JJ. describes una situación tan agobiante que me ha puesto los pelos de punta.
Un abrazo.
Con rimas y a lo loco
jota jota
01-03-2025 19:37
Consejos que nadie me ha pedido CC
Cuando se vive
bajo la sombra
y la amenaza
de un gang,
de una banda,
de la mafia
o del Estado.
Bajo el chantaje constante
y permanente:
se encienden las alarmas.
Pensar espanta la calma.
No se necesitan lentes
ante el peligro inminente.
El miedo es inclemente
y electrifica los sentidos.
Debemos despertar los instintos
para sobrevivir en laberintos
de engaños televisados.
Cuando se vive
bajo la sombra
y la amenaza
de un gang,
de una banda,
de la mafia
o del Estado.
Bajo chantaje constante
y permanente:
jamás se llama a los amigos
y tampoco a conocidos,
lo tenemos prohibido.
Estar pendiente del enemigo
de su próximo paso,
del siguiente lazo,
del ataque con mazo
del anuncio de tu fracaso.
Cuando se vive
bajo amenaza
de un gang,
de una banda,
de una pandilla,
de la mafia
o del Estado.
Bajo chantaje constante
y permanente:
se sobrevive según la regla
de no acercarse a la candela.
Pasar desapercibido.
Acostarse vestido.
Dormir en un suspiro
con los papeles en la mano
para huir a lo más lejano
y esconderse en un pantano.
No se debe mirar el cielo,
mucho menos las estrellas,
las luces encandilan
y se pierde perspectiva.
Hay que olvidar los sueños
detrás de puertas cerradas
con cerrojo, candado y pasador.
Comerse las palabras.
Tragar piedras
si fuera necesario.
Olvidar los pensamientos.
Practicar a toda hora
ser invisible en la aurora
y el silencio profundo
de la disciplina del yoga.
Respirar como quien se ahoga.
Huir de quien dialoga.
Vestirse de negro.
Ser sombra del asombro
y andar con la cabeza
metida entre los hombros.
Permanecer en el borde,
en la orilla de la línea.
Con otros, pero en la sombra.
Con otros, pero en silencio.
Con otros, sin destacar
y siempre con la esperanza,
que algún día se acabará.
jota jota
28-02-2025 18:09
02282025 CC
Nuncia, mi hermana:
ni una palabra,
ni un susurro desde Lara.
También el Turbio conspira:
pasa, y no dice nada,
solo llegar al mar aspira.
Se caen los pájaros sin alas:
no dices nada,
silencio a la mala.
Ni siquiera un suspiro
que me diga
que respiras.
Muda, igual a las espigas:
ni una queja,
ni un dolor de vieja.
Son duros los años:
en tu silencio de leño
el peso del empeño.
Nuncia, mi hermana:
una palabra al menos
para tu hermano pequeño.
Rodrigodeacevedo
28-02-2025 13:33
Gracias por tu recomendación, Jota. Procuraré atenderla en alguno de mis múltiples devaneos por ese mar tan proceloso que es internet. Un abrazo.
jota jota
28-02-2025 00:52
Como yo me dejo llevar, sigo escribiendo, ahora con la fuerza oceánica de Piscis.
02272025 CC
Yo navegué sin ser marino
otros mares distintos al Caribe.
Profundos, vastos, desconocidos.
Empujado por el viento del anhelo
navegué sin brújula ni aguja.
Impulsado por tus ojos cristalinos
navegué sin bitácora, ni destino.
Yo me subí al borde de agitadas olas
para probar la sal de su vibrante espuma.
Y me hundí hasta el fondo
en el misterioso mar de los Sargazos.
Allí, donde la vida emerge silenciosa
entre trenzas de algas coloridas
Allá, en donde duermen los ocasos
los adioses, los abrazos.
jota jota
28-02-2025 00:50
Rodrigo: en estos momentos, literalmente, los astros nos impulsan a escribir, hay un video en Youtube de un astrólogo español que te lo deja claro. El video lo titulo Un acto de fe y su canal es: Astrología hecha a mano por Jose Millan. Como ves yo disparo a los astros y a los mares, tenle un poco de paciencia, recuerda que es español y va y viene en su conversación, pero creo que te puede resultar interesante.
Rodrigodeacevedo
27-02-2025 14:45
Gracias, Jota, por tus alentadoras palabras. A trompicones, casi a la "pata coja" (dicho español) trataremos de seguir.
Yo reivindico "mi" libertad de expresión en mis poemas no por vocación libertaria, sino por ineptitud en darles forma ortodoxa. "Oh, libertad: cuántos crímenes se cometen en tu nombre", como dijo aquella buena mujer...
