Muchas gracias, Estela. Siempre que me acerco al foro pienso en que eres uno de los "fijos": asiduos e irredimibles pertenecientes a Rayuela, aunque por tus múltiples actividades no nos dejes tus valiosas aportaciones para nuestro común disfrute. No importa. Cada cual en su papel, con la frecuencia que su tiempo y ganas le permitan, aquí seguiremos, al menos creando ambiente.Que para eso tenemos al impagable (e impagado) Adolfo, todo un personaje.
Estela
04-11-2019 02:45
Tus entradas aquí,brillan, Rodrigo, que sí! qué brillan!
No es fácil mantener vivo NINGÚN RINCÓN LITERARIO. Es así...muchas veces no se cuenta con el tiempo necesario para publicar o leer, pero...qué MARAVILLA ES SABER QUE ESTE RINCÓN ESTÁ... Jamás será una casa abandonada; siempre hay calor de hogar en él, pase el tiempo que pase, se mantiene firme, como esos cálidos encuentros de amigos, que aunque sean pocos, se disfrutan hondamente.
Nuevamente, un abrazo a los que andan habitualmente por aquí, y a los que no tanto, también.
Hace tanto que los tengo abandonados que no logro recordar mi contraseña para entrar
Estela
04-11-2019 02:40
Acá hay una! Y a pocas horas de tu publicación!
Preciosa entrada!
Un abrazo muy grande a todos los uqe componen este cálido rincón.
Hace tanto que los tengo abandonados que no logro recordar mi contraseña para entrar
Rodrigodeacevedo
03-11-2019 22:11
Dedicado a nuestros amigos de allende el mar (espero que alguno nos siga leyendo; si lo hay que levante la mano, porfa) una pequeña muestra de una música eterna sobre una ciudad eterna: París. Venga, animarse; total unos pocos dólares y 8 horas de vuelo y a disfrutar.
Oncina
01-11-2019 21:17
Adolfo, huesos de santo y buñuelos para todos.
Para eso va muy bien algún licor dulce, no digo más.
Saludos y abrazos.
Rodrigodeacevedo
24-10-2019 19:19
Al leer el intimista y participativo post de Doña Eratalia lo primero que me ha saltado a la vista ha sido la mención de... "una botella de whisky CARDHU" de 12 añitos" Nunca nos hemos estirado tanto con ningún evento. Gracias, Doña; sigue siendo usté imprescindible para lo del lustre y la calidad de este foro. Acabe, acabe tranquila lo de sus paquetes (conozco bien la "poblemática", yo hice unos 8 traslados en mi vida activa -la de ahora es pasiva-, así que la entiendo y se lo trabajoso que resulta.) Y después, con toda normalidad, ya sabe..."decíaos ayer...." Hasta pronto.
Eratalia
24-10-2019 13:37
Hola, entrañable Adolfo, qué es de tu vida?
Entre caja y caja me he sentado un rato a la barra para ponerte al día de mis vicisitudes.
Y es que me ha llegado una alerta al correo haciéndome recordar que Rayuela existe. RAYUELA FOREVER.
Sí, si fui yo misma la que le puso eses título y ahora parezco una desertora, diré en mi descargo que en ninguna otra plaza toreo.
Entre caja y caja, como os dije antes, me he tomado un respiro y he visto este monólogo que en su día sembró aquí mi estimadísimo Don Rodrigo (no el Díaz de Vivar, el otro) nuestro campeador particular, pues mira que no batalla y lucha y campea para seguir manteniendo vivo el pabulillo que le queda a Rayuela.
Es admirable e incombustible. Sin hacer de menos al resto, que también tienen lo suyo.
Y, aunque no lo haya explicado antes, las cajas a las que aludo están llenas de ropas, enseres, trocitos de mi vida convertidos en objetos y muchas otras cosas, demasiadas, inservibles, pero que me resisto a abandonar y cargo con ellas como un lastre, eludiendo el momentazo que hubiera sido para tirarlas todas a la basura.
Pero llevo dos mudanzas en tres años y es mucho lo que he ido suprimiendo, aunque sigo sin estar ligera de equipaje, me cuesta una barbaridad desprenderme de mis cosas.
Y después de este ratito intimista os dejo aquí mi cariño de siempre y una botella de Cardhu 12 años, para que os deis unos golpecitos a mi salud y a la de vuestras arterias.
Lo dicho Adolfillo, vengan esos brazos y hasta pronto.
Con rimas y a lo loco
Rodrigodeacevedo
10-10-2019 19:44
Hola, Adolfo: He entrado sin llamar, espero no haberte asustado. Parecías un poco adormilado. ¿Todo bien por aquí? Permíteme... voy a quitarte algunas telarañas que te cuelgan de la solapa del smoking... Así estás mejor.
Veo que no ha pasado nadie estos días desde la última visita de J.J. Pensemos que están disfrutando de estos primeros días del otoño, tan dulces y melancólicos como nuestra poética Rayuela. Yo, que a veces me asomo al mundo exterior en otros foros, compruebo que antiguos visitantes nuestros siguen activos y dejan sus creaciones casi a la interperie, fuera de este cenobio. Tal vez piensen que Rayuela no respira. Pero todavía algún hálito entibia el aire tras sus puertas.
He de reconocer que son tiempos de nostalgias, que el personal tiene otras ocupaciones que les dan mas eco a sus vidas, aunque una vida virtual, como las nuestras, amigo Adolfo, no suele tener mucho eco.
