RAYUELA
RAYUELA
COMUNIDAD LITERARIA
Conéctate o Regístrate
Email:
Contraseña:
Mantener conexión
Registrarse
Últimos comentarios
Eratalia
Eratalia
"Y tienes que seguir y seguir y seguir..."
15-06-2025 16:54
Sin foto
Gregorio
"Gracias, Eratalia. Aquí voy poco a poco escalando .."
15-06-2025 16:47
Eratalia
Eratalia
"Unas parrandillas para todos ustedes.Si la inspira.."
14-06-2025 09:58
Eratalia
Eratalia
"Mira, qué bien encontrar a Gregorio aquí y tan ani.."
14-06-2025 09:56
Sin foto
Gregorio
"Hola, Adolfo. Últimamente estás recibiendo mucha c.."
13-06-2025 18:53
Rodrigodeacevedo
Rodrigodea.
"Hola, Adolfo, compas y compis: Como cantaba Labor.."
12-06-2025 10:47
Eratalia
Eratalia
"Y yo me pregunto qué habrá en esa cabecica para es.."
11-06-2025 12:41
Rodrigodeacevedo
Rodrigodea.
"Yo, Adolfo, al contrario que un tal Picasso (fue u.."
11-06-2025 00:23
Eratalia
Eratalia
"En un ataque de nostalgia y otro de ocio salvaje, .."
10-06-2025 13:39
Eratalia
Eratalia
"¡Ay, qué lástima de vida! (Villanela)Hoy me encuen.."
10-06-2025 13:05
Usuarios más activos
Rodrigodeacevedo
Rodrigodea.
 
2.833 Comentarios
Jose Jesus Morales
Jose
 
1.547 Comentarios
Eratalia
Eratalia
 
1.439 Comentarios
Estela
Estela
 
1.088 Comentarios
Gregorio Tienda Delgado
Gregorio
 
1.027 Comentarios
jota jota
jota
 
975 Comentarios
caizán
caizán
 
527 Comentarios
Des
Des
 
446 Comentarios
juan fozara
juan
 
436 Comentarios
Observador
Observador
 
355 Comentarios
CONECTADOS
71 Usuarios registrados
12.859 Comentarios creados
0 Usuarios conectados
Estadísticas
Nº Páginas Vistas

Nº Usuarios
Enlaces útiles
· Diccionario de la RAE
· Diccionario de sinónimos y antónimos
· Buscador de ideas relacionadas
· Contador de sílabas en poesía
· Diccionario de rimas
  
EL TERRITORIO DE LA NOVELA
Ana Alonso
Ana Alonso
17-06-2014 02:47

Mis cuentos son tan cortos que generalmente no necesitan trabajo previo: se me ocurren, me siento y los escribo. O me siento a escribir sin tener idea de lo que voy a contar, y la historia aparece en el camino. Sólo en algunos casos, por ejemplo si me estoy por quedar dormida y se me ocurre alguna idea, enciendo la luz, escribo en tres o cuatro líneas lo que me gustaría contar, para no olvidarlo, y al día siguiente, o en cuanto pueda, lo desarrollo. No mucho más que eso.
Mi intervención, en este caso, es más para preguntarte. Javier, si tus novelas están editadas y hay alguna manera de leerlas (no sé si ya lo contaste alguna vez; en todo caso no lo recuerdo) Me gustó mucho ese argumento de los mendigos y sus actividades. Me parece un sector social interesante para trabajar sobre la organización, ya que el aislamiento los perpetúa más en su condición de marginales.

