Cuando empecé a escribir en mi adolescencia, me inicié con la poesía, como muchos de nosotros. Lo hice con poemas rimados, que era lo que nos enseñaban en el colegio. Tras una colección espantosa de poesía cursi y ripiosa que hace tiempo destruí, me decanté por el verso libre, porque me liberaba de las ataduras que impone la métrica de las estrofas clásicas, y quería dejar fluir en libertad mis sentimientos. Escribí bastantes poemas con mayor o menor acierto. Incluso llegué a organizar recitales en algunos centros culturales en compañía de amigos que también tenían inquietudes literarias.
Hace bastante tiempo que no escribo poesía, pero quiero contribuir con dos poemas de los de entonces a la buena marcha de este hilo.

RUTINA

Solo, vacío y desierto
como un folio en blanco
esperando la tinta que lo alimente.
Mi corazón aguarda bombeos
de sangre reciclada,
savia que nutra
las ramas de mi cerebro.

He oído hablar:
de ciudades encantadas,
de noches mágicas y luminosas,
de seres sorprendentes
y playas donde su esponjosa arena
alberga un caudal
de sueños y esperanzas.

Pero el aire me devuelve
bocanadas de silencio,
huracanes de lava hiriente,
ciclones de sombras diurnas
y una bandada de pájaros negros
sobre mi almohada.

PALABRAS SIN NOMBRE

Tantas palabras que esperan,
invenciones, clareando,
- mientras haya -
amanecer de poema.

Pedro Salinas

Al abrigo del sueño
las palabras aguardan,
con impaciencia de niño
se manifiestan;
impulsivas, vigorosas,
atropelladas, desordenadas...

¿Dónde están las palabras
que no han sido escritas?
¿Bajo qué rama se esconden?
¿Sobre qué nube se mecen?
¿Quién las rescatará
de su cárcel de olvido?

Quieren salir a la luz,
pero se duermen,
quieren levantar el vuelo,
pero caen derrotadas,
- pájaro herido -
aleteando...

Perdidas en la espesura del bosque,
maltratadas por la lluvia,
arrastradas por la corriente,
confundidas en la niebla,
las palabras buscan
refugio y alimento.

Quizá alguna mañana,
cuando la lluvia descanse
en las aceras,
las palabras encuentren su camino.

Enronqueció hasta la sal
con abandonos
y en ese entonces fue áspera
lejana
desconocida.

Y en ese entonces…trae a mi memoria un poema que escribí un noviembre de agua.

Como dice Rodrigo musitamos poemas en voz baja y yo también hoy quería hacer algunos comentarios.

Los poemas de JJ.
Me gustan , me llegan, tal vez porque entran en ese mundo de pasos, de nubes, de intimidades , de agua …en el que yo vivo y siento la poesía , es como si los reconociese , reflejan una parte de mis lunas abandonas en un cielo de cartulina de una forma triste y dulce a la vez y de alguna forma me siento menos rara , menos extraña .
La sencillez es lo que más valoro en sus poemas, son como mapas personales que ayudan a encontrar caminos a quienes los leemos ,no intentan buscar respuestas , no preguntan, pero al leerlos te cogen de la mano con la secreta esperanza de que alguien que perdió parte de su luz, la encuentre.

Los poemas de Tigana.
De los poemas de Tigana me gusta esa fuerza que he sentido en cada uno de ellos , esa fuerza de la que yo carezco en la escritura y tal vez en mi vida personal , esa energía que avanza a pesar de los pesares y que te hace señas para que te acerques a ella y te decididas a explorar nuevas formas de expresión , nuevas miradas del mundo que nos rodea .
Tigana se desnuda , su poesía es intensa, se entrega cuando escribe, se cruza en tu camino y nunca te deja indiferente porque su poesía está viva , tiene el pelo revuelto y no se conforma con lo establecido, a veces “grita” a veces “ llora” , a veces “ríe” pero como dije en un comentario anterior, su palabras de sol recorren sus letras.

Serie Cita en la Ciudad

Fábula de color entre grises y sombras

1

Desde el principio mi voz
anduvo de la mano
con vientos y tempestades,
creció entre las olas
junto a la playa,
se hizo fuerte inflamada de consignas
entre el tumulto.
Enronqueció hasta la sal
con abandonos
y en ese entonces fue áspera
lejana
desconocida.

