VERSOS (per)VERSOS, PROSAS (le)PROSAS Y OTRAS MARGINALIDADES.
Rodrigodeacevedo
28-01-2015 14:27
No se me asuste nadie. Esto es un intento de poema surrealista; no creo que le guste a nadie: a mí sí (la poesía surrealista en general, no este bodrio.) Va a ser publicado en otro foro, pero he querido que sean de mis compañeros de Rayuela los primeros tomatazos y verduras pasadas que reciba. Un honor.
ETERNO RENACER DE LA POESÍA.
Ay del nebuloso corazón,
aquel del poeta asesinado
perdido en remotas circunvoluciones,
o tal vez entre las milenarias catarsis,
allá, en los anaqueles remotos
de una farmacia de guardia.
Podéis disfrutar con su agonía
-los miércoles, entrada gratuita-
en 13, Rue de Chaussée d'Antin, en el 9ème,
Veréis sus latidos-lamentos,
-los propios de un poeta asesinado-
en el sonoro golpear del mercurio
sobre el vidrio,
y recordaréis al instante
vuestras propias noches de amor
a la luz del último candil de la posada.
Crímenes menores, si queréis,
crímenes sin memoria, pero crímenes al fin.
Porque habéis de saber,
admiradores de las antiguas farsas,
que un poeta permanece
como guardián de sus versos
en la noche dolorida,
entre los coches de punto
aparcados para espanto de turistas,
en la cercana estación de Saint-Lazare,
o, quien sabe, en vuestro propio corazón,
espejo y clave de la poesía futura.
Y siempre, porque así lo quiso aquel poeta
cuyo corazón se desmembra
en el argénteo hidrargirio de las horas,
siempre habrá una Tristouse Ballerinette
con un reloj desmoronado entre sus pechos
para dar vida mortal al poeta renacido, tú.
Ya no marcan horas sus agujas,
fijas quedaron en tu último suspiro,
cuando creíste que el amor, tu amor humano,
había ganado la batalla en Waterloo.
Porque ella es la Poesía
y muchos son sus amantes entre dioses.
Gregorio Tienda Delgado
21-01-2015 17:16
Si retornaran, de verdad,
escritoras y escritores,
se verían los albores
de nueva continuidad.
Pero ante la soledad,
de pocos escribidores,
aumentan los temores
de seguir en orfandad.
Me gusta soñar despierto... dormido tengo pesadillas.
Jose Jesus Morales
21-01-2015 14:31
Repito contigo
¡viva la anarquía!
¡viva el despelote!
aquí podemos gritar
a todo gañote.
Eratalia
20-01-2015 21:09
¿Este hilo admite comentarios ad hoc o hay que irse a un lugar paralelo para dejarlos? Es que ya no me acuerdo.
pero, ahora que estamos solos, ¡viva la anarquía! dejo aquí mi comentario para paliar la sequía (me salen los pareados como el que lava, mire usted, y eso que no quiero...
Y yo pregunto
(suena una voz que clama en el desierto, y es la mía)
¿Por qué esta preciosidad de poema al arpa de viento es catalogada como verso perverso por su creador?
¿Dónde está la perversidad?
Que alguien me lo explique.
Con rimas y a lo loco
Eratalia
20-01-2015 21:05
Escondida entre versos perversos
acecho las sombras que vagan silentes
preveo lo ingrato de antiguas vertientes
y sufro mis males hondos y dispersos.
Aprovecho el reto de las soledades
que a mí me regalan horas sosegadas;
antaño palabras vanas, rebuscadas,
hogaño perdidas en oscuridades.
Perversos no son estos que destilo
en unos momentos cargados de absurdo;
esto no es poesía, es un verso burdo
mientras que aquí fuera todo está tranquilo.
Con rimas y a lo loco
Rodrigodeacevedo
20-01-2015 20:57
ARPA EÓLICA
Cantabas tu canción desde la bruma,
oculta, como nube o como árbol.
Espíritu sonoro, música viva eras,
arpa de todos los vientos que alguna vez tañí.
Te recuerdo en el cántico continuo
de las olas tejiendo espumas o versos.
Te recuerdo -o sólo fue sueño- forma sutil
que albergabas todas las presencias.
Cantabas tu canción; aún vives en su eco
trizado, roto como cristal frágil, tan sonoro.
Pequeño secreto mío, recuérdame:
soy la tibia brisa que una vez te hizo sonar.
Ahora eres distancia o trémulo amanecer,
residuos de esperanza para una luz nueva,
la que alumbre mis pasos renacidos hacia tí.
Aunque otros vientos te animen, sigue, amada, tu canción.
Jose Jesus Morales
30-12-2014 18:53
El Impacto del Azul
Bienvenida la mano.
Principio y final
del cuerpo humano
según la perspectiva.
Que avatar genial
sencillo y complicado.
Con sutileza de mujer
se dejan ver
apenas los cinco dedos.
En los pliegues de la moda
se esconden las venas,
también azules,
las manchas traicioneras
de la edad.
Con cierta sagacidad
muestras una alianza,
un compromiso
y ocultas del índice
la base de la falange.
En las uñas de un azul profundo
apremian posesivas urgencias
necesidades inmediatas
principios de pertenencia.
Cuanto de postizo y verdadero.
Cuanto de ficción en esta mano.
Cuanto cuento contaremos.
En estos Ríos de Tinta.