Observador
Observador
16-06-2014 12:28

Entramos en una fase crucial de nuestra novela. Ya tenemos hecho el trabajo previo de toma de decisiones en cuanto a elección del tema, tipo de novela que vamos a escribir y narrador; hemos situado nuestra obra en una época, lugar y tiempo determinados y hemos esbozado, al menos, los personajes principales. Con todos estos datos fundamentales recabados, estamos en disposición de escribir el argumento de nuestra historia.
Imaginaos que habéis visto una película en el cine y alguien os pide que le contéis de qué va. Logicamente no podremos narrarle a esa persona, con pelos y señales, toda la película de principio a fin, porque, a no ser que seamos unos superdotados, nuestra memoria no nos lo permitiría. Nos limitaremos a contarle los hechos más relevantes del film, es decir, los principales nudos de acción. Pues más o menos en eso consiste escribir un argumento. No es una tarea fácil; requiere un gran esfuerzo de imaginación (teniendo en cuenta que aún no hemos escrito la novela). Es como si cerrásemos los ojos e intentáramos visualizar las principales escenas que va a tener nuestra historia. En nuestro caso, construir el argumento será bastante más complejo que el ejemplo que he puesto de contar a alguien de qué va una película que ya hemos visto, ya que tendremos que visualizar el meollo de la novela con anticipación, es decir, antes de escribirla.
Conviene recordar que esta fase no es definitiva y podremos modificar posteriormente nuestro argumento las veces que necesitemos, pero es importante fijar en esta etapa unas directrices para saber qué camino vamos a seguir en la escritura de nuestra obra. Si no tenemos un argumento previo de nuestra novela y nos lanzamos a escribirla directamente, corremos el riesgo de perdernos; lo cual podría crearnos un bloqueo por no saber cómo continuar la historia. Por poner un ejemplo, es como si alguien quiere viajar en coche de una ciudad a otra sin saber qué carretera debe seguir ni en qué determinados puntos kilométricos tomará una dirección u otra para llegar a su destino (se supone que esa persona no cuenta en su vehículo con un GPS, claro).

Profundicemos algo más en el argumento de una novela:

5. Argumento:

Es la síntesis de la novela. Está constituido, como dije anteriormente, por los nudos fundamentales de la historia narrada, es decir, por los núcleos de la acción.
La pregunta fundamental para construir el argumento es: ¿qué pasó? Cuentan menos el cuándo, el dónde y el porqué, aunque también se puede completar la síntesis mencionando someramente estos tres datos.
La redacción del argumento debe hacerse de manera ordenada, siguiendo el discurrir de los hechos desde el más antiguo hasta el más reciente, aunque más tarde, cuando decidamos la trama de la obra, podremos modificar el orden de exposición de cada episodio en concreto conforme al momento que nos parezca más acertado para que produzca el efecto deseado. Deberá hacerse de manera abierta, dejando la posibilidad de introducir, durante la redacción de la obra, secuencias secundarias y descripciones de aspectos paralelos o perpendiculares o de interrelación de los diferentes personajes que, en el momento de redactar el argumento, quizás no las hayamos tenido en cuenta, pero que surgirán con toda seguridad cuando escribamos cada capítulo.
Así pues, en el argumento no hay que contar todo lo que pasa en la novela, sino las escenas clave que darán origen a la redacción de nuestra historia. En esta etapa podemos incluir también el título de nuestra obra (si no lo hemos decidido anteriormente), que, al igual que el argumento mismo, no tiene por qué ser definitivo, siempre podremos cambiarlo si lo consideramos conveniente.

Veamos el argumento (copiado de la Wikipedia) de una novela conocida, que seguramente muchos de vosotros hayáis leído: El señor de las moscas de William Golding:

En el mundo hay una guerra. El avión en el que viajan unos chicos británicos se estrella en una isla desierta por culpa de una tormenta. Siendo los únicos supervivientes, los niños se ven obligados a sobrevivir sin ningún adulto.
Ralph y Piggy, dos de los chicos mayores, encuentran una caracola y la hacen sonar para reunir al resto de los supervivientes. Desde ese momento, la caracola será utilizada como símbolo de autoridad y derecho a la palabra, convocando a todos a una asamblea cuando la situación lo requiera. Ralph es elegido como líder del grupo, pese a que Jack, otro de los chicos más fuertes, deseaba ser el jefe. Para contentarlo, Ralph lo deja a cargo del grupo de cazadores. Con el tiempo se ve como muchos de los chicos empiezan a tener conductas violentas fomentadas por la búsqueda de poder y la jerarquía que se impone naturalmente. Por ejemplo, Jack es el más adecuado para describir ésta situación ya que él al no haber sido electo realiza un "golpe de estado" imponiendo su equipo de cazadores el mando. Piggy muere asesinado por Roger, y finalmente queda Ralph escondiéndose de los cazadores que buscan su muerte, finalmente como estrategia prenden fuego a la isla y por esto mismo los rescatan.

