Adolfo, ponle a Don Juan lo que pida, pero que no se vaya tan pronto, que tenemos que hablar.

Ay, Juan Fozara, con la alegría que me (nos) había dado tu regreso a estos lares. Y llegas diciendo como si no dijeses, pero diciendo que podrías decir. Ni que fueses un político, tío.

Creo que los componentes de Rayuela, a pesar de las largas y frecuentes ausencias y de alguna disidencia, hemos conseguido un grado de empatía entre todos que debiera impedir los secreteos. Lo de la dos novias es una elección personal; depende de las capacidades de cada uno.

Creo (y esta opinión ya la he hecho pública) que si los esfuerzos que se han hecho para promover otro foro, y que efectivamnete han dado el resultado que sabemos, arrastrándonos a él a muchos de nosotros, esfuerzos totalmente lícitos y dignos de alabarse, se hubiesen hecho para promover Rayuela, cuya base humana es excelente, y la técnica puede que mejorable, pero suficiente, a estas alturas no estaríamos tan bajo mínimos.

Aunque toda acción tiene su reacción, igual y de sentido contrario. Puede que ese esfuerzo que se ha hecho para crear el nuevo foro haya estimulado también a los que decidimos seguir también en Rayuela y ahora intentemos satisfacer a las dos novias.

Por lo que se ve el nivel de participación entre nosotros también está subiendo y creo que es un deber ético para con Rayuela como grupo y para nosotros mismos aportar las ideas que tengamos para mejorarlo, manteniendo, eso sí, esa calidad humana de la que hasta ahora nos sentimos tan orgullosos. Eso, me temo, implica un tamaño reducido en el número de participantes y con ello un mayor esfuerzo participativo. Pero si hay que sacrificar cantidad en aras de la calidad, ni dudarlo un solo momento.

Nosotros tenemos la palabra.

Adolfo, no se puede tener dos novias iguales, diferentes sí, incluso tres o cuatro para los más jóvenes, pero aquí la mayoría no estamos para muchos trotes
Mi idea de cómo debería ser la página ni remotamente la expondré a mis compañeros pues no me hecho merecedor de ello. Pero tener sello propio es muy importante en todos lo órdenes.
Puede que nos hayan plagiado, que hayamos plagiado o que nos hayamos plagiado a nosotros mismos.
Un rumbo nuevo es necesario.
Adolfo, creo que ya he hablado demasiado.
Un saludo a todos, salvo a quien no tenga ganas de recibirlo. Mi ausencia de la página se ha debido a cuestiones propias pero también ajenas. Esto último no sé si se entiende muy bien, creo que no, pero algo se podrá intuir.
Saludos a todos, todos.

Que tal Adolfo.

Ponme por favor un agua con gas, que estoy para burbujas, no veas tú que intente ordenar uno que otro detalle, sin otro animo que hacérmelo fácil, porque necesito cierto orden para andar por la casa, y se arremolinaron las gentes.

Está buena esta agua, me pican las burbujas en la lengua y calman la ansiedad.

Gracias Adolfo y a todo el que veas dile que el Bar está abierto, que no se confundan, estamos acomodándonos, pero sigue abierto.

Mañana paso más temprano.

¿Qué tal por aquí, Adolfo?
Veo que te estás relajando, lo mismo te pesco en mangas de camisa que en traje de calle. ¿Qué se hizo de tu magnífico smoking blanco? Ah, que era para los días festivos, aquellos de gran auge... pues quita ya esa cara de aburrido y ve haciendo un cafelito bien negro y bien amargo, pero sin cafeína, que me subo por las paredes en menos que canta un ruiseñor (que lo del gallo queda como más prosáico, y aquí somos todos muy vates, revates)
Ah, ¿que no me lo rebates? Pues haces bien, porque el cliente siempre tiene razón.
Mira, he venido para quedarme un ratito. Venga, cuéntame algo que te escucho.
¿Cómo? ¿que te diga qué palabras seminales tienes que usar en el relato? No, hombre, no, cuéntame lo que sea, sin normas, a lo loco.
¿Que ahora no tienes ganas de hablar? ¿Ni siquiera una sintetifrase? Hijo, te has vuelto un soso.
Pues me voy un rato a pasar la fregona por el taller, que lo tengo de telarañas que no veas.
Ah, y gracias por el café, pónselo en la cuenta a Rodrigo, que sé que le han subido la pensión, por lo menos cincuenta céntimos.