Algún comentario sobre los poemas que aquí se musitan, sobre esas frágiles intimidades que algunos espíritus fuertes nos proponen para iluminar el hilo, posiblemente el más entrañable de todo el foro. Gracias a los poetas que los comparten con todos nosotros.

INTIMIDADES; NUBES, PASOS.- Despistes.

Decir que la poesía de Despistes es una poesía especial, inusual en su forma y sus contenidos, sería un lugar común. A mí sus versos se me asemejan a destellos que desde el interior de un poliedro, en cuyo centro habitarían un corazón y un alma, se proyectasen en la infinitud de caras que son observables desde el exterior, nunca las mismas, nunca estáticas. Ello origina un universo luminoso de una riqueza infinita, como lo es la variabilidad de los latidos y los sentimientos, intensamente humanos, destilados en poesía, que ese interior animado proyecta para el espectador. Poesía de la emoción, si es que la poesía pudiera ser otra cosa.

ESTOY CANSADA... Tigana.

Ya he expresado ortras veces mi sintonía con la poesía de Tigana, una poesía de raíz profundamente urbana, donde late la desubicación y la desesperanza que suelen ser bagajes de quienes habitan las grandes ciudades. Ella no recurre al grito, al modo de otros poetas urbanos que reflejan en sus poemas la pura violencia que es el espíritu de una ciudad. Tigana tiñe sus poemas de nostalgias, no de la vida en otros ámbitos más humanos, sino de las carencias que la propia vida en la gran urbe le produce en su espíritu: así los amores precarios, la tensión permanente que la lucha por un lugar bajo el sol proporciona. “Tengo claustrofobia de la vida.” Pocas veces he leído un verso tan denso y
dramático. Es como si Tigana, en su asumido ministerio de poeta, hiciese suyos en sus versos toda la pesantez, toda la desilusión que otros habitantes de la ciudad no saben o no pueden expresar.

Tus palabras de sol brillan a pesar del cansancio en tu poema.

Me he sentido cerca de ti, de tu poema.

Estoy cansada...

Estoy cansada del ruido de las voces
que nunca dicen nada,
y siguen hablando,
envejeciendo los oídos
y aburriendo al aire.

Estoy cansada, urbe,
de andar por tus calles de gris metálico,
insípido asfalto.

Estoy cansada de cruzar miradas sin mensaje,
ojos de cristal inmóvil,
lentillas de sabor polar,
como dictan los autómatas de la buena moda.

Estoy cansada de inventarte para poder seguir viviendo
en esta caja de acero.
Tengo claustrofobia de la vida,
de los teclados,
de los ascensos
y se me hiela la boca.

Estoy cansada de hablar
porque se me derrumban los vínculos que extiendo
con palabras de sol.

Prefiero escuchar el ruido ronco de las voces
que nunca dicen nada.
¡Que sigan hablando!

Despistes:

Gracias por mostrarnos, señalarnos, a Hellen Cottle y todas las pinturas y fotografías que cuelgas y ayudas a dar otra mirada al mundo.

En nubes, pasos logras brillantes imágenes, pero también, construyes con las palabras una realidad tan cercana que logras conmover, es abrir una puerta y encontrarnos con un vacío que no esperábamos.

Hellen Cottle, impresionista.Australia.

Nubes , pasos.

Son las doce de la noche.

Unos pájaros de agua
me piden permiso para llorar,
yo no sé qué decirles.

Ellos saben de mis latidos
de mi sombra sin estrellas
de mis hojas vacías
de mis líneas en blanco
incluso saben,
de mis pasos movedizos

de mis amaneceres callados.

JJ

Gracias por tu comentario, es mucho más valioso para mi de lo que imaginas.

Hoy.

Tigana: Llamadas anonimas

Hasta aquí me llegan los gritos, más que lamentos de un vacío imposible de llenar y por eso la terquedad de seguir insistiendo en esa llamada aun y a pesar de que descuelguen el teléfono, porque creo que finalmente que no se buscan respuestas, pero no puedes permitirte el lujo de no insistir, la vida nos ha enseñado a luchar por encima de innumerables fracaso y eso es lo que nos permite seguir viviendo, luchar hasta el final, hay una esperanza que nos mantiene vivos.