Aspectos teóricos, técnicos y prácticos de la escritura de ficción
Lidia Castro Hernando
14-05-2015 01:18
[5 Claves para escribir tu libro de cuentos
¿Todavía no te sientes preparado para escribir una novela? Tal vez comenzar con un libro de relatos sea mejor idea. Los cuentos te permiten desarrollar tu creatividad y perfeccionar tu técnica de escritura sin las complicaciones que una historia de mayor extensión trae consigo. Por otro lado, los cuentos son una lectura cada vez más popular, pues hoy en día leemos de forma más fragmentaria al aprovechar trayectos en el metro, la pausa de café… Hoy te damos cinco recomendaciones para escribir un libro de cuentos:
1. El hilo conductor
Las colecciones de cuentos suelen tener un elemento común, un hilo que conduce las historias y justifica que se publiquen en el mismo libro. Puede tratarse de un tema, un personaje, un esquema similar de escritura… Encuentra el tuyo y haz que las historias giren a su alrededor.
2. La extensión y el número de cuentos
Ni muy largos, ni muy cortos: es preferible apostar por cuentos de longitud media. De esta forma el lector podrá sumergirse en cada historia y saborearla, pero al mismo tiempo habrá espacio para incluir varios relatos distintos con los que puedas ir experimentando.
3. El prólogo
Es interesante incorporar un prólogo o nota a la edición en el que expliques cuál ha sido el criterio para tu antología de cuentos. Si puedes, pídele a un colega escritor que te ayude: una mirada externa suele aportar más valor al texto, además de permitirte interactuar con otros escritores e incorporar sus firmas. Si quien realiza el prólogo es experto en la materia sobre la que escribes, el prólogo aportará aun más.
4. El título
Puedes escoger el de uno de los cuentos: aquel que mejor recoja la idea de la antología, o el que te haga sentir más cómodo. También existe la posibilidad de pensar un título acorde al hilo conductor. Lo importante es que sea fiel a la idea del libro y al mismo tiempo capte la atención del lector
5. El orden
Aunque todos los cuentos deben ser excelentes, suele ser conveniente empezar con uno de los más impactantes e ir alternando aquellos que lo sean menos, para mantener el ritmo de la lectura. El final debe ser también impresionante para dejar un buen sabor de boca en el lector.
Somos lo que leemos: somos una multiplicidad de personajes
Lidia Castro Hernando
08-05-2015 19:18
De nada, Gregorio. Comparto lo que aprendí. Me alegra que te sirvan mis cosas.
Somos lo que leemos: somos una multiplicidad de personajes
Gregorio Tienda Delgado
08-05-2015 12:54
Muchas gracias, Lidia, por tus valiosas aportaciones. Me están ayudando mucho.
Saludos.
Me gusta soñar despierto... dormido tengo pesadillas.
Lidia Castro Hernando
08-05-2015 01:07
CÓMO CREAR UN CUENTO
Destacamos los pasos más importantes al escribir un cuento: SELECCIÓN: Entre todos los datos que tenemos en la mente es necesario que hagamos una selección. "La regla de oro del arte literario es OMITIR" (Stevenson).
ÚNICA HISTORIA: El cuento implica unidad, intensidad y originalidad. Un único tema concentrado, tenemos poco espacio y cada palabra debe darnos un dato.
TENSIÓN INTERNA: De los acontecimientos. Tenemos que conseguir que el lector se pregunte qué sucederá a continuación, dosificando la información. Los hechos fortuitos si no estuvieran atados a los acontecimientos del cuento, sobran.
VISIÓN DE CONJUNTO: Una visión de conjunto nos ayudará a seleccionar los acontecimientos que van a conducirnos al desenlace final. Debemos disponerlos en el sentido que más convenga a la trama.
- ¿Qué punto de vista conviene al desarrollo? ¿Debe ser el narrador protagonista y hablar en primera persona, o testigo y narrarlo en tercera? ¿Es omnisciente o es un narrador observador?
- ¿Qué tiempo necesita la trama? ¿El presente en que la historia está sucediendo mientras se narra, o que el narrador lo cuente desde el pasado, conozca la historia y haya sido testigo de los acontecimientos?
- ¿Desde dónde se debe comenzar el relato? ¿Desde el principio de la historia, in media res, o que camine una parte en presente y otra en pasado?
PREFIGURACIÓN: Nos prepara sin saberlo para el final. Nos insinúa lo que va a suceder pero escatimando el desenlace. Son pequeños hilos que el escritor tira por delante. […]
VEROSIMILITUD: es necesario detallar con precisión cada escena, para crear en el cuento un marco espacio-temporal reconocible. Debemos convencer que la trama es verosímil.
Debemos emplear los sustantivos más precisos, y el adjetivo que verdaderamente califique, que nos dé una idea concreta y original. Cuando los sustantivos y adjetivos no nos sirven para definir con exactitud, existe la metáfora, y las comparaciones. (Escribimos muchas veces "flor" en lugar de hortensia o crisantemo).
