Vaya por delante que esto de los micros me resulta muy ajeno; lo mío es la palabrería, ya lo sabéis. Así que para comentar aplicaré la regla general: me gusta, no me gusta.
No obstante, no me resisto a dejar aquí un post que he encontrado en google, relacionando las diez características que debe reunir un buen “micro”. Creo que es una buena guía para iniciarnos en este estilo tan peculiar (y tan cómodo) de escribir.
"Podemos señalar como características propias del microrrelato las siguientes:
- Brevedad extrema. El microrrelato se construye desde un tratamiento casi exclusivo de las técnicas elípticas y la profusión lógica de figuras retóricas.
- Secuencia narrativa incompleta. No sigue el esquema normal del relato con sus tres partes: planteamiento, nudo y desenlace).
- Lenguaje preciso, muchas veces poético.
- Final abrupto, impredecible y abierto a múltiples interpretaciones.
- Tendencia a plantear mundos ficcionales no solucionados, con un alto grado de indefinición.
- Tendencia a la intertextualidad como componente para dotar de sentido a la nararción.
- El tiempo narrativo se condensa y se prescinde de técnicas como el diálogo, la pausa o la descripción.
- Lo no narrado, lo que no ocurre en el mundo ficcional (pero que el lector advierte que podría haber ocurrido) incide poderosamente sobre la significación del texto.
- El lector desempeña en el microrrelato un papel activo de co-partícipe y co-creador.
- La calidad literaria del microrrelato radica en el estímulo de relectura que causa al lector para descrubrir todas sus posibilidades ocultas a la mirada superficial: si el microrrelato es bueno, el lector no se conformará con leerlo una única vez.
(Refª: Blog Sinjania.)
BLANCO Y NEGRO.- Era.
Preciosimo literario en cuatro líneas: un excelente juego de palabras. Blanco y en botella, leche. Que traducido quiere decir: bien escrito y técnica impecable: Eratalia.
CAFÉ.- Caizán.
El humor sorpresivo de Caizán. Hasta en los mínimos límites de un micro el humor de este señor es desbordante.
RESISTIR.- Omar.
Voy comprobando que la deriva estilístíca del compañero Omar es la fantasía y la ciencia ficción.
No sé, ni quiero imaginarlo, cómo será el aroma de un exquisito café moka allá por esos mundos a los que el ser humano quiere llegar y llenar de contaminación con sus “progresos”. Prefiero recordar cómo me supo un espresso en el "Antico Caffé Greco", en Roma. Pero resistiremos, Omar, resistiremos la ofensiva neotecnológica.
PAINT IN BLACK (I y II).- Juan Fozara.
Pues, querido Juan, a pesar de la segunda parte (que nunca fueron buenas) sigo sin encontrarle el “búsilis”, uséase, el intríngulis, al micro. Aparte que está muy bien escrito. Bueno, salvo lo de “jalamos”, que tradicionalmente en este país se refiere a comer, tragar, engullir... Jalar es como más técnico ¿no? No te me enfades, que sabes que te tengo en altísima estima como escritor. A lo mejor por eso este micro me ha parecido flojete.
NEGRO.- Observador.
Este sí, y no es por hacer “la pelota”, me parece un micro bien logrado que se atiene a gran parte de las normas que relacioné al principio. Quedó abierto y, al mismo tiempo, produce en el lector esa cierta repulsa hacia el rasgo racista del engominado. En mi opinión, muy bueno.
MOLIENDO CAFÉ.- Ana Alonso.
Un exquisito texto poético, delicioso y sutil como el propio aroma del café que muele Gladys. Pero, en mi opinión, no es un modelo de micro. Demasiados demasiados. Como prosa lírica, excepcional.
CAUSAL DE DIVORCIO.- Estela.
Creo que en este micro nuestra querida compañera se ha hecho un pequeño lío con tiempos y situaciones. O yo no he sabido leer el texto. O su intención es decirnos que en tierras de infieles, como es Turquía, es más fácil divorciarse (una simple taza de café puede ser el fútil motivo) que en estas nuestras civilizadas y cristianas tierras. No sé, algo se me escapa.
ZANCADILLA A SATANÁS.- Estela.
Este me ha gustado mucho más. Por la sátira. Y es que estos Papas de Roma lo mismo hacen una encíclica que se apropian de la receta del café. Por curiosidad ¿con qué bautizó al cafelito? Porque si lo hizo con leche, inventó, además el cortaíto, que se dice en España.
Pues vale por hoy. El viernes, palabra.