Para terminar, también como ejemplo práctico de argumento, os escribo a continuación el de mi segunda novela, La fábrica de sueños:

Enrique Martín, un exprofesor de sociología de la facultad, cae en una profunda depresión a raíz de separarse de su mujer. Después de este incidente se da a la bebida y lo pierde todo. El sociólogo acaba viviendo en la calle con un grupo de mendigos, que le bautizan con el sobrenombre de “El abuelo“.
Un día, Enrique tiene la idea de crear un centro de actividades artísticas ocupando una fábrica abandonada. Le cuenta el proyecto a sus compañeros. En un principio, el resto de mendigos acoge la idea fríamente por falta de motivación. “El abuelo” insiste y logra convencerlos diciéndoles que les puede servir para dar sentido a sus vidas.
Enrique propone a cada mendigo que elija una actividad artística que le apetezca hacer. Algunos indigentes no se definen por ninguna actividad, pero otros muestran ciertas habilidades e interés por algunas artes. El sociólogo anima a sus compañeros a que organicen talleres y enseñen esas disciplinas a otros mendigos que estén interesados. Ellos acceden.
Cuando tienen organizadas las actividades y están acondicionando la fábrica para poner en marcha los talleres, los vecinos se enteran de que han entrado en el edificio abandonado y los denuncian.
Adolfo Aldana, el líder de la oposición a la alcaldía de la localidad, tiene conocimiento de la actividad de los indigentes, ve un filón en sus aspiraciones políticas y llama a los medios de comunicación para que se hagan eco de la iniciativa de los mendigos.
La noticia acaba teniendo mucha repercusión social. El político les hace una visita en la vieja fábrica y les promete ayuda para comprar materiales. La imagen de Aldana con los mendigos se difunde en todo el país. Los medios de comunicación graban a los indigentes en el interior de la fábrica abandonada y estos se quedan obnubilados por la fama inesperada. Solo Enrique Martín se muestra escéptico y advierte a sus compañeros de las verdaderas intenciones de Aldana. Pero los demás mendigos, ciegos por la popularidad, no hacen caso de sus advertencias y siguen mostrándose accesibles con los medios de comunicación.
El candidato a la alcaldía consigue convencer a los vecinos para que apoyen la actividad de los indigentes. Todo esto, como intuía Enrique, no es más que una maniobra política para obtener votos en las elecciones municipales.
Aldana adquiere una gran popularidad como benefactor de los marginados. En las elecciones locales su partido logra la mayoría absoluta y él consigue la ansiada alcaldía.
La sorpresa surge cuando, solo dos días después de las elecciones, la policía desaloja a los mendigos y las excavadoras derriban la antigua fábrica. El político tenía pactado conceder el permiso para construir dos bloques de apartamentos a una constructora si ganaba las elecciones.
Los indigentes se sienten engañados y los más radicales pretenden linchar al nuevo Alcalde. Enrique intenta evitar la revuelta de sus compañeros más exaltados, pero no consigue detenerlos. Un grupo bastante numeroso de mendigos radicales provoca graves disturbios en la ciudad. La policía reprime la algarada.
Aldana, que ya había previsto la reacción de los indigentes, vuelve a manipular los hechos a su favor diciendo en los medios de comunicación que la situación dentro de la fábrica abandonada era insostenible y que los mendigos no habían sabido aprovechar la oportunidad que él les había dado, ya que habían abandonado los talleres y se dedicaban a consumir droga y a ejercer la prostitución dentro del local. Termina diciendo que no le ha quedado más remedio que demoler el edificio por el bien de la vecindad.
Finalmente, Enrique Martín,“El abuelo", vuelve al solar, donde ha quedado la vieja fábrica derruida, para rescatar el cartel que daba nombre al centro: “La fábrica de sueños” de entre los escombros. Enrique y un reducido grupo de mendigos abandonan la ciudad con la esperanza de crear otro centro de actividades culturales en otro lugar.

Aquí finaliza esta sesión. Espero que os animéis a contarnos vuestras experiencias en la construcción de argumentos para vuestros textos. Volveremos en el siguiente punto a hablar de los personajes para ver cómo podemos caracterizarlos con mayor profundidad.

Observador
Observador
11-06-2014 12:56

Pues muchas gracias por tu intervención, César. Al menos a mí, me resultan muy enriquecedoras tus aportaciones a este hilo. Dada mi escasa experiencia en el campo de la novela, siempre intento leer más sobre el tema y aprender de las personas que tienen mayor experiencia que yo en el oficio de la escritura, como es tu caso.

