Hola, compañeros, h0la Jota, hola Adolfo, irreversible creación de algien que ya, como todos nosotros, ha pasado a ser ue una bella bruma Puede que lo más material que le quede a Rayuela seas, tú, el impasible, perenne, fiel dispensador de servicios y licores. Nuestro faro de "lux aeterna", Adolfo.
Un imprevisto y alevoso episodio de eso que llaman covid, me ha tenido inactivo unos días. Afortunadamente parece ser que sobrevivo; otros compañeros, por lo que se, han quedado en el camino. El tono dubidativo de mi afirmación se debe a que a estas alturas uno ya no sabe si es todavía un ser material, orgánicamente vivo, aunque deteriorado, o ha pasado ya a ser un ser astral, etéreo, reservorio de energía para que se cumpla el principio universal de permanecer como una magnitud constante.
Pero no elucubremos, que todavía estoy convaleciente.
Mis escasas energías no me han permitido acceder al acto creador -gracias, Jota, por tu aplauso y estímulo- así que tiro de poemilla de relleno.
Seguiremos.

LA TRISTEZA DE LAS VENTANAS
Sobrecogido por la ausencia de eco de mis pasos
prendidas mis desgastadas miradas en el aura deslumbrante
de las luces de neón del último burdel
recorrí la ciudad y sus esquinas hacia un pasado imposible.

Y allí colgadas de sus flores exiguas estaban las ventanas
como ojos lacrimosos que en las fachadas exhibían su tristeza
Las ventanas esos vínculos entre mundos inconexos
Como mis ojos miopes pero rectangulares y azules.
(aunque no sabría deciros ni el color ni la forma de mis ojos.)

A veces una cabellera rubia titila en sus reflejos desde la ventana gris
o un muslo femenino exhibiendo su impudicia
ilumina en difumino la gravedad de las piedras
A veces ni siquiera tienen forma de ventana sino de espectros informes.

O reflejada en el espejo de un armario puede verse la cama de ropas alborotadas
sábanas revueltas y la forma de un cuerpo que todavía las impregna con su ausencia
Las ventanas hoy están tristes como triste está mi mirada
y como las calles a las que se abren las ventanas está vacía de calor.

Las ventanas se inclinan a esas calles aferradas a sus jambas
tratan de encontrar las miradas que transformen su tristeza
Tristeza de sus colores desvaídos tristeza de sus hojas quejumbrosas
tristeza de los tristes habitantes que a veces son sus lánguidas pupilas.

La melancolía de un piano que desgrana sus notas tristes
desde las manos transparentes de la enferma tuberculosa
la luz de un quinqué que quisiera ser araña veneciana
los libros vaciados ya por sus lectores esperando la hoguera.

Los secretos y las penas que se esconden tras las ventanas cerradas
en las noches sin luna ni gatos ni rondallas trasnochadas
los latidos de esas vidas que habitan sus claroscuros
y dan tristeza a las ventanas.

Foto 1997-2024

He perdido el rumbo
y regresado a mi destino
-cientos de veces-

He caminado el día y la noche
entre la vida y la muerte
con el mismo paso indiferente.

He odiado y amado
tanto, o más que otro.

He dado y recibido golpes,
trabajado y luchado
y también he descansado
el domingo
igual que lo hizo el otro.

Foto 1997-2024

Yo recorrí 50 Kilómetros
para acompañar al sol
en su despedida
bajo un cielo
teñido de ansiedad
y de nostalgias.

Y también,
en un impulso irrepetible,
enfrenté 50 obstáculos distintos,
para estar a tu lado
bajo una cúpula dorada
y cumplir mi voluntad
de hacer el día eterno.

Foto 1997-2024

Aquí estoy
tal y como soy,
de cuerpo entero.
-Sin metáforas-.

Con trazo grueso
dibujo está imagen
sin sombras
ni deslumbramientos.

Aquí estoy
empujado por la vida
a transitar innumerables,
insólitos caminos.

07062024
A Mirian en su cumpleaños

Llegas en Julio al umbral
para cerrar el círculo.

Las incógnitas son constantes
y avanzas entre amenazas
bajo el signo
de una única certeza.

-El tiempo no da tregua-.

La luna guía secretamente
tus pasos en la marcha.

Con prudencia niegas
los estragos del impulso.

Mides en milímetros
la distancia, el recorrido,
guardas las palabras,
estudias en detalle
cada pensamiento.

Superados los retos
salvas los sueños.
La fecha se cumple
impostergable
y finalmente amanece.

-Seis de Julio-.

Abres decidida la puerta
a nuevos desafíos,
un año más te aguarda.
La luna antecede el avance
y predice como siempre
el próximo suceso.

-Acompaña-.

Mi querido Rodrigo: en este portal y en todos los otros, se agradece enormemente el acto creador y aunque dudes de tus dotes de escritor, de poeta, de creador yo las voloro y me emociono cada vez que te leo, también aunque no lo creas también aprendo y aprendo un monton. Gracias.

Hola, queridos compañeros, activos, pasivos, todos presentes. Después de leer los últimos poemas que nos deja Jota, he estado a punto de retirar los versos que había escrito para la ocasión, son casi una broma dolorosa frente a aquellos. Pero en esta especie de portal de Belán lo que importa es el hecho de la ofrenda, no lo efrecido. Vaya mi pequeña broma, finisemanal y veraniega.

[b]COSMOGONÍA SIDERAL[/b]
(con una pretenciosamente jocosa rima)

Desde las greñas airadas
de las grandes testas cósmicas
pequeñas piedras ruidosas
balancean los reflejos
circunflejos
sobre remotos espejos
de híspidos entrecejos
casi pálidos bermejos
de los ausentes conejos
que desfilan desparejos
viendo crecer los cangrejos
sobre frágiles aparejos
habitados por vencejos
con populares gracejos
de viejos
y zagalejos.

Ruidos de piedras que en su noche
fueron ojos de polifemos antiguos
planetas de ínfima órbita
lágrimas desprendidas
de los hielos maculados
piedras de sollozo solitario
piedras con sombrero y bigudí
para ensortijar los musgos
en los inviernos precoces.

Recorridas en el fragor de la galerna
por el rayo incandescente
que nace en el puerto azul
que emerge
-todavía y a pesar-
de las mareas espantosas
de hierro y de agapantos blancos.
Flor del amor y curvos puñales
en connivencia obligada
rematan olas de cresterías japonesas
enviadas desde el orto
para acallar
los rojos
murmullos
de las piedras.

Como parto de los montes abisales
fruto de la coyunda
de cósmicos dioses ardientes
ha nacido un frágil cometa.

Foto 1997-2024

En fin:
aquí están erguidos
mis cincuenta años,
la noche íngrima,
el amanecer
y su esperanza.
La tristeza,
la herida,
el estigma.
La trenza de los caminos
y sus nudos.

La voz 1996-20244

6

Tú rescatas mi voz
de las mentiras,
las imposturas,
los vendavales.
Apartas con un gesto
la fatiga y el agobio,
es apenas una expresión,
una dulce señal en el semblante
y es suficiente
para devolver indulgente
el origen a mi voz
y hoy te canta emocionada.

La voz 1996-20244

5
Mi voz es chispa, hilo,
largo silbido,
motor encendido,
-disparo-
grito en la penumbra
y desde siempre
te nombra
en las grietas del tiempo.