Sistema penitenciario en Lavalleja. Un modelo a seguir?
Homero Muñoz
06-07-2012 16:42
La cárcel departamental de Lavalleja en la ciudad de Minas, forma parte del edificio central de la Jefatura de Policía del Departamento. Se trata de un edificio construido en el año 1878, con un mal estado de conservación, lo que lo hace inadecuado para cumplir con los fines de rehabilitación que persigue la administración penitenciaria. Con una capacidad inicial para 70 plazas y una población de 158 internados al 30 de julio de 2010, su densidad es del orden del 226. Las condiciones edilicias, (humedad, falta de luz natural, carencias en la climatización, carencia de espacios de esparcimiento y recreación y escasa actividades, entre otros) determinan que dicha situación carcelaria este comprendida en el calificativo de Tratos y Penas Crueles, Inhumanos y Degradantes de acuerdo a la Convención contra la Tortura. (Ley 17914 de 2005, que aprueba el Protocolo Facultativo de la Convención contra la Tortura.)
El informe del 30 de junio de 2009, de la Oficina del Comisionado la cita como uno de los establecimientos de “emergencia carcelaria” debido al estado de sus instalaciones. Para esa fecha, albergaba un total de 158 hombres, y 8 mujeres – De estos, 78 eran primarios y 88 reincidentes, estando 136 en calidad de procesados y 30 en calidad de penados. El perfil etáreo de la población era el siguiente: 64 personas entre 18-25 años; 54 personas entre 25-35; y 48 con más de 35 años.
Respecto a la comisión de delitos se consignaban: 61 contra la propiedad- 37 contra la persona; 30 por los delitos relativos a la venta, suministro y tenencia de estupefacientes; 18 por delitos sexuales y 20 por otros.
En el año 2005 surge la iniciativa de crear una chacra carcelaria que se cristaliza al año siguiente bajo la jefatura del Insp. May. (R) Erode Ruiz (actual jefe de Colonia), con la inauguración del Complejo Campanero. En ese momento consistía de una barraca para 20 personas con sala de visitas y sala conyugal. Desde el inicio el proyecto contó con la colaboración del entonces diputado Hebert Clavijo y el trabajo del sub jefe Insp. May. (R) Adán Cuello (actual jefe de Río Negro).
Se trata de una superficie de 26 hectáreas, que con un fuerte compromiso y apoyo de la comunidad a través de sus diversas instituciones públicas y privadas permiten el comienzo de obras de ampliación y traslado de internos de la cárcel central al Complejo. La apertura de plazas laborales para la población reclusa, ocupadas en tareas de construcción, brinda a su vez la posibilidad de redención de pena.
La presentación de un proyecto para la continuación de las tareas de ampliación aprobado por el Ministerio del Interior en forma inmediata, ha permitido, en pocos meses, avanzar en el descongestionamiento, solucionando el problema de hacinamiento consignado hasta principios del presente año.
A la fecha la totalidad de la población reclusa asciende a 113 personas.
La cárcel central ha disminuido su número a 74 personas. La distribución de personas privadas de libertad ha permitido recuperar espacios destinados a servicios como la sala de abogados, la enfermería y la cocina, mejorando significativamente las condiciones de vida de los que alberga así como del personal policial.
La Chacra de Campanero, con una capacidad para 40 personas, alberga 31 varones y 8 mujeres contando el área de mujeres con un excedente de 7 plazas disponibles.
El descongestionamiento ha permitido avanzar en la clasificación y en las áreas de trabajo y estudio como componentes inherentes a la rehabilitación.
A través de un convenio con la Intendencia Municipal, se cuenta con nutricionista, un servicio de asistencia social y un servicio de psicología.
Las personas privadas de libertad cuentan con: A) estudios de alfabetización tradicional y de informática. B) trabajos en las distintas etapas de las obras de construcción C) construcción de bloques y baldosas D) actividades agroindustriales, aserradero, invernáculos, quintas, criadero de cerdos y ganadería E) deportes y recreación.
La experiencia de revitalización de la Chacra de Campanero ha servido de inspiración para orientar el fortalecimiento de todas las chacras policiales del interior del país, en el marco de la concepción de un sistema de tratamiento progresivo, que permita contar con unidades de minima seguridad o pre-egreso con énfasis en el trabajo productivo y de autosustentación.