MOSTRAR EN VEZ DE DECIR. "Los buenos escritores pueden decir casi todo lo que tiene lugar en la ficción que escriben, salvo los sentimientos de los personajes" (Gardner). Los sentimientos no hay que escribirlos, sino que deben ser mostrados mediante acciones. El sentimiento debe despertarse, no definirlo.
Somos lo que leemos: somos una multiplicidad de personajes
Lidia Castro Hernando
02-05-2015 19:51
Muy bueno JJ. Lo que escribiste es una prosa poética de calidad. Te felicito.
El celular prendido bajo la almohada? Es mucho... además dicen que hace mal al cerebro jajaja
Somos lo que leemos: somos una multiplicidad de personajes
Jose Jesus Morales
02-05-2015 06:21
Gracias, un abrazo.
Alguna vez escribimos en las servilletas de los bares, en un papel cualquiera sobre la mesa de un café, recuerdo haberme escrito en la mano y con un pintalabios una imagen esquiva, escribí hasta en el aire y repetí frases hasta el cansancio, aproveché la frágil memoria y siempre algo perdí en el camino.
Hoy el celular, el móvil, es un aliado, casi no llamo, ni recibo llamadas, pero me sirve tanto para la lista del mercado, como para todas las cosas que se me ocurren, en los sitios más diversos.
Es una recomendación para Rodrigo, hay quien duerme con el celular encendido bajo la almohada.
Lidia Castro Hernando
02-05-2015 01:53
somos trabajadores de la pluma, el lápiz, el bolígrafo o la tecla pero lo somos y además nos gusta. No todos pueden decir lo mismo. Un saludo grande para todos
Somos lo que leemos: somos una multiplicidad de personajes
Jose Jesus Morales
01-05-2015 03:06
Gracias Lidia,se nota que nosotros no respetamos ese maravilloso día del trabajo, o lo respetamos tanto que nos dedicamos a trabajar. Y si por el contrario, lo que se celebra es el día del trabajador, que mejor ofenda que trabajar.
Tus aportes siempre son enriquecedores, a veces lo difícil es ponerlos en práctica.
Un abrazo.
Lidia Castro Hernando
30-04-2015 23:54
"Es fácil escribir. Ponés el papel en la máquina y sangrás.".
Red Smith
EL CUENTO tiene dos características esenciales: UNILINEALIDAD es decir, una espina dorsal única e indivisible y tiene, también, UNIDAD DE ASUNTO.
Estas dos primeras leyes estructurales lo aparatan o alejan de la novela.
LA NOVELA admite cualquier tipo de estructura, cualquier objetivo que se le ocurra al novelista.
El cuento, por su pequeño espacio temporal, exige precisión, armonía, exactitud. Lo principal es el suceso y adonde nos conduce. Suceso único y hermético. Junto con las dos características principales mencionadas anteriormente, hay que señalar una más: SU UNIDAD FUNCIONAL. Hay muchas novelas a las que se les puede desgajar fragmentos, diálogos, capítulos y hasta personajes y no pierden nada con ello. Esto es irrealizable en un cuento auténtico. El cuento auténtico es concluido simultáneamente por el lector y el autor. Requiere preparar el final previamente para que termine, a ser posible, con el lector revelándolo como si lo hubiera escrito él mismo. En resumen, si tenéis una historia que contar y un mundo que reflejar en un corto espacio, esta es vuestra ventaja y desventaja. El hecho de escribir pocas páginas obliga a seleccionar lo que se escribe, narrando sólo lo indispensable para el cuento.
Es como un iceberg, del cual solo se ve una mínima parte, pero esconde mucho más que queda invisible.
En palabras de Edgar A. Poe: El cuento se caracteriza por la unidad de impresión que produce en el lector; puede ser leído de una sola sentada; cada palabra contribuye al efecto que el escritor previamente se ha propuesto. Este efecto debe ya prepararse desde la primera frase y graduarse hasta el final. Cuando llega a su punto culminante, el cuento debe terminar […].
continuará...
Somos lo que leemos: somos una multiplicidad de personajes
Lidia Castro Hernando
16-04-2015 20:13
SEIS Y DOS DE REGALO (EN ARGENTINA DECIMOS: DE YAPA) 5. Mantén la estructura
Aún siendo un relato muy corto, todo cuento ha de tener una introducción, un nudo y un desenlace. Por ejemplo: “el mendigo contando las monedas en su esquina y los ejecutivos pasando ante él envueltos en su abrigo” sería la introducción. Es lo que nos sitúa en la historia, en el qué, quién, dónde y cuándo.
El nudo podría ser “el mendigo está preocupado porque necesita tomarse algo caliente pero no le llega el dinero. Sigue pidiendo pero los ejecutivos lo ignoran.” El desenlace sería el final que le demos. Por ejemplo: “alguien se apiada de él y le da el dinero para que se tome el café”. 6. No lo des todo, sugiérelo
En el cuento es tan importante lo que se dice como lo que se calla. Como decíamos antes, no hay lugar para disertaciones, así que olvídate de explicar que el mendigo se siente mal por su situación o que se arrepiente de haber perdido a su familia. Eso ha de quedar implícito en la acción. Deja que el lector lo deduzca.
