MI TIERRA.
Andalucía está en mí;
mi queridísima tierra,
marché muy lejos de ti
y volver, es mi quimera.
Cada día te recuerdo
con nostalgia placentera;
en otoño y en invierno,
en verano en primavera...
Y recuerdo en especial
a mi querida Lucena,
porque no puedo olvidar
la cuna que me meciera.
El pueblo donde nací
al fin de una primavera
el pueblo donde sufrí
los horrores de la guerra.
En tus campos yo crecí,
inmerso en la gran tragedia
en tus campos yo sufrí
con el hambre y la miseria.
Fue culpa del oligarca,
dueño de toda la tierra,
de toda una gran comarca,
de la llanura y la sierra.
Así fue que me marché
a buscar en otra tierra,
aquello que no encontré
en ti, querida Lucena.
Y cada vez que volví,
bálsamo de mi tristeza,
yo siempre admiré de ti,
tu refinada belleza.
Sé que pronto volveré,
quizás en la primavera,
y en tus bares beberé
un buen vino de solera.
Recordaré viejos tiempos
que recordar no quisiera
y recordaré momentos,
agradables que viviera.
Pasearé por la sierra
pasearé donde quiera
y pisaré aquella tierra
que mi sudor se bebiera.
Y recorreré tus calles
renovadas paro estrechas,
observando los detalles;
visitaré tus iglesias.
Y veré a la Virgencita
de Araceli, allá en la sierra,
donde reside en su ermita,
con vestido de romera.
Pasados algunos días
regresaré a esta tierra
que al acogerme aquel día
hizo que también la quiera.
Aunque yo te diga adiós
ya sabes que no te olvido
para ti todo mi amor,
mi recuerdo, y mi cariño.