Un fuerte abrazo, César. Reitero mi agradecimiento por tu participación.

Cesar Garcia Cimadevilla
Cesar Garcia Cimadevilla
11-06-2014 12:14

CÓMO DOCUMENTARSE PARA UNA NOVELA

Tiene razón Javier, toda novela necesita documentación, aunque en algunos casos, cuando el tema es muy personal, esa documentación puede ser menor. En mi caso, cada vez que abro una carpeta para una nueva novela abro otra que titulo DOC donde voy archivando toda la documentación que recopilo sobre el tema.

A mí particularmente me gustan mucho las fotos porque mi memoria no es precisamente visual y me cuesta más describir paisajes o fisonomías que ideas o sentimientos. Para hacerme una idea del personaje siempre busco fotos, en Internet o una foto personal en diferentes lugares y tiempos de mi vida (es lo que hago con mis personajes humorísticos, soy yo mismo con diferentes físicos y en diferentes lugares. Si puedo visito los lugares y si ello no es posible busco fotos por Internet. Incluso para novelas muy personales, basadas exclusivamente en mis recuerdos, utilizo fotos, como es el caso de Aventuras y desventuras del pequeño Celemín, basada en mis estudios en un colegio religioso. He buscado fotos en Internet y he conseguido un buen material, aunque desgraciadamente muchas de ellas son actuales y no del tiempo en el que yo estudié allí. No pude encontrar fotos de otro colegio donde terminé los estudios porque había desaparecido y cosa curiosa, no aparecía ni una sola foto antigua en Internet. Es por eso que guardo mis fotos personales como oro en paño y las archivo por épocas y lugares. Las fotos de papel las he escaneado y agrupado por temas. Aunque parezca un trabajo tedioso y sin sentido cuando escribo sobre épocas de mi vida muy pasadas (soy ya muy viejo) la visión de una fotografía de aquellos tiempos es fundamental para que el recuerdo aflore con todo detalle.

También estoy anotando mis recuerdos constantemente en agendas y archivos del procesador de texto. Lo suelo hacer los fines de semana, especialmente al levantarme, anoto los sueños de la noche anterior y los recuerdos que hayan aflorado de alguna etapa de mi vida. En gran parte mi facilidad para escribir nace de ahí, cualquier tema que necesite para un relato lo puedo sacar de mis recuerdos o sueños, no necesito planteármelo como un frío rompecabezas. Además utilizo estos recuerdos como una técnica de yoga mental o una técnica chamánica de Castaneda que se llama la Recapitulación y que es fantástica para un escritor porque le permite hacerse con detalles muy vivos de su pasado. En cuanto a cómo aprovechar ciertas técnicas mentales, especialmente de yoga mental, lo dejaré para otra ocasión.

Muchas de mis novelas están basadas en mis propios recuerdos y experiencias vitales por lo que la anotación de mis recuerdos y el orden en mis fotografías es esencial. Lleva su tiempo pero mientras ordenas fotos te surgen recuerdos y eso si que es un verdadero tesoro. Cuando el tema nada tiene que ver con mi vida aprovecho mucho el material onírico. Llevo años anotando mis sueños al despertar en libretas y cuadernos, cuando algún tema para una novela me es completamente ajeno siempre puedo recurrir a mis sueños. Me resultan especialmente valiosos para historias de fantasía o de ciencia-ficción. Una de ellas, El bufón del universo, está basada casi al completo en un largo sueño que anoté durante horas. En la novela me he limitado a ampliar detalles del sueño. Hace unos días un sueño me sirvió para activar otra novela de ciencia ficción que tenía bloqueada desde hacía años. Se titula "Puentes artificiales para las almas" y he estado escribiendo como loco durante la última semana para que las ideas del sueño no se perdieran.

No soy el único que aprovecha los sueños, ha habido muchos escritores que lo han hecho, por ejemplo Graham Greene, quien confiesa que durante años tuvo una libreta con un bolígrafo en su mesita de noche y al despertar anotaba los sueños que le parecían aprovechables para sus novelas. No es tan complicado recordar y anotar los sueños. En mi Manual del perfecto soñador doy unas instrucciones muy simples, el resto es práctica.

