“Si uno avanza confiadamente en la dirección de sus sueños, y trata de vivir la vida que se ha imaginado, se encontrará con un éxito inesperado en cualquier momento”
Henry David Thoreau
Dios es como un súper dramaturgo, y al mismo tiempo su propio director escénico, que trata de organizarnos a todos nosotros en una superproducción. Cada uno de nosotros tiene un papel único que interpretar y el nos espera paciente para que cooperemos unos con otros y sigamos su guión.
La mayoría de nosotros estamos demasiado ocupados para escuchar. Tratamos de actuar de acuerdo con nuestras ideas personales en vez de actuar de acuerdo con las de él, y acabamos molestos y discutiendo mucho. Pero Dios permanece tranquilo, sereno y sosegado, absolutamente seguro de que todo va a salir muy bien.
Cuando empezamos a practicar el undécimo paso aprendemos a prestar atención y a trabajar conforme a sus instrucciones. En cierta forma así sale muchísimo mejor. Nos sentimos más felices y tranquilos cuando mejoramos nuestro contacto consciente con Dios, siguiendo su guión original.
Para reflexionar
Cuando trato de gobernar mi vida hecho a perder las cosas. El undécimo paso me enseña a seguir las instrucciones del mejor director del mundo. Hoy escuchare a mi poder superior y tratare de vivir el papel que el elija para mi.
Pag 353 “UDV” Alateen.