Por ejemplo, en lugar de explicar que el mendigo tenía familia y la perdió junto con su trabajo, podemos hacer que entre los ejecutivos que cruzan ante él, el mendigo reconoce a su hijo e intenta decirle algo. El hijo se vuelve hacia él con cara de fastidio y, sin reconocer a su padre, le da una moneda, solucionando el problema de tomar algo caliente esa mañana. Pero, obviamente, al mendigo ya no le importa el café. 7. Cada frase cuenta
Del principio al final, cada frase del cuento tiene que estar ahí con una función. Si tienes poco espacio, pocas palabras, aprovéchalas bien. Esto no es necesario hacerlo en la primera escritura, pero sí en la revisión. Desmenúzalo, analiza cada frase, cada elemento, y piensa qué función cumple en la historia. ¿Es imprescindible? Si la esencia del texto se comprende sin esa frase, elimínala. 8. Mantén el suspense
No des toda la información al inicio. Dosifícala y lleva al lector hasta la última palabra. Si contamos de partida que el mendigo era antes un ejecutivo y que acaba de encontrarse con su hijo, luego nos quedamos sin dinamita.
Siempre que puedas, intenta que al final del texto haya un giro, un golpe de efecto, una sorpresa. Que esté justificada, claro, pero que dé un nuevo sentido al texto.
Es mejor empezar por el mendigo con frío que ha de conseguir dinero para algo caliente. Así creamos un buen punto de partida. Luego podemos contar ya que él antes era uno de esos ejecutivos que ahora le ignoran, porque esto nos produce más curiosidad sobre el personaje. De pronto, reconoce a alguien entre la multitud y llama su atención (más intriga). Esta persona no le reconoce, pero le da dinero, aunque al mendigo ya no le importa el dinero, porque el ejecutivo era su hijo (dejamos el golpe de efecto para el final). 9. Impacto posterior
Una de las cosas más difíciles pero también de las más importantes eslograr que el cuento deje huella en el lector. Una vez haya terminado, el texto ha de dejar un eco en su interior, una reflexión, un sentimiento.
Para ello, la última frase es fundamental. Si logramos que contenga un giro o una imagen impactante que arroje luz sobre el resto de la narración, estaremos en el buen camino.
Volviendo al caso del ejemplo, lo ideal es llegar al final sin saber quién es el ejecutivo al que el mendigo ha reconocido y que acaba de darle el dinero. En esa última frase (que además debería ser corta, sencilla y directa para causar mayor impacto) revelaremos que se trata de su hijo (un buen giro final) y dejaremos entrever que el mendigo ya no está preocupado por el dinero (ni lo mira), sino que observa cómo su hijo se aleja sin poder hacer nada para evitar que cometa los mismos errores que él cometió en el pasado. 10. Ambienta con poco
No tienes espacio para descripciones largas ni disertaciones, pero el cuento también ha de tener ambientación para envolver al lector. Para ambientar en un texto muy corto, usa el tono, el narrador, el lenguaje y selecciona las palabras adecuadas. No es lo mismo decir “ciénaga” que decir “pantano”; tampoco es igual “bruma” que “niebla”.Cada palabra te ayuda a construir la atmósfera. Elígelas con cuidado.
Por ejemplo, para la historia del mendigo, nos encontramos en una ciudad, una mañana de invierno en la que hace mucho frío, pero no es necesario decir todo esto. Podemos ver el frío en el vaho que sale de la boca del personaje o haciendo que se frote las manos envueltas en guantes antes de contar el dinero. Incluso, mejor aún, podemos verlo todo a través de los ejecutivos que entran en sus oficinas envueltos en gruesos abrigos mientras ignoran al mendigo. En esta imagen sabemos que es una ciudad, que es por la mañana, es invierno y hace frío. 11. La importancia del título
Tenemos muy poco espacio para desarrollar nuestra historia y ya hemos dejado claro que cada palabra cuenta, ¿verdad? Pues tengamos algo de picardía y aprovechémoslas bien todas. El título es un espacio extra que puede resultar muy útil. Lo ideal: que sugiera, intrigue y arroje una nueva luz sobre el texto una vez se haya terminado su lectura.
¿Se os ocurre algún título para el relato del mendigo que cumpla estas características? 12. Una regla extra para escritores de cuento
Por último, nos queda un consejo fundamental para cualquier escritor que quiera dedicarse a escribir cuentos, aunque no tenga que ver con la escritura en sí: tenemos que leer cuentos. Si queremos entender cómo funcionan y cómo se escriben, es fundamental que los conozcamos. Hay que leer a Chéjov, a Horacio Quiroga, a Cortázar, a García Márquez, a Poe, a Borges, a Saki, a Ray Bradbury, a Bioy Casares, a Benedetti, a Monterroso… Tantos cuentos como se pueda.
Y hasta aquí las reglas fundamentales para escribir un relato corto.
Somos lo que leemos: somos una multiplicidad de personajes