Rodrigodeacevedo
23-12-2014 13:24
Aceptado el recordatorio de J.J. traslado mi "tristecitación" navideña a este rinconcito que, por otra parte, creé yo, padre desagradecido. Pero, a pesar de lo elegíaco del poema, a todas y todos los que dáis vida a Rayuela os tendré cerca de mi corazón en estos días.
AUSENCIAS.
Déjame con mi melancolía,
ese manto color malva
que me cubre, que me tapa,
donde se me arrebuja el alma.
Melancolía, celaje de niebla
de mis turbias alboradas,
cristal empañado en el vaho
nocturno de una despedida.
No es tristeza por tu ausencia,
es sólo un inconcluso arcoiris,
sólo es vacío del noctívago,
cotidiano, calor de tu presencia.
Jose Jesus Morales
22-12-2014 03:30
Cuelgo este poema de Rafael Cadenas, apropiado a mi modo de ver, para estos tiempos que vive RAYUELA. Quizas Cadenas nos permita reflexionar y levantarnos con mayor fuerza.
Fracaso
Cuanto he tomado por victoria es sólo humo.
Fracaso, lenguaje del fondo, pista de otro espacio más exigente, difícil de entreleer es tu letra.
Cuando ponías tu marca en mi frente, jamás pensé en el mensaje que traías,
más precioso que todos los triunfos.
Tu llameante rostro me ha perseguido y yo no supe que era para salvarme.
Por mi bien me has relegado a los rincones, me negaste fáciles éxitos, me has quitado salidas.
Era a mí a quien querías defender no otorgándome brillo.
De puro amor por mí has manejado el vacío que tantas noches me ha hecho hablar afiebrado a una ausente.
Por protegerme cediste el paso a otros, has hecho que una mujer prefiera a alguien más resuelto, me desplazaste de oficios suicidas.
Tú siempre has venido al quite.
Sí, tu cuerpo, escupido, odioso, me ha recibido en mi más pura forma para entregarme
a la nitidez del desierto.
Por locura te maldije, te he maltratado, blasfemé contra ti.
Tú no existes.
Has sido inventado por la delirante soberbia.
¡Cuánto te debo!
Me levantaste a un nuevo rango limpiándome con una esponja áspera, lanzándome a mi verdadero campo de batalla, cediéndome las armas que el triunfo abandona.
Me has conducido de la mano a la única agua que me refleja.
Por ti yo no conozco la angustia de representar un papel, mantenerme a la fuerza en un escalón, trepar con esfuerzos propios, reñir por jerarquías, inflarme hasta reventar.
Me has hecho humilde, silencioso y rebelde.
Yo no te canto por lo que eres, sino por lo que no me has dejado ser. Por no darme otra vida. Por haberme ceñido.
Me has brindado sólo desnudez.
Cierto que me enseñaste con dureza ¡y tú mismo traías el cauterio!, pero también
me diste la alegría de no temerte.
Gracias por quitarme espesor a cambio de una letra gruesa.
Gracias a ti que me has privado de hinchazones.
Gracias por la riqueza a que me has obligado.
Gracias por construir con barro mi morada.
Gracias por apartarme.
Gracias.
(De Falsas maniobras, 1966)
Rodrigodeacevedo
03-12-2014 19:19
Dicen que los moribundos experimentan una apreciable mejoría antes de su fatal desenlace. Aunque a veces esa mejoría es real y se corresponde con la remisión de las causas de su dolencia. Ojalá sea esta la situación de nuestro foro, porque en estos últimos días, este comando de supervivencia ha logrado esa reanimación que es claro síntoma de vida.Y que sea por muchos años.
En la línea de repudio de claras situaciones de violencia como la que expone J.J. con su crudísimo poema (¿cómo no compartir su indignación, su cólera ante esa situación execrable?) dejo un poema que redacté para el pasado Día contra la Violencia de Género, una eufemística manera de llamar a los crímenes que se perpetran contra las mujeres. Lástima no puedan leerlo nuestras compañeras eventualmente ausentes.
A UNA MUJER MALTRATADA.
Desde su grávida arquitectura, raíz o pálpito,
la lágrima recorre la profanada mejilla,
aquella que mi mano acariciara,
ahora territorio ausente de rosas
de sangre cálida.
Repta con sus abrasadores brillos hasta el labio
en dolorosa búsqueda de tierra fértil,
y allí descansa.
Parvo camino hasta el rojizo calvario, gota esquiva,
diamantina geometría resuelta en nada.
Ese labio donde duermes, como herida de alfanje
mal cerrada, es mi dominio,
carne granada y sagrada,
alquimia de sangre y nácar.
La luz inexorable, apoteosis lustral de la palabra,
te requiere, lágrima o piedra, nacida de otra luz
que la palabra transmuta y apaga.
Mis manos, pavoroso hipogeo donde duermen mis caricias,
traen alas, pétalos acerados, entrañas desentrañadas;
los arduos tendones rústicos donde se enhebran mis huesos
han hecho brotar esa lágrima que ahora muere
entre tus labios, alquimia de sangre y nácar.
Labios como nubes deshojadas
como fuentes que no cantan,
como ese estanque yermo
del que nace una tosca estatua:
no bebáis la amarga lágrima.
Me pertenece.
Soy el dueño ineludible del dolor y del deseo,
en mí el trueno y la ola, los límites y el furor;
resumen soy de panteón pagano y jerarquías angélicas,
centauro taumatúrgico
que convierte la caricia en lágrima.
Soy el Hombre, esa alimaña.