Me estoy extendiendo mucho pero es que la documentación para una novela es esencial. Nunca hubiera podido escribir todo lo que he escrito sin un proceso meticuloso de documentación. Me documento prácticamente sobre todo, incluso sobre temas que conozco muy bien, como son los legales, tengo leyes sobre seguridad privada y detectives y cómo se han ido modificando con los años. En mi caso no suelo ser muy realista en mis novelas y no me gusta situarlas en tiempos y lugares concretos que me obliguen a no meter la pata al describir una determinada época o lugar. Prefiero no concretar y acogerme a la disculpa de que es un relato ficticio para no tener que someterme a los condicionamientos de cómo eran las cosas en España en un determinado tiempo. Aún así me gusta tener una base de realidad, aunque luego la modifico a mi antojo, como es el caso de mi novela Diario de un gigoló, situada en Madrid durante la transición, precisamente una época que yo viví allí. Todo está deformado en esta historia delirante y hay cosas que nunca pudieron haber ocurrido porque el régimen político o las circunstancias no lo hubieran permitido, pero aún así el Madrid es el Madrid que yo conocí y la época de la transición la viví a pie de calle en el centro de la movida, como también supe lo que fue la famosa movida madrileña.

No es lo mismo documentarse para una novela "realista" que situamos en un tiempo y en un lugar concreto, que para una novela ficticia que podemos situar en cualquier tiempo y lugar. En el primer caso la documentación debe ser exhaustiva o el lector te reprochará inmediatamente tus contradicciones. En el segundo caso puedes utilizar lo que quieras de diferentes tiempos y lugares y ante cualquier reproche te puedes limitar a decir, es "realismo mágico". En España hay autores que hacen eso, ahora mismo estoy leyendo a Luis Mateo Díez, su novela Camino de perdición, se supone que está situada en España, concretamente en la provincia de León, de donde el autor es natural, y en una época muy concreta, tal vez los años del desarrollismo durante la dictadura franquista, pero leyéndola la historia bien podría desarrollarse en cualquier otro tiempo y lugar, salvo por algunos detalles, como la descripción de un coche concreto o las ropas que se estilaban entonces, etc. Esta es la forma de escribir que me gusta y que otros escritores españoles también han utilizado, recuerdo ahora por ejemplo a Juan Benet y su famosa Región, un país o comunidad ficticio pero al que se podría rastrear en alguna comunidad española. Es un poco como el Macondo de García Marquez, se trata de un lugar ficticio, mágico, pero con características que se pueden rastrear en paisajes y momentos históricos concretos.

Podría hablar largo y tendido sobre la documentación, una etapa crucial al escribir una novela, pero creo que tampoco es necesario profundizar demasiado en los detalles. Eso sí, hay que organizarse y plantearse una especie de protocolo, como existe en los hospitales en la atención al enfermo. En mi caso sería más o menos el siguiente:

-Carpeta para la novela. Archivo para anotaciones sobre la historia. Archivo copia de trabajo de la novela, donde voy escribiendo la historia, no de forma cronológica, sino los momentos que se me ocurren. Archivo copia en limpio de la novela. Allí voy utilizando los párrafos corregidos de la copia de trabajo.

-Carpeta para documentación. En ella cabe todo, una carpeta para fotos, otra para documentos bajados de Internet, como leyes, descripción de ciudades y paisajes, momentos históricos, políticos, etc.

-Carpeta para películas, videos, etc. si la documentación sobre la época histórica debe ser exhaustiva.

Siempre tengo una tabla o una agenda telefónica, con todo el abecedario, donde anoto por orden todo lo referente a la documentación o a los episodios de la novela. Así en mi novela Diario de Ermantis, en la letra "E" aparece Ermantis con una breve descripción y las páginas de las libretas o las carpetas o archivos donde se le menciona.

-Siempre utilizo una agenda o un archivo o tabla para los personajes, en mi caso me resulta fundamental. Anoto los personajes por orden alfabético y las libretas, cuadernos o archivos a los que me remito para encontrar tal o cual cosa. Si necesito esbozar o ampliar el esquema básico de un personaje abro un nuevo archivo o una nueva libreta.