Y para que quede constancia he aquí otro poemilla...
ANOCHECER Y SOMBRAS
Una sombra sombrea asombrada
con penoso patetismo
la cara oculta de la luna.
Un perro husmea las escaleras inviolables
que dicen suben al cielo.
La sombra del perro olisquea impaciente
los detritus y las páginas en blanco.
La escalera violácea e inviolada
posee su particular alfabeto
donde palabras como sésamo y abracadabra
tienen un valor infinito
como el cociente de una división inacabable.
Una falaz claraboya
parodia de ese cielo que el perro quiere alcanzar
es el acceso romboidal
de la cálida claridad de un sol supuestamente esférico
del que fluyen en generoso magma
todos los ardores que en noches como ésta
abrasan los sexos
los vientres
y las miradas
de las muchachas que buscan sus playas íntimas.
Cientos de soldados
supervivientes de la última batalla
confían en el perro que busca entre los detritus
Quieren ser los primeros en disfrutar
de esa página en blanco
en la que escribir su primer poema de amor.
Al fondo señores enlevitados
con sus bombines de plexiglás multicolor
acarician sus bigotes
y cariacontecidos adoran
al Leviatán que les ha sido asignado.
Es la tarde propicia para el rezo sincopado
de la postrera oración
del último holocausto
de la hecatombe más luminosa.
Después el sol acabará de apagarse
y mi pobre perro
perdido ya su olfato en la más densa sombra
regresará junto al pobre ciego
que soy yo
renunciando a la caricia.
jota jota
26-02-2025 19:10
Yo se poco de rima, de metro, de tropo y de metáfora, pero puedo decirte: que el paisaje está totalmente definido, que es más que un boceto, que los colores son claros y haste se oye el canto de los pájaros. Gracias por mantenerte de pie y caminar a saltos por esta Rayuela.
jota jota
26-02-2025 19:06
La sombra en la sangre 2025 CC
Corrí con ella a cuestas como un condenado, en esa carrera me sostuvo la desesperación. El pánico de perderla me ayudó a llegar a la emergencia y entregué a desconocidos un cuerpo que conozco de memoria, un cuerpo y un rostro de mujer, maravillosos, pero averiados por el dolor, su piel de un canela suave, pasó en pocos segundos a un inquietante color morado.
Las personas lucen completamente diferente cuando sufren y ella, bajo el rigor del dolor, atravesada por punzantes agujas, con vómitos y delirando a gritos, luchando contra los demonios, estaba transfigurada.
Hace cinco meses nos encontramos en una esquina marcada por el destino.
Dos naciones que se juntan, dos culturas que se encuentran. Sobre nuestras espaldas el peso de despedidas anteriores. Nos quisimos con desesperada urgencia, sin saber que el tiempo jugaba en contra y conspiraba despedidas definitivas con la sangre.
Me derrumbé, perdí fuerzas y hasta la intención de vivir, me perdí, y ya no pude encontrarme de nuevo. Las palabras pausadas del Doctor, con su bata blanca y sin rostro para el recuerdo, repiten insistentes en mi memoria el dictamen terminante:
Su organismo y su espíritu, dijo el Doctor: no soportaron el ataque fulminante de la porfiria.
jota jota
25-02-2025 20:00
A dónde iría a parar, la palabra que perdí 2025 CC
Estoy confundido, perplejo, sorprendido. En una hora imprecisa del día de los muertos, dos de noviembre, encontré el tesoro de una palabra única, una palabra rica en matices. Una palabra múltiple y diversa, que me precisa tal cual soy: con mis aciertos, y también con mis errores, que me muestra entero, aunque permanezca en los grises. En ese espacio de sombras en donde a veces me detengo. Una palabra, que me define en los rincones en donde me oculto, que me proyecta, incluso, sobre la delgada línea entre creencias y supersticiones. Una palabra estupenda, que traza mi exacta estatura más allá del margen entre el bien y el mal, y me define también, en el dolor. Esa gloriosa palabra la tuve apenas un instante, por un brevísimo segundo iluminó mi horizonte y la perdí. Esa palabra universalísima, quizás me la sopló el espíritu de uno de mis queridos muertos, apareció espléndida ante mí y se esfumó, la perdí y ya no regresa a mi recuerdo, me esfuerzo en buscarla en la frágil memoria que tengo y no logro rescatarla del pozo en donde se oculta, tal vez, la necesitó otro difunto para poder entrar en el corredor, camino a encontrarse con los suyos.
Lo cierto es que perdí el tesoro de una palabra única, desapareció en los vericuetos de una rayuela sin fronteras, huidiza, que asoma la herida por donde se escapa la vida.