Vaya, Adolfo: Te estás convirtiendo en un icono, en un símbolo, en un referente y yo qué se en cuántas cosas más. Hasta disputan tu presencia en otros foros. Pero tú aquí, tranquil;, desde la impavidez de tus gestos nos transmites serenidad y buen rollo. Además, creo que siempre te alegrará volver a ver a Doña Eratalia, a Despistes, a J.J., a Juanito Fozara; todos caras y voces conocidas a las que, desde tu rincón de privilegio, distingues perfectamente entre la bruma virtual de este ambientillo. Como andamos un poco desorientados en cuanto a dónde publicar nuestros escritos te podemos asignar el puesto (no retribuído) de Informador General. Aunque no te dará mucho trabajo.
Tenemos todo: sitios para la prosa, aunque unificados los antiguos foros; para la poesía, id. de id.; para reunirnos y charlar de todo un poco, aquí, contigo, que no eres nada chismorrero; el rincón de los "perversos" del que soy asiduo y fiel cliente... En fin, tenemos un foro al que sólo falta darle el sentido y funciones que necesitemos. Es la ventaja sublime de estar todos bien avenidos.
¿Cómo andas de etilencias? Aunque creo que tendrás que especializarte en cafeses, teses e infusiones varias. Pero no te olvides del orujillo y del ron para el Sr. J.J. Saluda al personal que venga por aquí y les das el recao de que lean todo lo que dejemos. Será poco, pero sabrosón.

Anda, si al final vas a tener esto de bote en bote, Adolfito querido; mira que si remonta y hasta haces una caja decente, a lo mejor incluso te podemos subir el sueldo.
Espera, que te voy a sacar una foto de cerca, relájate y mira al objetivo.

Aquí vengo Adolfo a darte la lata también Yo y es que aquí es el único lugar en el que podemos conversar a viva voz, ser oídos y soportados con tu paciencia. Que parece más bien que has aprendido de la paciencia de los pueblos.
Creo que lo que le pasa a nuestra Era es que siente unas ganas inmensas de expresarse, pero con libertad absoluta, sin métrica, o con métrica, con metáfora y sin símil y para ello lo mejor es conversar con la libertad que nos da el momento y poder expresar lo que queremos, sin estar pendientes de lograr una extraordinaria imagen o de pulir incesantemente un texto para hacerlo literario. Nuestra querida Era desconoce que es brillante y por eso se nos pierde entre sus dudas.
En este Bar, que no es café se siente mucho más cómoda, pues bien aquí la esperamos Adolfo, que aunque pase en silencio deja su huella.

Ni me lo toques, Doña. A nuestro Adolfo ni mentarlo, que es rayuelero hasta la médula y con contrato de dedicación exclusiva. No faltaba más. Y lo de las telarañas, pues mire usted que es como muy gótico; me gusta la idea. Ya sabe que suelo (solía) escribir situando mis personajes en ambientes finiseculares (con perdón), en caserones resonantes por los vacíos que lo llenaban (¿esto es un quiasmo o una tontería?.) Qué cosas, Doña, ahora que estamos casi cesantes venimos con más frecuencia; será por aquello de que el criminal siempre vuelve al lugar de su crimen. Pero es una alegría ver a la gente que se quiere y admira. Mire, le voy a dejar un versículo (es una forma de decir un poema que parece salido por el ano: una ca.ga.da) en lo Versos perversos. Ya me dirá; es mi nuva forma de hacer poesía. Un jamón de jabugo si lo entiende. Hasta pronto, Doña Eratalia.

Sssss... Escucha, oigo pisadas. Alguien pulula por aquí. Me voy a asomar a las salas aledañas aprovechando el camino de salida.
Ya me contarás si vino alguien.

Hola Adolfo, te veo tranquilo, ¿eh? o más bien un poco aburrido.
Mira si soy rara que ahora que se han ido todos me entran más ganas de venir a verte, será como una especie de melancolía... vengo de puntillas, que parece que el que esté todo solitario invita al silencio y a las confidencias a media voz.
Solo falta una música de fondo, un poco de jazz por ejemplo.
¿Ah, que tienes vinilos? ¿Y por qué no un gramófono?, le daría un aire muy chic al local.
Pero un local vacío ¿para quiere un aire chic? Dentro de poco las telarañas se columpiarán en sus telas desde tu nariz hasta la barra, pero no temas, que vendré de vez en cuando a pasarte el paño y el Pronto.
¿No quieres navegar por otros ríos, Adolfo? Podríamos ver si hay una vacante en la cafetería de ese otro lugar dónde ahora andan todos, aunque primero habría que averiguar si tienen cafetería, igual son todos abstemios.
Bueno, te dejo.
Cuídate mucho.