Esto puede parecer demasiado complejo y en realidad lo es. Hace años perdía mucho tiempo buscando párrafos de determinada novela que no sabía muy bien dónde lo había anotado, o el esbozo de tal o cual personaje. Eso me enseñó a plantearme un estricto orden y a crear los índices que fueran necesarios. No todas las novelas requieren esta parafernalia. Una historia basada en recuerdos a lo mejor solo necesita un archivo de anotaciones de los recuerdos y otro de fotografías, por ejemplo. Tampoco es necesario un orden tan estricto cuando solo se escribe una novela a la vez hasta terminarla. En mi caso puedo estar escribiendo una docena de ellas a la vez lo que me obliga a una documentación laberíntica. No podría escribir una novela hasta terminarla, mi inspiración salta de acá para allá y cortar las alas porque no es el momento para una determinada novela solo tendría sentido si fuera un escritor profesional con plazos de entrega.

Como habréis observado me he entusiasmado con la documentación y es que salga luego lo que salga lo paso muy bien haciendo acopio de datos y fotografías. Un saludo.

Observador
Observador
09-06-2014 11:46

4.5 Documentación:

Toda novela requiere un trabajo previo de documentación. Lo primero para escribir sobre un tema es documentarse sobre el mismo, es decir, entrar en el tiempo histórico de la novela, analizar la idiosincrasia de los personajes o las peculiaridades del lenguaje, según sea la época en que situemos nuestra obra. Es el andamiaje invisible de la novela; viene a ser como los pilares y muros de carga de una casa: nos pasan absolutamente desapercibidos, pero si fallan, toda la estructura peligra, y si ni siquiera existen es que no hay forma de mantener el edificio en pie.
Debemos recabar información sobre el ambiente, la situación humana, las costumbres o el perfil de las ciudades. Lo cómodo es situarse en un entorno que conozcamos bien; por ejemplo, en el barrio donde vives o en un río, como en la novela social "El Jarama".
El trabajo de documentación es quizás la tarea más árida y aburrida del oficio de escribir, pero sin una documentación adecuada, nuestra novela carecerá de credibilidad, sobre todo si es histórica, religiosa o biografiada. Documentarse es fundamental para que el trabajo que hace el escritor creando no se estropee al colocar, por ejemplo, una botella de plástico en el siglo XV.
Supone visitar bibliotecas, consultar libros, Internet, hemerotecas y archivos. Y si es posible, trasladarnos al lugar donde vayamos a situar los hechos, para tener un mayor conocimiento del terreno. Hoy en día con la herramienta de Internet tenemos mucho camino recorrido. La red nos facilita el acceso rápido a todo tipo de información y, por consiguiente, un ahorro notable del tiempo empleado en el trabajo de documentación para nuestra novela. Con Google Maps, por ejemplo, podemos tener un conocimiento muy aproximado de cómo es un determinado lugar. Aunque lo ideal es conocer físicamente los sitios sobre los que se escribe, no siempre es posible podernos desplazar allí.
Mi consejo es que situéis vuestra novela en un entorno que conozcáis bien. Si podéis desplazaros al sitio donde se vayan a desarrollar los hechos, mucho mejor. Además de conocer bien el lugar o lugares donde se vaya a llevar a cabo la acción, conviene escribir sobre un tema que dominemos o, al menos, del que tengamos bastantes conocimientos. De esta forma, aunque siempre habrá que informarse sobre algunos aspectos, nuestro trabajo de documentación no será tan complicado como si se tratase de un tema o un entorno desconocidos.
En mi primera novela, “El escenario de las nubes”, tuve que hacer un trabajo previo de documentación sobre la pintura surrealista. Recabé información en Internet y me compré un libro técnico sobre esta materia. Además, experimenté sobre mezclas de colores al óleo. En este sentido tengo la ventaja de contar con una academia de pintura y con la colaboración de un profesor, que me fue asesorando sobre estos aspectos.
El trabajo documental de mi segunda novela, “La fábrica de sueños”, fue mucho más duro y complejo. A pesar de que no era un tema desconocido para mí, ya que había trabajado con un grupo de chavales marginales en el barrio de San Blas, tuve que leer bastantes estudios sobre las causas de la mendicidad en España. Busqué información en Internet sobre el tema y salí a la calle a visitar zonas habitadas por mendigos. Una de ellas me sirvió de inspiración para la novela y allí situé parte de los hechos. También me tuve que informar sobre la ocupación de inmuebles, el movimiento Okupa en España y la legalidad vigente sobre este tema.

