Ay, que estaba aquí, tras la barra charlando con Adolfo. O mejor monologando, que Adolfo, de todos es sabido, es algo sosaina, ahora que no me oye. O se hace el sordo. Que discretico es un rato.
Pero bueno, que le he pegado un tiento a la tarta antes de que llegase el personal, que el chocolate me pierde y si es negro, mejor.
Pero ya le he encargado que racione bien que tiene que haber para todos, que a lo mejor hasta se presenta el señor Fozara y nos deja una perla de las suyas.
Tengo entendido que ahora se va a pasar a la poesía clásica ¡ojo avizor!
Bueno, pues besicos para todo el que venga, los he dejado dentro del saquito de las chuches, para repartir.

Hasta luego, majetes. ¿O tendría que decir majetes y majetas? Y hasta luego o hasta luega?

Recibo con mucho gusto los abrazos de Gregorio y los comparto y reparto con toda "la muchachada". Si no fuese porque la frase ya la tienen adjudicada los Tres Mosqueteros diría que en Rayuela todos somos uno y uno somos todos. (Mediten sus señorías en el trasfondo filosófico del texto.)
Doña Eratalia, mi dignísima amiga y maestra, qué gran alegría verla por aquí. O por allí, o por donde me la encuentre...
Abrazos a todos.

Ahhhh, 81 velas!!! He tenido que traer una tarta más grandotaaaa.

Y muchos besos.

He venido corriendo a traerle una tarta de cumpleaños a Gregorio, pero no sabía cuántas velas ponerle y en su lugar he puesto un saquito lleno de buenos deseos y de que cumpla muchísimos mas y de que todos lo felicitemos (será señal de que todos estamos).
Le dejo además unos abrazos filiales llenos de cariño y un video para cantarle lo que se canta en estas situaciones.

Hola, Adolfo. Es muy bonito lo que dice Rodrigo. Sé que cuento con su aprecio como buen amigo que es, uno de tantos y tantas en este remanso de paz y buena amistad.

Siento no pasar más a menudo por este querido lugar. Es que ayer cumplí 81 años, que los llevo bien, salvo por algunos pequeños achaques, pero con esta edad, se aminoran las ganas de escribir, y de muchas otras cosas. Es por eso que sólo paso de vez en cuando.

Dale las gracias a mi buen amigo Rodrigo, por su generosidad, y por la buena música que me ha dedicado.

Y saluda de mi parte a cuanto amigos y amigas pasen por aquí, e invítalos de mi parte, a tomar lo que deseen, y sírvete tú lo que quieras, y lo anotas todo a mi cuanta.

Un abrazo para mi buen amigo Rodrigo.

Hola, Adolfo. ¿Me recuerdas? Soy Rodrigo, de la resistencia Uno de los supervivientes en esta balsa de BUENOS AMIGOS. Oye, que venía a decirte que hoy es el cumpleaños de Gregorio Tienda ¿te acuerdas de él? Cómo no ibas a acordarte, excelente poeta y mejor persona. Bueno, pues si alguien quiere hacer un brindis por él pones a su disposición tu talento de barman y los licores que sean precisos (pero limpia antes bien las copas y las botellas ¿eh?) Yo me haré cargo de los gastos; este mes tengo paga extra. Y como regalo al amigo entrañable estos cantes de su tierra cordobesa; desde la Peña Flamenca del Campo de la Verdad, un recital de Elena Ostos (¡qué tesoros tienen estos cantes andaluces...!)

Buenas noches. Hola, Adolfo. Ayer estuve en Rayuela pero no pasé a saludarte. Perdona. La verdad es que tengo miedo a entrar un día en tu bar y encontrarte tieso, con tu permanente sonrisa en los labios, bajo el bigotazo que te otorgó Doña Eratalia, pero convertido en estatua de cera, como un monumento al pasado. Ya va siendo demasiado tiempo que no te damos oportunidad de ejercer como el excelente barman que eres, ni siquiera como el fiel vigilante de la nave abandonada. Ni música te dejamos ya. Ingratos que somos, viejo.
Pero veo que aguantas estoicamente las soledades que te imponemos. Tan sólo te encuentro un poco más amarillento, algo más apergaminado, pero debe de ser esta iluminación de tu local. Si te apetece puedes salir del bar de vez en cuando, sentarte en las mesitas previstas para nosotros, los clientes, y escribir algo. Sería muy aleccionador que nos descubrieses tus emociones, las impresiones, ahora ya simples recuerdos, que te producíamos cuando éramos casi tropel, unos pidiendo ron añejo, otros orujos gallegos, alguien una simple coca-cola... Y las cosas que dejábamos publicadas, las músicas con las que procurábamos distraerte en tus ya premonitorias soledades... Los inefables cuadros de aquella chica ¿cómo se llama? Este alzheimer va a acabar conmigo... ¿Alzheimer o Alkaseltzer? Tampoco lo recuerdo...
¿Me escuchas, Adolfo... o te llamas Benito...? Ahora que vuelven los fascismos hasta tu nombre confundo. Vale, chico; no te importuno más, sigue limpiando ese único vaso que sirve (ha servido siempre) para componer tu figura. Ya volveré a hacerte algo de compañía... Y para que te sientas vivo te dejo un tango, un tango inmortal: "La cumparsita", con el Richard Gere bailándolo con la Jennifer López, todo un culo detrás de una señora, y otras parejas de bailones tanguistas, que echan fuego por esas pasos que se marcan.
Hasta pronto, Adolfo... o Benito... como te llames.

¿Ves? Me tienen manía en esta santa casa. No los colegas, no, los todopoderosos, que no me dejan hacer lo que otros hacen tan ricamente. Si yo lo hago bien, no es que me haya vuelto lela, pero nada, me sale el enlace y no hay nada que hacer.

Gracias por el detalle, y por tomarte la molestia de sacarlas a flote. Ahora es que me he pasado de paisajista a "florera"...

Como tenemos al Adolfo muy ocupado en el arreglo y aseo de sus pertenencias (no sea cosa que venga todo el personal y se encuentre con las copas sucias y sin repuestos alcohólicos) voy a hacerme cargo yo de las rosas, precioso homenaje a este rinconcito entrañable.
No se si lo conseguiré, porque entre mis innumerables habilidades no están, mira por dónde, las informáticas. Pero es tan bonito el detalle rosáceo que voy a intentarlo.

¿Qué tal el año, amigo mío?
Yo sigo "mudanceando" pero aún no vislumbro el momento del cambio. O sea que mi cabeza anda por otros derroteros lejanos a los escritores y para desestresarme de vez en cuando me siento y dibujo, que en eso no hay que devanarse los sesos.
Y encima dentro de poco me hacen el cambio de línea al nuevo domicilio y me quedo una semanita sin conexión. ¿Lo resistiré?

Bueno, Rorigo te deja música y yo te voy a dejar unas rosas pa que las cuelgues por ahí y alegres el local.
Si te llega el presupuesto hasta le puedes poner un marco, jeje, que yo te las dejo aquí, directamente en la hoja del bloc. Si no te gustan no me lo digas, que una es una es mu sensible y se viene abajo enseguida.

Bueno, lo de dejar dibujos lo he dicho como si fuera una cosa fácil, no me acordaba que tengo esto vetado.
Voy a intentarlo por otro camino, porque el primero falla...

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Tampoco... Pues nada que te has quedado sin rosas.
¡Mecachis en la mar!

(O le clicas al enlace)