Mi vecina es una bruja, de eso no tengo ninguna duda. No tiene verrugas y es tan abrumadoramente hermosa que da miedo mirarla fijamente, por eso la acecho detrás de la puerta, oculto detrás de rendijas.
Esa belleza se consigue con cirugía, estrictas dietas, esfuerzo constante en el gimnasio, innumerables potes de crema aplicados frente al espejo en ritos diurnos y nocturnos, pero estoy seguro, que a mi vecina le bastó un maleficio, un sortilegio, unas pocas palabras pronunciadas en un lenguaje arcaico y ya olvidado, bajo el poderoso influjo de la luna llena, una noche fijada de antemano en el calendario, para obtener sin mayores esfuerzos ese cuerpo de diosa que enloquece, ese rostro de ángel que permanece fijo en la memoria y se apodera en un descuido de tus sueños.
A mí no me embruja, yo estoy curado de espantos y es mayor el miedo que me produce, que el interés de una aventura, no estoy dispuesto a correr riesgos, no me meto en ese lío y la dejo pasar sin mostrar ningún interés.
Estoy seguro que mi vecina puede romper mi decisión con un pequeño gesto, por eso evito mirar sus ojos verde esmeralda, donde relucen chispas de fuego, que robó a un rayo de sol el amanecer el primer día de solsticio de verano.
Esta idea que sostengo de mi vecina la hechicera, no es producto de mis aprensiones y miedos a lo desconocido, es más bien la única conclusión posible. He reunido cierta evidencia, recopilado algunos detalles, advertido algunos rastros en ese umbral de encuentros fortuitos en el pasillo del edificio y en las cuatro y estrechas paredes del ascensor, en donde alguna vez hemos coincidido y me han permitido hilvanar esta conjetura, que aunque lo parezca, no es descabellada.
Sostengo con firmeza la idea de que mi vecina es maléfica y me cuido con rudimentarios y torpes conocimientos de las malas artes, para no caer en las redes de esta embaucadora y salvarme de perderme irremediablemente en un mundo ficticio, en un juego de sombras, del cual no podré salir jamás.
Debo dejar suficientemente claro, que no me hago parte de las maledicencias de los habitantes del edificio, por razones que desconozco le han jurado la guerra desde el momento que se mudó acompañada de su gato.
Pasé cinco meses asediando a una muchacha que conocí en casa de unos amigos y tenía la esperanza de formalizar una relación, que calculaba podía poner el punto final a mi soltería.
Anoche accedió acompañarme a mi casa, es la primera visita que recibo desde hace dos años. Apenas entramos un portazo reventó el pasillo y el timbre de mi puerta sonó con alarmante insistencia, al abrir la puerta encontré a mi vecina completamente desnuda sujetando su gato.
Ayúdame dijo: Se me cerró la puerta y no tengo las llaves.
La hice pasar, le entregué una de mis camisas y en ese instante supe que había entrado en un laberinto sin salida.
Jose Jesus Morales
13-06-2015 18:04
La sintética
La brujaacecha, parte un día anterior y hace un lío al romper la visita.
Rodrigodeacevedo
08-06-2015 21:30
Y ahora, como lo prometido es deuda, el relato. He de confesar que es un refrito de otro anterior, pero creo que no pierde originalidad con las modificaciones. Que os guste.
UN MAÑO (1) EN ZUGARRAMURDI.
Mira que se lo dije a mi amigo Pancracio: “No vayas a esas reuniones, Pancra, que nunca se sabe lo que hay detrás.” Pancracio, aragonés de toda la vida y por tanto genéticamente cazurro, no me hizo el menor caso. Una parienta suya, vasca, le había hablado de unas gentes “mu majas” que se juntaban los sábados en una cueva y se pasaban de p.m. Choricicos a la brasa, chuletón, buen vino buenas lifaras, (2) allí que se apuntaba. Nada importaba que desde su pueblo, en el norte de Zaragoza, hasta Zugarramardi, donde los vascos, hubiesen siete días de viaje; eso era lo de menos. Total, ahora en el pueblo no hay “ná qui'acer. Sólo el ganau, dale una güelta pol monte y eso me lo pué hacer el Dionisio, mi primo. Yo me voy a hacer una visita a los vascos.”
Y allí se fue. Sin noticias suyas estábamos desde hacía por lo menos tres meses. Le habían parido cuatro ovejas y la cosecha de cebada estaba para recoger. Y de Pancra nada de nada. Así que decidí, aprovechando el verano y con mi cebada bien recogida, ir a buscarlo a ese Zugarramurdi o como se llame. Además que habían llegado ciertas noticias al pueblo traídas por un forastero al parecer muy viajado, que por esa parte, de Logroño hacia arriba, al norte, estaban sucediendo cosas muy raras, que quemaban a personas humanas y todo eso. Los mosenes los llaman herejes y satánicos. Cosas del demonio, parece ser.
Después de seis días de viaje, con mi mejor mulo bien enjaezado, pasando por Huesca (miá que es maja esa ciudad) tiré hacia Francia, siempre preguntando. Ya me empecé a mosquear cuando le decía a los paisanos: “Oiga, ¿pa llegar a Zugarramurdi?” Unos se santiguaban, otros ni me miraban. Aquello empezó a olerme a chamusquina, puede que por los “satanicos” recién quemados, que parece que por la parte de Logroño habían hecho una buena brasa. Por fin llegué a ese dichoso pueblo. Muy bonito, oye; un paisaje precioso, todo verde, con un “ganao” y unos pastos que ya los quisiéramos en el pueblo.