Con esto finalizamos esta sesión. Espero que os haya parecido interesante y os animéis a participar. La siguiente cuestión que abordaremos será el argumento.

Ana Alonso
Ana Alonso
03-06-2014 18:58

El "Banco de Personajes" tendría la ventaja de que no necesitaría comentarios. Cada usuario del foro podría "donar" uno cuando se le ocurriera, y todos podríamos leer y elegir para inventarle una historia (mencionando que el personaje principal o secundario de esa historia fue creado por quien corresponda). También se lo podría poner en práctica una sola vez, por ejemplo en el Taller de Relatos, sin necesidad de abrir otro hilo)
Yo no me ofrezco a iniciarlo porque implica una responsabilidad que me cuesta asumir, pero seguro en algún momento tomaría prestado algún personaje, si alguien decidiera abrirlo. En todo caso, creo que este tema tendría que conversarse en "Sugerencias" para no interferir en "El territorio de la novela".

Gregorio Tienda Delgado
Gregorio Tienda Delgado
03-06-2014 18:46

Pensaba escribir algo sobre la creación de personajes, pero, después de la aportación de nuestro amigo Cesar, poco puede añadir, pues, lo poco que he aprendido sobre este tema, se lo debo a él. En el enlace que ha dejado al final de su intervención, puede ver un personaje mío que creé para colaborar con él, en el TALLER ALONSO QUIJANO. Fue un experiencia divertida y muy enriquecedora para mí.

Estoy de acuerdo con lo que dices, Javier, de que es muy importante entrar en la piel de los personajes para que las escenas sean más creíbles. Si el escritor vive la historia, el lector también la vivirá.

En cuanto a lo que propone Ana, de crear un banco de personajes, sería interesante, pero difícil que prospere, debido a la poca participación que hay. Recuerdo que cuando empezamos el taller de relatos en Grupobúho, era parecido a esta propuesta; el que le tocaba el turno, publicaba un relato y los demás participantes copiaban el primer párrafo, y partiendo de él, escribían cada uno el suyo enfocándolo a su voluntad.



Me gusta soñar despierto... dormido tengo pesadillas.
Cesar Garcia Cimadevilla
Cesar Garcia Cimadevilla
03-06-2014 14:42

LA CREACIÓN DE PERSONAJES

Mi experiencia al respecto es larga y compleja. Cuando hace años decidí escribir novelas en serio la mayor dificultad con la que me tropecé fue la de crear personajes. Elucubrando-elucubrando me inventé un mecanismo al que llamé bio-psico-tipo (¡de dónde sacaría la palabra!. En realidad consistía en esbozar un personaje con sus características físicas y psicológicas. Era como armar un robot, pieza a pieza, pero no me dio resultado.Entonces decidí darle vida tomando notas de la realidad y llené cuadernos con apuntes en vivo de personas reales, me fijaba en su físico, en sus gestos, en su forma de hablar y de comportarse. Los fui clasificando, éste para la comedia, este para el drama, aquel para una historia costumbrista, etc. Tampoco me dio resultado. Eso sí, aprendí mucho y tomé muchas notas que me han servido después.

Cuando ya desesperaba se me ocurrió convertirme en actor y seguir el método Stanislavsky, el meterse en la piel del personaje. Cuando necesitaba un personaje de cualquier tipo me imaginaba como tal personaje, haciendo lo que él tenía que hacer. Si necesitaba un personaje delgado, "adelgazaba" unos kilos, virtualmente, imaginariamente, claro. Si el personaje era atrevido intentaba visualizarme superando mi timidez, etc. A esto uní las notas que tenía y utilicé gestos, forma de expresarse, determinadas características físicas o psíquicas de las personas reales a las que había anotado en mis libretas. Por último hice un modelo para ir creando el personaje paso a paso, nombre, características físicas, carácter, pasado, entorno, etc.

