Consejos que nadie me ha pedido CC
Cuando se vive
bajo la sombra
y la amenaza
de un gang,
de una banda,
de la mafia
o del Estado.
Bajo el chantaje constante
y permanente:
se encienden las alarmas.
Pensar espanta la calma.
No se necesitan lentes
ante el peligro inminente.
El miedo es inclemente
y electrifica los sentidos.
Debemos despertar los instintos
para sobrevivir en laberintos
de engaños televisados.
Cuando se vive
bajo la sombra
y la amenaza
de un gang,
de una banda,
de la mafia
o del Estado.
Bajo chantaje constante
y permanente:
jamás se llama a los amigos
y tampoco a conocidos,
lo tenemos prohibido.
Estar pendiente del enemigo
de su próximo paso,
del siguiente lazo,
del ataque con mazo
del anuncio de tu fracaso.
Cuando se vive
bajo amenaza
de un gang,
de una banda,
de una pandilla,
de la mafia
o del Estado.
Bajo chantaje constante
y permanente:
se sobrevive según la regla
de no acercarse a la candela.
Pasar desapercibido.
Acostarse vestido.
Dormir en un suspiro
con los papeles en la mano
para huir a lo más lejano
y esconderse en un pantano.
No se debe mirar el cielo,
mucho menos las estrellas,
las luces encandilan
y se pierde perspectiva.
Hay que olvidar los sueños
detrás de puertas cerradas
con cerrojo, candado y pasador.
Comerse las palabras.
Tragar piedras
si fuera necesario.
Olvidar los pensamientos.
Practicar a toda hora
ser invisible en la aurora
y el silencio profundo
de la disciplina del yoga.
Respirar como quien se ahoga.
Huir de quien dialoga.
Vestirse de negro.
Ser sombra del asombro
y andar con la cabeza
metida entre los hombros.
Permanecer en el borde,
en la orilla de la línea.
Con otros, pero en la sombra.
Con otros, pero en silencio.
Con otros, sin destacar
y siempre con la esperanza,
que algún día se acabará.