Un rescate de la profundidad y la belleza del amor de una madre.
Tu texto tiende un puente desde tu corazón hacia el corazón de quienes te leemos, mostrándonos un tema que parece serte muy cercano .
Y seguramente la pileta pudo ser emparchada con el amor.
Excelente “pintura” del vecindario, y el desamparo de esa niña que no era recibida.
Emociona leerte. Preciosa historia.
INSTINTO Y PREMONICIÓN DE CASTELO
Un relato vibrante, intenso,estremecedor. Me trajo a la mente “Autopista hacia el Sur” de Julio Cortazar.
Excelentes algunas de tus frases: “por salirme de la norma” “por avanzar”.
Me gustó muchísimo.
Mi única observación es que habría que colocar unos pocos signos de puntuación.
Hace tanto que los tengo abandonados que no logro recordar mi contraseña para entrar
Ana
07-06-2012 16:21
Observador, muchas gracias por tu comentario. Tenía dudas precisamente en ese punto, y lo había escrito en presente desde el principio del fragmento, pero como la idea del presente histórico es que el lector apenas lo note y solo sienta un sobresalto, decidí desplazarlo un poco hacia donde la pileta (o piscina) se empieza a romper (si la pileta se está rompiendo, el lector tiene que tender a pensar una solución, a la par de la protagonista) pero es cierto que es incorrecto gramaticalmente, así que lo editaré.
(respondo el comentario aunque no se acostumbre, porque me parece que es un cambio de pareceres que no desvirtúa)
Observador
07-06-2012 13:24
LA PILETA - ANA
Me parece un texto muy emotivo. Está escrito con un tono narrativo muy cercano, que permite al lector identificarse con lo que cuenta la autora. A destacar la naturalidad con que Ana nos narra la historia y la buena redacción del relato. No había leído anteriormente nada de esta escritora, pero intuía que no me iban a defraudar sus textos, ya que sus comentarios tienen una alta calidad y suelen ser muy acertados.
Me llaman la atención algunas expresiones que utiliza, que yo no había escuchado ni leído con anterioridad. No digo que sean incorrectas, pero como no estoy acostumbrado a ellas, me resultan extrañas:
"Sobre todo si ve que otros lo logran por tener un mejor pasar".
"mientras mi vecina se asomaba por sobre la pared de la terraza".
He consultado la expresión "por sobre", que me llama la atención por unir dos preposiciones, y efectivamente es correcta. Eso demuestra que, aunque compartimos el mismo idioma, las expresiones en cada país de habla hispana, así como la utilización de muchas palabras, son muy diferentes.
La palabra pileta no se usa mucho en España, sólo en algunas zonas muy determinadas de nuestro país se sigue empleando. Para la mayoría de los españoles una pileta es una pila pequeña, de las que se utilizan para lavarte o para contener el agua bendita en las iglesias. Sin embargo, la autora de este relato, que es argentina, emplea la palabra pileta para referirse a una piscina.
Por último, me gustaría comentar el cambio de tiempo verbal que introduce Ana en el último párrafo. Hasta ese momento la narración está contada empleando verbos en pasado, pero en el último párrafo cambia al presente. Sin embargo, en la primera frase sigue utilizando una forma verbal en pasado:
De pronto se escuchó un crujido. Después otro. La lona, reseca por tanto tiempo sin uso, se empieza a abrir por todos lados. El agua sale a borbotones. Imposible frenarla. Se escapa, desaparece por la rejilla mientras el corazón de la madre se escurre junto con ella y va quedando vacío, como la pileta
— ¡Que hacemos, mamá, que hacemos!— me pregunta mi hija, los ojos angustiados clavados en los míos.
Y yo, la super mamá que siempre lo resuelve todo; la misma que acaba de comprender que no existen soluciones frente a la certeza de lo irreparable, juntando la nada que me queda para armar un adulto parado frente a un chico que espera una respuesta, le digo con un convencimiento que no entiendo de dónde me sale; le digo como si realmente creyera posible lo que me estoy escuchando decir:
—No te preocupes, hija. No te preocupes, que mañana bien tempranito compramos pegamento y la emparchamos.
En mi opinión, creo que si la autora decide utilizar el llamado presente histórico, que emplean muchos narradores para trasladar hechos pasados al presente con la intención de darles mayor vivacidad a sus relatos, considero que el verbo de la primera frase del último párrafo también debería haber estado escrito en presente, porque forma parte del final del relato, que es donde la autora ha tomado la decisión de cambiar el tiempo verbal. Por tanto, a mi entender, la citada frase debería haberla escrito así:
"De pronto se escucha un crujido".
En definitiva, he disfrutado bastante con la lectura de este relato y seguiré leyendo y comentando los textos de esta escritora, porque intuyo que tiene muchas aportaciones interesantes que compartir con nosotros.
Ana
05-06-2012 18:40
LA REUNIÓN DE LAS CEBRAS de Estela
Es un texto que va despertando curiosidad, y el final sorprende por lo ingenioso, pero la utilización de tantos nombres desconcierta un poco. A medida que se avanza en la lectura, se intenta buscar algún paralelismo con alguna circunstancia social o política que pueda atribuirse a algún grupo humano, ya que se reproducen sus costumbres, pero antes de que el lector logre asociar, llega el final, que arranca una sonrisa. Bien documentado. Algunas cositas para corregir, no muchas. Un error de tipeo, diálogos que deberían iniciarse en el renglón siguiente, en fin, nada que afecte demasiado a la lectura. Lo que sí me parece innecesario es la larga lista de nombres, salvo que cumplan alguna función que, por ignorancia, no alcanzo a comprender.
Luis García
04-06-2012 23:20
"La reunión de las cebras", por Estela:
Un trabajo bien escrito, entretenido y ameno, con un mensaje realmente sorprendente a la par que divertido.
