Aquí dejo mi maillot de campeón de etapa. He sido el primero: no quiero decepcionar a nuestra maestra y a la vez animar a los compañeros: no es demasiado difícil. Hasta yo lo he hecho (creo...)

A MILAGRITOS,
mi primer amor,
muerta a sus seis añitos.

Corta y débil fue tu vida,
vida de lánguida rosa,
rosa de espinas herida
niña-nube, flor hermosa.

Nacida en alba gozosa
corta y débil fue tu vida
niña-nube, flor hermosa
que diste luz a mi vida.

Por el cruel destino herida
Niña-nube, flor hermosa,
corta y débil fue tu vida,
blanca y núbil mariposa.

Niña-nube, flor hermosa,
de muerte y amor transida,
huella en mi alma, dolorosa,
corta y débil fue tu vida.

Otra muy buena noticia: la re-re-reapertura del Taller de Poesía. Doña Eratalia viene con nueves complicaciones en el arte de versar. Yo he de reconocer que a lo más que llegué no fue al "maillet", sino al filtiré y al punto de cruz de Lagartera, que está cerca de mi pueblo. Pero intentaremos la aventura. Subir/bajar... pobre verso, ni que fuera de Ascensores Otis.

Viendo el Maillet en negritas *(no como las nuestras).la primera linea va bajando y la ultima subiendo por peldaños.

* Nota. El paréntesis tiene que ver con la connotación negritas en los carnavales en nuestro país hace algún tiempo fue un disfraz muy utilizado, indistintamente por hombres y mujeres, era un mono muy ajustado desde el cuello y hasta los pies y una máscara que cubría rostro y cabello, se prestaba a confusiones, infidelidades y todos los excesos que permite el carnaval.
El que llevaba el disfraz repetía a menudo con voz afectada" A que no me conoces" acompañado de una risa cómplice.

LA LLAVE

La llave de hotel guardada
en mi bolsillo derecho
y yo esperando, al acecho
el brillo de tu mirada.

En ese bolsillo estrecho
la llave de hotel guardada,
el brillo de tu mirada
le da calor a mi pecho.

Que me quieres yo sospecho:
el brillo de tu mirada,
la llave de hotel guardada…
piensas en mullido lecho.

El brillo de tu mirada
te delata: ya es un hecho
y se te ve satisfecho.
La llave de hotel guardada.

PORFA, LEEDLO ATENTAMENTE...

Visto lo monísimo del maillet cruzado que utilicé ayer para conectarme poéticamente con JJ, se me ocurre que a uno de marzo puedo proponer algo nuevo en el taller abandonado y semi derruido de poesía.
En cabecera, explicaciones.

Con la lluvia o con el viento
siempre a pasear yo salgo,
para sacar a mi galgo,
que si no, no está contento.
¡Menudo es el elemento!
que si lo tengo encerrado
se muestra muy enojado
y amenaza con morder...
¡Como podéis comprender
es mejor volver mojado!

ROSA.

Para ponerte en mi ojal
prendado de tu elegancia,
de tu color y fragancia
te desgajé del rosal.
Y luego me sentí mal,
cuando pasaron los días
y el viento que te mecía
tu hermosura quebrantaba
tus pétalos deshojaba;
envidia de ti tenía

¡Oído cocina!
¡Marchando una de espinelas con bechamel!

LOS INVIERNOS DEL AYER

Recuerdo infantiles años
de inviernos crudos y fríos.
Paseaba junto al río
contemplando soterraños
animalillos huraños:
pequeños topos, ratones
como erráticas visiones.
De los árboles resecos
colgaban helados flecos,
del frío gélidos dones.

Bajo el hielo del arroyo
extraños rostros veía.
Tritones o hadas nacían
en aquel verdinegro hoyo,
con el infantil apoyo
de mi fantasía ardiente,
esa que después, doliente,
ya en los más maduros años
viviendo en un mundo extraño
sólo ha sido estéril fuente

AÑO NUEVO, TALLER VIEJO.
REAPERTURA DEL TALLER DE POESÍA. ¡ANDANDO!

EL ZARZAL.

Era un jardín sonriente;
era un día transparente
de cristal;
era, espinosa y rosada,
una rosa inmaculada
de un zarzal
Era un viejo jardinero
que renegaba severo
del vergel,
y era un rico jeque moro
de más quilates que el oro
su bajel.
A la orilla de la fuente
el jardinero pasó,
y la rosa dulcemente
en sus labios se posó.
Y al notar el jardinero
una punzada labial,
cantaba así, plañidero,
qué dolor, más infernal:

Rosa la más delicada
que del jardinero amada
nunca fue;
por feroz y deslucida,
la más fragante y pulida
nunca fue;
blanca estrella que del cielo
por torpe y falta de celo
resbaló;
y la noche tenebrosa
de mancharla temerosa
se marchó.

¿Quién te quiere? ¿Quién te llama
si cortaron el zarzal?
¿Quién te llevó de la rama
rosa vestida de mal?