Os pido, amigos míos, un soneto
pues he pensado que llegó el momento:
espero que escribáis con talento
y sepáis resolverlo sin aprieto...

Yo voy soñando caminos
de la tarde.Las colinas
doradas,los verdes pinos
los ríos y mis pisadas.

Soñando alegre sendero
que conocer yo quiero
me adentro en un mundo nuevo
que viejo llaman los viejos.

¡Oh! juventud ingenua
que sueña con el futuro,
se parece a lo presente
todos los pasos andados.

Siempre ilusión es suya
nadie le quita alegría
y caminando sueña,
la senda les pertenece.

Me gustaría ser joven
y sentir igual que ellos
la esperanza de futuro
que nos lleva a un mundo
viejo,para ellos es nuevo.

Soñando pues los caminos
que me llevan a lo eterno,
peregrino tu camino
te conduce hacia lo bello.

Yo voy soñando caminos
de la tarde. Las colinas
doradas, los verdes pinos,
las polvorien tas encinas ...
hacia Baeza se van.
Yo voy mirando, viajero,
los álamos del sendero
en mi lento caminar.
Y el camino que se estrecha,
y hacia poniente ladea,
con la niebla se dispersa
entrando ya en Baeza ...
El viento sopla ululando,
sobre viejos olivares,
y el agua cae, lloviznando,
sobre alcaceles y habares,
amapolas, jaramagos,
sobre el trigo y garbanzales.
Cae el agua ya, a raudales,
en los grises olivares
de los fecundos campos
ubetenses y baezanos.
Llueve, llueve,
esta bendita agua,
sobre campos y alquerías,
sobre pueblos y ciudades
de esta bella campiña.
Llueve, llueve,
agua abundante, que es oro,
para los hombres del campo,
agricultores de antaño,
de ayer, de hoy y de mañana,
que con su sudor, trabajan
la tierra vieja y bravía,
bella tierra de olivares,
de la noble, reina y mora,
renombrada Andalucía.

CAMINO Y SUEÑO

Yo voy soñando caminos
de la tarde. ¡Las colinas
doradas, los verdes pinos,
las blandas nubes, las cimas.

Sueño silentes caminos
que jamás recorreré,
caminos de mi niñez
en fantasías tejidos.

Junto a mí el río tranquilo,
Duero amansado, calmoso,
donde los chopos umbrosos
guardan antiguos sigilos.

“Iniciales que son nombres
de enamorados” perdidos
ya en el olvido. Voz de hombre
sobre los troncos heridos.

Caminos de tierra y cielo:
de San Polo a San Saturio
llevan mis pasos augurios
de águila en sus altos vuelos.

El río y yo. Peregrinos
en la Castilla profunda,
buscando nuestro destino:
fin de una vida fecunda.

Cae la vida; ya nieva
en mi cansada cabeza.
Sueño la antigua belleza
en el ocaso que llega.

Yo quisiera despertar
sobre esta tierra serena
como un vientre maternal,
recién llovida de estrellas.

LA TARDE.

Yo voy soñando caminos
de la tarde. Las colinas
doradas, los verdes pinos...
las ardillas saltarinas.

Por el monte, contemplando,
las malezas, los helechos,
y contento caminando
por los senderos estrechos.

Entre castaños y pinos
donde la vista se pierde,
continúo por caminos
a través del monte verde.

Y la tarde ya ha llegado;
me detengo a contemplar,
este bosque inalterado
que diviso al caminar.

Oigo el cantar de los grillos.
Los árboles se ajetrean
y en sus ramas gorgotean
pajaritos amarillos.

Como si fuera al parnaso,
el Sol como esfera que arde,
ya se marcha hacia el ocaso;
es el final de la tarde...

Yo voy soñando caminos
de la tarde. Las colinas
doradas, los verdes pinos
y las aves cantarinas.

Esta luz que me hipnotiza,
y que el paisaje modela
como una bella acuarela
donde el color se matiza.

Un halo resplandeciente
mi ensoñación le confiere
Se oculta el sol, lentamente;
poco a poco el día muere.

Mi mente va divagando,
meditando en la belleza,
contemplando tal riqueza
las horas se van pasando.

Ya es la noche y vuelvo a casa
por el estrecho sendero
asoman ya los luceros
de nuevo, el día pasa...

Yo voy soñando caminos
de la tarde. ¡Las colinas
doradas, los verdes pinos,
los grillos y las glicinas!
Un tronco flota en el río
y entre ellos van conversando
Pienso: ¿andarán secreteando
esos dos? y me sonrío.
Canta un pájaro sin prisa
y le responde otro trino
No sé que dice la brisa
por más que el oído afino.
Ni una nube que se asome
y al sol le tape la boca,
que evite que se desplome
ese fuego que sofoca.
La sombra va calladita
y me sonríe al pasar
el silencio, que me grita
y no le sé contestar.
Las palabras voy pisando
que ayer dejaste caer…
y yo sigo caminando
con quién hablar, sin saber.

Mujer sentada en la ventana.

Si miras bien todo es belleza
belleza el mensaje que en su mano espera,
las letras dirán que por él añora,
la habitación contenta al contenerla a ella.

Si a la ventana asomas
los pájaros ya vienen a piar alegres
le llevan su mensaje por el azul del cielo
muy pronto no estará sola
recibirá otras añorantes letras.

Belleza es pues la espera
si la esperanza acierta
la ida y la venida de miradas y letras,
que bella su espera,que bella su mirada
que lo lejos hace cerca.
Nosotros solo envidia de mirarla a ella
y no ser destino de su mirada
que sus ojos de mar contemplan.

He visto solo un cuadro
pero he visto la belleza,
también una esperanza
sentada y a la espera.

SUEÑOS

Ensoñaciones aladas te visten
cuando el sol acaricia tu frente,
ansiado amor que imaginas
queriendo hacerlo presente:
brazos fuertes que ciñan
con cariño tu párvula cintura,
que arribe pronto a tu puerto
un príncipe cabalgando en su montura.
Aquel que acariciará tu sedoso cabello
con manos de ternura infinita
posando en tus labios de fresa
el beso dulce que en su boca habita.
Entretanto sueña, mi niña,
con castillos encantados,
con galantes y valientes príncipes
de lacios cabellos dorados;
que los sueños son la vida
de la mente que los sueña
llegará, te lo prometo, tu príncipe
tú serás de su corazón la dueña.

LA ESPERA

La mirada perdida en lo lejano
los pensamientos vueltos hacia dentro;
soñando en el próximo reencuentro...
sosteniendo tu lápiz en la mano.

Desgranas tu tristeza en dulces versos
que escribes con amor y con ternura
no hay en ellos vestigio de amargura
ni te abaten sucesos tan adversos.

Resignación pintada en la mirada
y una punzada de melancolía
pasas las horas y día tras día
sigues serena, siempre esperanzada

Sólo una tibia pena ilusionada
por la vuelta que esperas con paciencia,
anhelando su amor y su presencia,
pues sabes que serás recompensada.