Bien pudiera ser parte de un guión para una película disney.
Hay un exceso de nombres africanos que se salen de mi cultura, obviamente no puedo opinar al respecto, pero me hago un lío con los personajes. :-)
Luis García
04-06-2012 22:58
"Instinto y premonición", por Castelo:
Este texto me ha sorprendido de forma distinta a la habitual. Normalmente, Castelo, con sus relatos, te gira los acontecimientos justo al final. Ayer, leí este relato y la primera impresión fue algo fantástica, sin dejar muy de lado el significado central. Pero hoy, recién salía del curro, al coger el coche y afrontar la carretera, volvió el relato a mi cabeza.
Encuentro en él infinidad de interpretaciones, pero sobre todo un desenlace fatídico que es el tiempo y sus prisas, sus pausas, sus angustias y la muerte radical, natural e inevitable.
Siento no buscar alguna crítica constructiva a este relato, seguro que alguien más capacitado que yo lo consigue.
Rodrigodeacevedo
04-06-2012 21:17
INSTINTO Y PREMONICIÓN.- Castelo.
Voy a estrenarme como “comentarista” en este nuevo ámbito literario y lo hago con uno de los mejores textos que le he leído a Castelo. Una escritura sincopada, que contrasta la forzada inmovilidad de los vehículos y la lleva hasta la crispación de sus ocupantes. Perfecto. Quizás recuerde por su ambientación al relato de Cortázar; a diferencia de este, aquí el juego lo desarrolla un solo personaje, frente a la variada panoplia de actores del de Julio. Pero la intensidad de los sentimientos que nuestro protagonista desarrolla, suple y condensa la multiplicidad de aquellos otros. Un excelente cuento, bien construído en la brevedad de sus frases, que nos trasladan a ese enervamiento que nos identifica con el protagonista. La metáfora final del inmenso socavón nos lleva a su vez a ese tema tan querido y recurrente de Antonio: la fatalidad, la irreversibilidad del camino del hombre hacia la muerte; el inevitable trasfondo celta del autor.
Observador
04-06-2012 14:50
INSTINTO Y PREMONICIÓN - CASTELO
Un relato que mantiene el interés y la tensión, con pausas (en este caso creo que las comas están en su sitio) que ayudan a contener la respiración y dan un ritmo entrecortado al texto para desvelarnos, poco a poco, ese final de cuento fantástico, al más puro estilo cortazariano. Al igual que a nuestra compañera Ana, a mí también me recordó este texto al famoso relato Autopista hacia el sur. Y creo que no es casualidad, ya que Castelo es un admirador de Cortázar. En mi opinión, se nota bastante la influencia de este escritor en la construcción de este texto: parte de una situación cotidiana, un atasco de vehículos, que deriva en un acontecimiento poco usual: la apertura de un enorme cráter en la carretera.
Mediante frases sutiles, Antonio nos va preparando para ese final tan espectacular: "Oteo el horizonte y no veo más que una inerte masa de vehículos encendidos, parados, expectantes; prácticamente moribundos".
"En un atasco, como en la muerte, todos somos iguales."
En definitiva, he disfrutado bastante de la lectura de este texto. Quizá tenga defectos, pero a mí con Antonio me cuesta ser objetivo, porque la mayoría de sus relatos me encantan, y no he visto los errores, en caso de que los tenga.
Enhorabuena por tu trabajo, Castelo.
Ana
04-06-2012 01:01
INSTINTO Y PREMONICIÓN de Castelo
Llama mucho la atención el ritmo de este texto.Ya de entrada, por medio de la utilización de frases cortas, nos introduce en un vertiginoso estado anímico que contrasta con la quietud física sobre la que está escribiendo.
Sin perder el ritmo en ningún momento, nos describe el escenario y nos anticipa, muy subliminalmente, con la utilización de la metáfora “vehículos moribundos”, lo que va a ser el final.
El vértigo sigue en una tercera etapa, y ya un poco entrando en el absurdo, se desplaza saltando sobre los techos de los autos, una especie de sin sentido pudiendo hacerlo por tierra. Con esta acción pienso que nos avisa que se está alejando, literariamente hablando, del comienzo realista del atasco y sus posibles motivos racionales.
La comparación de los diferentes automóviles y su igualdad frente a la muerte, los humaniza y convierte en símbolos. Me recordó a las coplas de Jorge Manrique a la muerte de su padre, en ese sentido. Al principio me recordó también a La autopista del sur de Cortazar, con la diferencia de que acá sabemos el motivo por el cual se resuelve el avance de los autos: un final apocalíptico y demencial al que Castelo nos guía, casi se puede decir nos empuja, palabra a palabra, hasta dejarnos ahí, al borde del precipicio y a punto de caer.
Todo el cuento me gusta, pero lo que me encanta y me parece genialmente administrado, es el ritmo de la narración, y creo que no es casual; hay búsqueda y herramientas para lograrlo.
Luis García
31-05-2012 01:01
No se suele responder a los comentarios del texto del mes, se aceptan y se aprende, pero esta vez tengo que hacer una excepción.
Ana, ante todo gracias por tu dedicación hacia mi texto "la esquina verdosa".
Decirte, que tiene razón, utilizo la prosa pero encadeno juegos de palabras inncesarios en ese estilo... pero no puedo evitarlo, lo hago casi siempre, me gusta enlazar palabras mientras escribo en prosa, me sale así. A veces, más de una y más de dos, pienso: esta rima es hortera, he de quitarla... pero no puedo, me vence ese "descubrimiento", esa cadena que a veces resulta, como bien han comentado en otras ocasiones, una cacofonía.
Se aprende poco a poco... mil gracias