A veces creaba antes al personaje y luego me inventaba una historia para él (la mayoría de mis personajes humorísticos), otras veces se me ocurría una historia y hacía una lista de personajes que necesitaba y los iba esbozando, paso a paso. Con el tiempo dejé de necesitar modelos y mecanismos,me he convertido en actor y todos mis personajes tienen algo de mí, les interpreto como si estuviera haciendo teatro o cine y voy improvisando sobre la marcha. Hay personajes con los que llevo años conviviendo y que son completamente diferentes a como nacieron. Mis personajes es como si fueran mis hijos, les veo nacer, les veo crecer, influyo sobre ellos y ellos influyen sobre mí y cuando llegan a la edad adulta se marchan de casa y me mandan alguna carta para saber lo que están haciendo. Cuando un personaje se va de casa y se hace libre como un pájaro me siento satisfecho. Nada peor que un personaje títere al que el autor hace ir de acá para allá manejando hilos de marioneta. Los personajes son adultos y tienen su vida propia.

Cada cual tendrá su propio método para crearlos, de acuerdo a su carácter o sus gustos, lo importante es que en ellos haya siempre algo de nuestra carne, que seamos capaces de ponernos en su piel, de crecer con ellos y dejar que se vayan a donde quieran cuando se conviertan en adultos. Puede parecer duro y muy largo, pero cuando uno le encuentra el gusto a crear personajes es como el actor que ha encontrado el gusto a interpretar, sea cual fuere el personaje que le toque. La diversión es tanta y los momentos placenteros tan intensos que el duro trabajo de campo es como el del montañero que trepa a la cumbre, cuando estás en ella se te ha olvidado todo el sufrimiento de la subida.

Os dejo un formulario modelo que he utilizado para el taller de humor en Sonymage. El taller está parado por falta de interesados. Desde luego que entiendo a los que consideran que escribir una novela o hacerse humorista es demasiado trabajoso y no merece la pena. Si no disfrutas haciéndolo, si no te diviertes, es como ir a un trabajo que odias, solo que en el trabajo al menos te pagan y aquí ni eso. Para ser novelista o humorista, o cualquier cosa en la vida, me atrevería a decir, tiene que gustarte. Es lo que nos decían de niños, busca tu "vocación". Hay que hacer las cosas por vocación, porque te gustan, si no es así mejor dejarlo porque solo servirá para sufrir.

http://www.sonymage.es/foro/viewtopic.php?f=247&t=17983

Observador
Observador
03-06-2014 14:29

Gracias por tu intervención, Rodrigo. En lo que a mí respecta, si Ana o cualquier otro usuario de Rayuela quiere abrir ese hilo dedicado a la construcción de personajes, estaré encantado de que se lleve a cabo. Siempre he animado a los usuarios de este foro a tener iniciativas y hacer propuestas. Lamentablemente estas han llegado con cuentagotas y, como he dicho antes, somos muy pocos miembros activos para afrontar todos los hilos que ya hay abiertos. Es por esta razón por la que digo que la propuesta de Ana no tendría demasiada participación, como está ocurriendo en todas las demás. Aún así, si sale adelante estaré encantado y procuraré participar en la actividad.

Rodrigodeacevedo
Rodrigodeacevedo
03-06-2014 13:43

Buena idea la tuya, Ana: la apertura de un hilo para creación y estudio de personajes de novela. Lo que dices respecto a que estos personajes son el resultado de la fusión de varios de ellos en la mente del autor es totalmente cierto. El paradigma es Marcel Proust, que en su "En busca del tiempo perdido" ya utilizó esta "digamos" técnica, aunque no es correcto el vocablo. Cada uno de sus personajes, protagonista incluído, es el retrato en "patch-work" de muchos de los seres que componían su sociedad. Eso además de otras muchas características inéditas hasta entonces en la novelística, que hicieron que esta obra (y este autor) supusiesen un punto de inflexión para la novela actual.
Respecto al hilo para estudio de personajes, a pesar de las cautelas de Observador, totalmente justificadas, creo que debiera abrirse. Yo ya he manifestado que no me encuentro con fuerzas ni cualidades para escribir una novela; pero participar en el hilo sí que lo haré. Precisamente tengo en conserva una serie de relatos que tal vez algunos conozcáis: "Historias del Café Riga," que puedo desempolvar y repulir. Puede que todavía sea posible recuperar alguno de aquellos personajillos que lo animaban y hacerlos "trabajar" de nuevo en ese hilo.

<< Respuestas anteriores Respuestas siguientes >>
2025 Topforo.com | Aviso legal | Uso de cookies | Hacer foros | Foros Arte y Cultura(Cine,TV,..)