Si nuestros recintos estuviesen acondicionados en turbulentos desfiladeros, en los que el sonido resuena en múltiples y fragorosos fragmentos de las paredes de roca... Pero entonces no serían tan acogedores. Creo (aunque nunca he vivido esa experiencia) que la soledad más profunda se siente cuando buscas una respuesta y esa respuesta es sólo... tu eco. ¿Cómo percibiría Beethoven, desde su sordera, la grandiosidad de sus composiciones? ¿Como escucharán oídos sordos la magnificencia del último movimiento de la 9ª Sinfonía? Son preguntas que, a veces, uno se hace, sobre todo en situaciones de aislamiento, de necesidad de comunicación. No basta con hablar y tener alguien a tu lado si ese alguien no escucha, o no sintoniza con tus palabras.
Bueno, Adolfiyo, que te estoy aburriendo. O entristeciendo, que sería peor. Lo noto porque tu mirada, que nunca fue especialmente brillante, es ahora un pabilo mortecino que apenas puede sostener ya su llama.
Tómate un chupito de mi excelente orujo, si es que queda.
Por si viene alguien y quiere entretenerse dejo un poemilla, triste y azul como el gato de aquella vieja canción. Es tristona, pero no hay otra cosa...
LLUVIA SOBRE EL MAR
Has vuelto.
Has vuelto en forma de lluvia
como las lágrimas saladas
que apenas se secaron en mi rostro.
Me disuelvo en tu hermosura azul
y renazco en las nubes donde ahora habitas
Lloras, me lloras ausente y triste
como esta tarde de otoño.
Lloras, me lloras
como una luz tras la ventana
derramando sobre mí un lloroso atardecer
como recuerdo y espejo de nuestro último beso
La lluvia, el mar y tú
Mi cuerpo, mi sangre… y tú
siempre tú como la vida
como el mar del que naciste.
El paseo deshabitado
las olas que mansas mueren
todo es azul y triste
como yo, azul, triste y azul...
Rodrigodeacevedo
22-09-2019 14:09
¡Holaaa...! ¿Hay alguien por ahí? Ah, hola Adolfo, no te había visto detrás de tu ocioso mostrador.
Pues nada, a dar una vueltecita a ver cómo van las cosas. Mucha... demasiada tranquilidad en este calmo refugio. Bueno, nunca hubo demasiada actividad, suele ser una característica de este tipo de foros, sobre todo en los pequeños como el nuestro.
Uno viene y siempre espera el milagro: un poema de Oncina, una jovialidad de Gregorio, noticias allende los mares con la estela de Estela... ningún imposible, ya ves. Aunque siguen los bellos poemas y relatos de J.J., el (pen)último bastión que le queda a las letras rayueleras...
Bueno, y yo, un tal Rodrigo, que busco en la paz de estos penumbrosos rincones dejar volar la imaginación y revivir otros tiempos, en los que revoloteaba por aquí Eratalia, los imprevistos flashes de la pelirroja Despistes; en fin, fotos de álbum.
Qué hermoso es dejar libre a la imaginación para que construya decorados, personajes, situaciones que en su virtualidad perfeccionen a aquellos reales que no conocemos. Por ejemplo: ¿sabes cómo me imagino yo este local, su entorno, su fachada, su ambiente? Hay un libro muy famoso, algún día te lo traeré para que lo leas: El lobo estepario, de Hermann Hesse, en el que en un pasaje, el protagonista, H.H., callejea por la parte vieja de una vieja ciudad centroeuropea. A través calles silenciosas, húmedas, tenebrosas, llega a un local en el que se anuncia:
Teatro mágico
Entrada no para cualquiera
No para cualquiera
¡Sólo para locos!
Pues ese sería parea mí el emplazamiento del Rayuela's Bar. Paz exterior, paz interior y misterio... el misterio de la locura pacífica que te lleva a esos mundos extraordinarios que vivió aquel viejo lobo estepario.
En fin, Adolfo. Te voy a dejar no sea que acabes tarumba con mi charreta. Saluda a los compis que puedan aparecer y los invitas a lo que quieran y tengas... Te dejo una canción alusiva a nuestro idilio en la metáfora de una canción francesa de amor.
Rodrigodeacevedo
09-08-2019 11:15
Hola, Estela, queridísima amiga: muchas gracias por este cariñoso recordatorio, por el que nos comunicas tu "efervescencia creativa" de la que -creo hablar por boca de todo el grupo- nos sentimos partícipes y entusiastas animadores. No te preocupes por tu falta de participación; esto viene siendo como cuando uno hace un largo viaje y, de vez en cuando, envía a sus seres queridos una postal dando cuenta de lo bien que se lo está pasando. Los demás tampoco derrochamos entusiasmo participativo. Pero aquí seguimos, en este pequeño, íntimo, rincón que sigue aportandonos ese calorcito de hogar que tanto entibia los espíritus.
Leía estos días unos versos de un poeta mejicano- surrealista, claro- Gilberto Owen: "La soledad penetra por los espejos vacíos." Afortunadamente en Rayuela no tenemos espejos, tan sólo alguna fotografía color sepia. Así que, querida amiga, adelante con tu proyecto de novela de la que nos darás noticias en su momento.
Un fuerte abrazo y feliz otoño austral.