Pregunté por el Pancra y enseguida me dieron razón. Bueno, no de él sino de su parienta, la señora Izaskun (eso es otra cosa que me llamó mucho la atención, los nombres tan raros que usan esta gente, como si no fuesen españoles. Claro, estando al lado de Francia nada bueno se puede esperar.) Pero la señora Izaskun, una mujerona de “rompe y rasga” cuando le dije que venía a ver al Pancracio, de parte de su primo Dionisio, todo fueron fiestas y agasajos. “¡Qué bien, otro maño! ¿Te quedarás p'al aquelarre del sábado, hermoso?” “Mire, buena mujer, a mí me habla en cristiano, que uno es de pueblo, pero con las entendederas bien dispuestas ¿eh? A ver, qué es eso del aque...ostias. ¿Lo de las costillicas y el vino en bota? Vale pues. Cuenten conmigo. Ahora quiero ver al Pancra, que no me fío.”
Y allí apareció mi paisano. Orondo, coloradote, con unos colores de sano que nunca tuvo en el pueblo. Nos dimos un abrazo que casi me escacha (3) las costillas, qué bestia. “Cuentáme, maño. Qué tal por el pueblo. Yo aquí disfrutando como nunca, jó. Qué gente. Mira, todos los sábados, a la caída del sol, nos arrejuntamos mozos y mozas allí, en aquella cueva que se ve al fondo. A mí me ponen unas pieles de macho cabrío por encima, con unos cuernos que no veas y me dicen que soy Satán. Yo, como ya vengo un poco colocao, me dejo hacer. Se encienden las hogueras y las mujeres se empelotan todas. Hala, a bailar y a dar gritos: “Satán, Satán, ven con tus hijos...” Entonces yo hago como que digo misa y venga todos a reírnos. Pienso: “como se entere el cura...” Pero nunca se entera, porque siempre lo mandan a otro pueblo, que si a un entierro, a una extremaunción, bueno, a alguna cosa de las que hacen los curas. Ya verás mañana sábado, te lo vas a pasar de muerte.”
Y casi de muerte lo pasé. Cuando estábamos con los “Satán, Satán, ven con tus hijos...” aparecieron el cura con muchos individuos vestidos de negro. “Estos no son invitados, pensé, Aquí se va a liar parda.” Los de negro venga a apalear a las mozas, a atar a los mozos con sogas, un verdadero lío; aquello tenía mala pinta. Así que le quité al Pancra las pieles y los cuernos y le dije: “Ven p'acá, pringao. Esos son de la Inquisición. Luego te cuento.” Y nos montamos en mi escoba biplaza y con turbo; y volando, volando, en un plis plas estuvimos en el pueblo. Que para brujos, nosotros, los maños, que sabemos a quienes asamos. Pobre Pancra, qué susto se llevó.
(1) Maño.- Gentilicio de los nativos de Zaragoza
(2) Lifara.- En aragonés, comilona.
(3) Escachar.- Romper, aplastar.
Eratalia
05-06-2015 23:42
La bruja acecha, pero al caer el día alguien la visita, emocionada, va a abrir, tropieza con su escoba, que se parte y se ella se rompe los piños. ¡Menudo lío!
Con rimas y a lo loco
Rodrigodeacevedo
04-06-2015 13:52
Y para abrir boca comencemos con la sintetifrase, que aquí todavía llamaremos así.
Cuando la visita de la bruja que acecha se produce de día, eso rompeparte del orden habitual de los actos, organizando un tremendo lío.
Rodrigodeacevedo
04-06-2015 13:46
Hola, J,J. En una de las esporádicas visitas que hago a la "vieja" Rayuela me he encontrado con la gratísima sorpresa de las nuevas palabras que propones para nuestro querido hilo "Vamos a contar...", que yo daba ya por acabado. Me alegro haberme equivocado y prometo participar; de paso visitaré al bueno de Adolfo por si lo encuentro despierto. Gracias compañero; hay vida más allá de RdeT.
Jose Jesus Morales
03-06-2015 13:21
Las palabras para trabajar hasta el 15 de junio, día de San Leonidas, nombre tamben de uno de tantos Dictadores latinoamericanos, Leonidas Trujillo. Son:
Acecha
Bruja
Día
Lio
Parte
Rompe
Visita
Estela
02-06-2015 01:29
Me perdí JJ con las palabras propuestas. Cuáles eran?
Gracias. Un abrazo
Hace tanto que los tengo abandonados que no logro recordar mi contraseña para entrar
Jose Jesus Morales
15-05-2015 17:27
La quincena pasada propuse dos palabras y nadie más participo,lo dejé así y no insistí, en vista de tu participación con tu propuesta espereraremos hasta el domingo 17, si nadie mpas agrega palabras completaré las siete y escribiremos un texto.
Gracias Estela, escribiremos sobre todo para que Rodrigo pueda leernos.
Un abrazo.
Estela
15-05-2015 06:03
Ya estamos con las nuevas palabras? o no es este el fin de semana que "tocaría"? Si no es para este viernes , las dejamos para el próximo
BRUJA
DIA
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