en contra de un inocente pueblo desprevenido que apostó por un cambio y consiguió su ruina, el heredero de ese caudillo, un extranjero, gobierna hoy bajo su sombra y es el títere de unos hermanos que sobreviven en una isla a costa de nuestras riquezas. El ábrego de una revolución arrasó con las siembras, destruyo las instituciones, acabó con la economía, se embolsó las riquezas, partió al país en dos, persigue a los empresarios, convierte a sus habitantes en huérfanos, mendigos y con un discurso de mentiras intenta esconder la vergonzosa verdad de haber dilapidado enormes recursos y no tener hoy ni siquiera papel higiénico, mucho menos los ingredientes básicos para un couscous de cordero. Con todos los ingredientes dispuestos me dedico a prepararlo. Limpio y corto en trozos el cordero, lo sello y pongo caldo de carne para cocinar por horas a fuego lento, que la calabaza pelada y cortada en pedazos se disuelva en el caldo al que le agrego sal, pimienta, jengibre, paprika, comino, canela, tomillo, cúrcuma, pasas, aceitunas, almendras fileteadas previamente tostadas, y una cucharadita de pasta de curry verde, durante todo ese tiempo el sabor del cordero se enciende y se impregnan las paredes y cortinas de la casa con ese penetrante olor. Preparo la mesa, no coloco vino, hago un té de menta y lo dejo reposar mientras ella llega. Al abrir la puerta y entrar a la casa pregunta:
¡Como supiste que quería coscous?
Hoy te pusiste ese collar étnico y me dio la pista para cumplir tus deseos. Nunca le diré como adivino lo que quiere, porque intentará ocultarme sus deseos y jamás podre complacerla nuevamente, me perderé su rostro radiante y la inmensa satisfacción que me causa verla feliz. |
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| Gregorio Tienda Delgado |
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SIMBIOSIS. Lo sé, es un privilegio estar contigo. Ser un fragmento de ti sin que lo sepas. Es un algoritmo perfecto, una fórmula conjugada por realidades y ficciones. A veces, me asomo a tus bostezos llegando al borde de tus labios encarnizados, pero freno el impulso y detengo el aire por temor a que me expulses para siempre. Prefiero la presencia, a la AUSENCIA. No. tampoco recordarás cuando me crucé en tu camino. Fue un martes de septiembre. Sí, el otoño se aproximaba con su andar sigiloso. Fuiste, como siempre, a la tienda de libros usados de ese viejo librero que te recuerda a tu padre, que murió unos meses antes. Él te regala sonrisas y a veces, en un gesto de osadía te besa en la mejilla al despedirse. No notaste mi presencia, pero yo quedé deslumbrado ante esa mirada colmada de ternura. Mi cuerpo fue atraído por el calor que desprendía el tuyo y me hice sensible a tus besos, a tus caricias, a tu mirada y desde entonces, mi piel palpita y mi respiración se alimenta de la tuya. Existo por ti y para ti. Ahora eres un dogma para mí. No existe otra doctrina más que la de amarte y seguirte a donde vayas, incluso a la COCINA cuando vas con el PROPÓSITO de echar un trago de VINO de la botella de PLÁSTICO que guardas en la nevera. ¡Antes ambicioné tanto! Ahora no. Sólo te necesito a ti. Me he acostumbrado a tu perfume de flores, al contacto de tus manos cuando rozas mi cuerpo, a tus sueños proyectados en los párpados del día, a la tibieza de tu pijama, al calor de tus sábanas, al ritmo de tu respiración cuando paseas por el Parque y al cauce templado de tu sangre. Si alguien más quiere poseerte, haré mi guerra sin que lo sepas, hasta el SACRIFICIO de mi vida si fuera necesario, porque eres mía, sólo mía. ¡Sí! Lo tengo claro, me he convertido en un psicópata. Por momentos recuerdo el mundo externo, la gente, pero no tengo intención de salir. No voy a huir de esta felicidad tan grande que invade mis sentidos y traspasa mi mente. No puedo, ni quiero dejar cuerpo tan maravilloso. Todo es tan perfecto aquí. Lo único que me daña es que desprestigien mi capacidad de amar y que, los médicos cada vez que te sientes algo mareada, dictaminen: ¡es un virus cualquiera, hay que eliminarlo! No es cierto. Mi intención no es hacerte daño, sino amarte, vivir contigo, vivir en ti. No dejes que investiguen el modo de matarme. |
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Me gusta soñar despierto... dormido tengo pesadillas. |
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